¿Epílogo?

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Dedicado a todos ustedes ❤

Epílogo

Estaba nerviosa... no, tenía miedo, tanto que no había conseguido dormir nada. Pasó esa noche presionando sus ojos obligándose a conciliar el sueño, trató de imitar la respiración pesada de su novio que dormía tranquilamente detrás de ella pero ni así pudo dormir 10 minutos. Aunque en sí no suponía mucho problema pues durante el viaje pasó casi todo el trayecto dormida pero seguía siendo incomodo estar despierta mientras todo el mundo a su alrededor dormía.

Sintió el paso de las horas pues no podía decir que las vio ya que sus ojos solo le permitían distinguir manchas y debido a que su novio estuvo abrazándola toda la noche mientras dormía no se movió para intentar alcanzar sus lentes y distraerse con el celular, además que seguro la luz iba a despertarlo.

Supo que había amanecido cuando escuchó ruido en la habitación continua y la voz de su mejor amiga hablando, probablemente, por el celular. Laini encendió la luz del pasillo y la escuchó caminar hacia la cocina, su amiga se despertaba muy temprano y aunque en algún otro momento le habría molestado el ruido que hacía moviendo sin cuidado los utensilios en la cocina en ese instante no podía estar más que agradecida pues había dejado parte de sus responsabilidades en la ciudad para acompañarla solo porque tenía tanto miedo.

Un fuerte ruido sonó en la cocina y escuchó a Julián quejarse tras ella. Sonrió y tomó la mano de su novio que reposaba en su estómago deslizándola hasta sus labios hasta darle un rápido beso para apartarla lentamente y poder levantarse. No podía seguir un segundo más acostada en la misma posición. Se sentó en la cama y peinó su cabello hacia atrás con las manos.

—Brenda —habló Julián con la voz muy ronca.

—Iré a la cocina para cuidarla de las manos destructoras de Laini —murmuró riendo.

—Que destruya lo que quiera —murmuró palmeando su almohada para que regresara a su lado—. Es casa de Jona así que no importa.

—Necesito estirar las piernas —respondió acariciándole el cabello que había vuelto a teñir de rubio y a pesar de que detestaba ese color de cabello amaba a su novio como fuese que luciera, incluso aunque lo tiñera y cuidara más de lo que ella lo hacía. Julián era perfecto tal cual.

—No dormiste ¿verdad? —preguntó su novio ya un poco más espabilado—. Tu voz no se escucha como siempre que despiertas. Además que sueles quejarte cuando te levanto temprano para ir a hacer ejercicio.

—Sólo un poco, además ayer estuve dormida casi todo el viaje, no importa, tú sí deberías descansar —se inclinó y le besó la sien, antes de levantarse de la cama tomó los lentes del mueble y fue al baño para limpiar su cara y enjuagar su boca.

Después de estar decente salió silenciosamente pues Julián había vuelto a dormirse y caminó a la cocina. Extrañó sentir a Nena caminando tras ella pero no habían podido llevarla con ellos por esa vez pues durante unos días no podía estar en contacto directo con mascotas, recomendaciones de los expertos.

—Sabía que no estabas dormida —dijo Laini cuando ella se asomó por el pasillo.

—Ahora dirás que hiciste todo ese ruido para comprobar si estaba dormida o no ¿verdad? —preguntó a su amiga que negaba.

—No, lo hice porque esta casa parece hecha para gigantes y no alcanzaba el mueble de los filtros para la cafetera —dijo sirviendo granos de café en el compartimento.

—Si te queda bueno me sirves un poco —se sentó en la barra de la lujosa cocina.

Estaban en una de las casas de Jona, era pequeña por fuera pero demasiado espaciosa por dentro y muy lujosa. Nadie podría creerse que aquella fachada de color café con negro podría ser tan extravagante en su interior, pero era casa de Jona y ese hombre sencillo no era.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora