EPÍLOGO DAME UN NOMBRE

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PERSONAJES:

Kirito/Kazuto: El Duende Negro o rey de los hadas.

Asuna: Usune (nombre en Euskera, significa muchacha afortunada y de gran belleza)

Alice: Alaia (nombre en Euskera, significa Alegría)

Shino: Hada del Norte (North)

Suguha: Hada del Sur (South)

Silica: Hada del Oeste (West)

Rika: Hada del Este (East)

Yui:El hada Blanca (White)

Yuuki: Ama-lur (diosa madre tierra en la mitología vasca), la Dama de los seres de la Luz o dama Blanca.

Klein (Ryoutarou): El Duende Rojo (Red)

Agil (Andrew): El Duende de Azul (Blue)

Eugeo: Hodei (nombre en euskera que significa nube)

Akihiko Kayaba: Tartalo (ser mitológico vasco), el Señor de los seres de las Sombras.

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EPÍLOGO

DAME UN NOMBRE

El veneno de mandrágora era un veneno mortal para los seres de luz. Desde la era del mito, la pócima obtenida de la cocción de dicha raíz durante tres lunas había sido el veneno más peligroso para los seres de la luz. En las guerras santas los seres de las sombras embadurnaban sus armas con aquel tóxico ungüento, asegurándose así que sus estocadas fueran letales. Hasta que los druidas comenzaron a habitar la tierra, esos humanos primigenios que surgieron de las lágrimas de Ama-lur al ver a sus hijos padecer en los campos de batallas, no se conoció cura alguna para aquel mal. La madre de Usune le había contado esa historia, pues ella fue la última druida del reino.

Cuando llegaron a Palacio llevaron al Duende Negro a sus aposentos aquejado de una alta fiebre y delirios fruto del envenenamiento que comenzaba a extenderse desde el punto en el que la espada había atravesado su hombro. Sólo Usune podía acercarse a él como humana, pues incluso los vahos que exhalaba el veneno eran tóxicos para las hadas como seres de luz.

Las seis mujeres se reunieron en la sala de pócimas para trabajar en la cura, pero Usune sabía que todas aquellas plantas y esencias curativas eran insuficientes.

— Me temo que nada de esto será suficiente...

— ¿Por qué dices eso Usune? — los ojos de la joven Hada del Oeste estaban empañados en lágrimas. — Nuestro Señor es fuerte, él logrará salir de esto.

— No lo entendéis... mi madre nos habló de este veneno a mi hermana y a mí cuando éramos pequeñas. Todas estas plantas no son más que los ingredientes del emplaste, la vía para canalizar la auténtica cura que no es otra que la esencia de un ser de sombras. Este es un reino de luz, no tenemos tiempo para encontrar un ser de sombras y poder completar la cura. Lo siento... pero no sé qué hacer... — La joven humana rompió a llorar, odiaba ser portadora de tal funesta noticia.

— ¡Pero eso no es un problema! — exclamó White, mientras se acercaba a consolar a Usune.

— ¡Calla White! — la recriminó North. — Eso nunca debe ser contado, recuerda las consecuencias.

— ¿Qué más dan esas consecuencias si el amo muere? — por primera vez la pequeña hada se enfrentaba sin temor a su compañera. — ¿A quién protegerá ese secreto entonces? Además yo confío en Usune, ella también quiere al amo como nosotras, no le traicionará.

Danza de luz y sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora