Hamor Proivido.||Kaisú

36-malaz notisias

Antes de que lean el hermoso capítulo que les traigo, quiero que sepan el motivo de mi ausencia. 

Sí, tú que acabas de decir: "Ah, no me importa, yo quiero leer.", pues, déjame decirte que no mereces comer tamales >:(

Ok, no es un motivo taaaaaaaaaaan importante, pero me parece que como escritora debo explicarles a mis bebés lo que sucede en mi interesante vida.

Ya se acaba el año, y pues, tercero/noveno es una caca. O al menos, en mi escuela es horrible. No he tenido tiempo para casi nada, y la verdad es que extraño escribir. Tengo planeado subir tres capítulos de esta obra, unas cuantas reacciones, y actualizar "Boyfriend?, nah, Gayfriend", porque de verdad, este hiatus ha sido de fucking meses. Ni siquiera avisé, por lo que me disculpo mucho.

Bueno, sin mucho más que decirles, me disculpo infinitamente con ustedes, y con sus bibliotecas, que de seguro extrañaban mis pendejadas. Los quiero muchísimo, y gracias por haber tomado su tiempo de leer este capítulo y esta nota.

<3.

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La jornada de trabajo se acabó, y Jongin regresó a su casa con ansias. Abrió la puerta y gritó el nombre de su madre, avisando que ya había llegado.

Al no obtener respuesta inmediata, se dirigió a la cocina, buscando algo de comer. 

—mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ia yegeeeeeeeeee!

Silencio.

El moreno frunció el ceño por unos segundos, buscándola con la mirada.

A lo mejor se encontraba en su habitación, viendo alguna novela Turca, como suele hacer.

Se dirigió a la habitación de su madre, y tocó la puerta.

—mami, alo¿

Cuando abrió la puerta, sus ojos salieron de órbita, retrocediendo en segundos.

—¿Qué haces tú aquí?—logró murmurar con espanto.

—Oh, vamos Jongin. ¿No le darás un abrazo a tu padre?

El hombre llevaba un saco negro, al igual que sus pantalones y sus zapatos. Llevaba una camisa blanca y un maletín en las manos.

De pequeño solía ver fotos suyas, y entendía el porqué su mamá se enamoró de tan elegante hombre.

Pero a medida que fue creciendo, sabía que la actitud de este no era la ideal.

—¿Y mi madre?

—Le dije que necesitaba hablar contigo, Jongin.

—Ella nunca aceptaría eso. Dime, ¿qué le hiciste?

El hombre se sentó sobre la cama, cruzándose de piernas. 

—¿Yo?, nada. No sugieras estupideces, hijo.

El moreno cerró los puños.

—¿A quién llamas hijo?, ¿al niño que nunca en tu vida cuidaste?, ¿al niño que dejaste con su madre, sin siquiera preguntar por su bienestar?, no me jodas, huevón.

Jaewoo alzó la ceja, divertido.

—¿Huevón?, veo que vivir en esta zona afecta tu vocabulario.

—¿Y eso te importa?, solo quiero saber qué le hiciste a mi madre, y luego, ver como te largas a la mierda.

—No me hables así, Jon-...

—¡No me digas qué hacer, Jaewoo!, ¡tú no tienes derecho de venir y darme órdenes!, ¿entiendes?, ¡lárgate de nuevo a Inglaterra y no nos jodas ni a mi madre, ni a mi!

El hombre se levantó, acercándose al más joven, sonriendo.

—Veo que maduraste desde la última vez que te vi en Inglaterra con tu amigo. Dime, la jovencita que me contactó, ¿es tu novia?, veo que se preocupa mucho por ti.

El moreno lo miró con el ceño fruncido, dando leves pasos hacia atrás.

—No tengo que aclararte nada, además, si tienes algo importante que decir, dilo ahora.

—Le pagué a tu mamá lo que equivaldrían a 18 años de mantenerte, o creo que incluso más. Ella aún no lo sabe, pero no hay manera de que no acepte.

—Ella no quiere tu sucio dinero.

—Yo no diría eso, sabiendo el problema económico por el que está pasando tu madre. Me necesita en este momento. Pero, claro, supongo que como ya me conoces, sabrás que no hago esto por pura caridad.

—¿A... a qué te refieres?

—Te vienes conmigo a Inglaterra. Eres un Kim, y hay algunos negocios pendientes. Tú, debes hacerte cargo. 

—¿Por qué debería?—murmuró, mirándolo con desprecio—. No quiero tener tu apellido si eso implica trabajar contigo.

—No seas inconsciente, Jongin. ¿No te das cuenta que tu madre depende de mi en estos momentos?, ella necesita mi dinero, y la verdad es que no me sorprende la situación en la que está. Deberías conside-...

Jongin no pudo contenerse. Nadie hablaba mal de su madre, y menos el bastardo que la había dejado sola.  Su puño se estampó contra la mejilla del más alto, logrando que este cayera sobre la cama.

—¡Ni se te ocurra volver a decir tal cosa de mi madre!, yo, como su hijo, trabajaré y me encargaré que ni ella ni yo tengamos problemas. No te necesita, ¿oíste?, ¡NO TE NECESITAMOS!, así que lárgate de una buena vez, tal como lo hiciste antes.

Jaewoo soltó una pequeña risa, levantándose con cuidado, acariciando su rostro.

—No es tan fácil, Jongin, no es tan fácil.

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WLWDDJFEAIFWS

Nos ponemos serios.

maldITO SU PADREEE

Protejamos a Jongin de cualquier daño.

Bueno, de nuevo, lamento los inconvenientes ;_;

-Rafa