—Lo sé. Lo sé más que nadie, Minseok. Sé que quieres ser perfecto para Luhan y para el fandom, pero tú ya lo eres para mí. Lamento no ser quien tú quieres.
El mayor apretó los labios formando una línea recta, y bajó la mirada. Se planteó las mismas preguntas de siempre una y otra, y otra, y otra vez. No le creía completamente en Jongdae, ¡apenas lo conocía de hace unas semanas! Bueno, sin contar los días pre-debut, en los que con rareza intercambiaban palabras. ¿Cómo confiaría en él tan fácil? Parecía un buen chico, pero... No. Algo que aprendió gracias a su físico (¡Aleluya!) fue en no confiar rápidamente en las personas.
Minseok realmente quería creer en Jongdae. El muchacho le agradaba, era tierno con él y en sus ojos notaba cierto brillo, y cómo sus pupilas se dilataban cuando lo veía. Se quería obligar a creerle, a confiar en él, pero le parecía imposible si el menor sólo le decía cosas bonitas y lo besaba. Porque la piel te la puede besar cualquiera.
—...Demuéstramelo. No importa que hagas, sólo demuéstramelo —terminó por responder.
—Como usted diga, hyung.
Jongdae besó a Minseok de nuevo mientras desabrochaba los botones de la camisa-pijama que traía puesta su mayor. Se la quitó y la dejó donde cayó. Hizo lo mismo con el resto de sus prendas hasta quedar en ropa interior, e interrumpió el acto un momento para ponerle seguro a la puerta de la habitación. Regresó donde Minseok y lo recostó en su cama, porque no iba a follar en la de Lay, qué pena y qué asco.
Besó la mano de Minseok, besó sus mejillas; le causó cosquillas acariciando su vientre para que sonriera, y besó los bordes de sus ojos; le dio la vuelta delicadamente y besó los hoyitos al final de su espalda. Minseok, extrañamente, sentía su corazón latir más rápido con cada beso, como si le estuviera diciendo "Te amo" a todos los defectos que él se encontraba.
Jongdae hizo un camino de besos desde el pecho de Minseok hasta llegar al elástico de sus bóxers, y notó que el mayor ya estaba duro. Sacó un condón del paquete que había en un cajón de su buró, se retiró el bóxer y se lo puso.
—Tranquilo, bollito —susurró Jongdae, y a Minseok le pareció algo seductor—. No tendré sexo contigo.
Dejando a Minseok confundido, Jongdae prosiguió a quitarle el bóxer lentamente.
—Para lo que voy a hacer ahorita necesito que estés relajado, así que respira profundamente y cierra tus ojos. No te dolerá... al menos, no mucho.
Minseok le obedeció, así que no pudo observar cómo Jongdae lubricaba sus dedos índice y medio. Primero introdujo el índice, y Minseok soltó un quejido, sin embargo una ola de placer le invadió el cuerpo cuando sintió la lengua de Jongdae pasear sobre la base hasta la punta de su pene. Ese fue el método de Jongdae para que Minseok no sintiera dolor a la hora de prepararlo, y el resto pasó bastante rápido. Sacó sus dedos cuando se dio cuenta de que Minseok ya estaba listo, ya que no hacía más que gemir, y no de dolor. Minseok soltó un gemido bastante alto cuando Jongdae comenzó a penetrarlo. "No gimas tan fuerte, nos van a escuchar", susurró Jongdae, y Minseok asintió con la cabeza.
Jongdae se inclinó sobre Minseok hasta llegar al costado de su cabeza, y éste abrazó su espalda por inercia; de repente, sentía la necesidad de tenerlo cerca y aferrarse a él, temiendo perderlo. Mientras Minseok se acostumbraba al miembro de Jongdae dentro suyo, el menor le susurraba entre jadeos "Se siente genial, Minseok. Eres hermoso, eres perfecto, una completa obra de arte. Te amo, te amo, te amo".
El mayor también se sentía genial. No sólo por el deleite de las embestidas, sino también con los besos y el aliento de Jongdae en su cuello, rostro y orejas. Con cada caricia, cada "Minseok" entrecortado, cada gruñido; quizás todo de Jongdae lo hacía sentir genial. Se sentía distinto a como cuando tenía cerca a Luhan, con Jongdae no tenía miedo de ser quien es. Ya no tenía miedo de mostrar sus defectos.
Jongdae entonces salió del interior de Minseok y enterró su pene completo de una estocada, causándole un fuerte gemido de parte del mayor.
—Maldita sea, Jongdae —balbuceó Minseok entre jadeos—. ¿Cómo quieres que no gima haciendo eso?
Jongdae se rió, y continuó con lo que hacía. Pronto, las embestidas se volvieron profundas y constantes, y los gemidos de Minseok sólo los podía escuchar Jongdae.
—Ah, ah, ¡ah! —gimió—. Así, Jongdae, a-ahí, ¡Sí, sí! ¡Justo ahí! ¡Má-más rápido, Chennie!
Jongdae acató la instrucción, y aceleró las embestidas, golpeando suavemente la próstata de Minseok. Cuando notó que los gemidos del mayor estaban incrementando en volumen, colocó las manos a los costados de la cabeza de éste y lo besó. Los besos eran torpes y deseosos, a tal punto de parecer que se estaban carcomiendo la boca en lugar de besarse.
Jongdae tomó el miembro de Minseok y lo masturbó, y entonces olvidó cómo hablar. La mente se le puso en blanco, y todo lo que estaba analizando sobre si amar a Jongdae o no fue cegado por el placer embriagador que le brindaba. Siguieron así hasta llegar al orgasmo al mismo tiempo, Minseok soltando un último gemido desde el fondo de su garganta en los labios de Jongdae y arañando su espalda.
Jongdae se levantó de la cama para tirar el condón, ir al baño por un pañuelo y limpiar a ambos. Cuando se deshizo del pañuelo, tomó los bóxers del suelo y le tendió el correspondiente a Minseok.
—Lamento eso —murmuró el mayor.
—¿Qué cosa?
—Los arañazos.
—Ah —Jongdae rió—, no pasa nada. Supongo que fue mi culpa.
El menor se acostó junto con Minseok, apoyando la cabeza en su brazo izquierdo para poder observarlo.
—¿Por qué... por qué dijiste que no ibas a tener sexo conmigo, Chen? —preguntó Minseok en voz baja, como que con miedo de saber la respuesta.
—Porque yo no... yo no quiero tener sólo sexo contigo, ¿entiendes? —enfatizó la palabra "sólo"—. Quiero ser cuidadoso y sutil, y que notes todo el amor que te tengo.
El mayor ladeó la cabeza, entrecerrando los ojos.
—Minseok, yo... yo quería darte a entender que siempre estaré para ti, y quiero que te ames a ti mismo como yo te amo. No hace falta que tú me correspondas.
—...Ugh, Jongdae. En serio quiero amarte, quiero besarte con el mismo sentimiento que tú. Pero no sé si pueda amar a alguien así de rápido.
—No pasa nada, precioso —Chen, con una delicadeza casi imposible, acarició la mejilla de Minseok con su mano disponible—. Esperaré por ti, e intentaré enamorarte cada día más.
Ambos compartieron sonrisas y un último beso, para que después Jongdae lo abrazara y apoyara la cabeza del mayor sobre su pecho, besando y acariciando el cabello de Minseok.
Porque la piel se la puede besar cualquiera, pero sólo Jongdae le podía besar el alma.
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Wabi Sabi. [CHENMIN]
FanfictionMinseok y Jongdae discutían constantemente. Minseok insistía en que no era ni guapo, ni lindo, ni nada atractivo. Jongdae decía que Minseok era hermoso; una obra de arte divina que merecía ser admirada por todo el mundo. Porque Chen encontraba belle...