Un nuevo comienzo. Parte 2

361 42 3
                                    

Esa mañana comenzó con el pie derecho. Despertó un poco tarde es cierto pero, al abrir sus ojos una gran sonrisa se instaló en su rostro. Lo primero que sus ojos captaron fue un pecho color canela, un cuello largo que conducía a un rostro marcado. Se entretuvo un tanto viendo las cejas que enmarcaban unos hermosos ojos y se encontró totalmente perdido en los belfos del moreno. Deseaba más que nada sentir sus labios nuevamente, no importa cuanto lo besara jamás se cansaría de aquello. Por lo cual se dispuso a cumplir su capricho de juntar ambos labios, los suyos con los de aquel compositor que se había metido fuertemente en su pecho.

-Jjonggie, despierta amor. Otra vez es tarde.

Un beso por cada palabra. Y un suspiro al final.

Esperaba que aquel que invadía su espacio desde hace meses despertara y lo besara decentemente, más solo se dio media vuelta balbuceando algo incomprensible.

Se dedicó a besar su amplia espalda unos minutos más, hasta que juntó toda su fuerza para separarse de él y dirigirse al baño.

Una vez encerrado pudo escuchar como el otro se desperezaba y caminaba torpemente por la habitación. Se recargó en la puerta unos segundos suspirando, ¿cuándo es que se había enamorado tanto?

Realmente no tenía mucho de conocer al chico con el que se podría decir que ya vivía (aunque no era formal, lo cierto es que Jonghyun pasaba más tiempo en su casa que en la de él mismo), sin embargo eso no era obstáculo para sentirse tan perdidamente enamorado.

Cuando lo conoció, le pareció un chico muy guapo y atractivo, incluso lo confundió con un idol pero al presentarse y charlar por un tiempo se dio cuenta que el dueño de ojos perrunos jamás sería cantante, y no porque le faltara voz o presencia, sino por lo tímido que era.

De las 8 horas que duró su primer encuentro si acaso lo escuchó decir 5 palabras, o bien era una persona muy seria o solo lo estaba cansando con sus tonterías, esta última opción lo ponía triste, aunque no lo conocía de nada, le hacía ilusión conocer alguien nuevo, sobretodo si era tan guapo y culto como él.

Cuando supo que sería el letrista del primer álbum en solitario de su Taeminnie se puso muy contento, y no dudó en darle toda la información necesaria sobre el día a día de su pequeño amigo.

Fue así que trabajaron en conjunto durante algunos meses, y después Jonghyun dejó de asistir a salón o a los camerinos. Dejaron de verse a diario y por un segundo Kibum pensó que todo se perdería, sin embargo era el Gran Kim KeyBum y no dejaría que su Jjonggie lo olvidara así de fácil.

Con ayuda de Taemin y otros ejecutivos de la empresa planeó ciertos encuentros de "trabajo" con el moreno, eso hasta conseguir su número telefónico.

Después no necesito ayuda de nadie más, un simple mensaje basto.

Para: Jjonggie Hyung.
"Hyung salgamos a comer. Te espero en el restaurante italiano.
Por cierto soy Key."

Si bien es cierto que estuvo nervioso todo el día por la posibilidad de que el mayor no se presentara, una parte de él confiaba en que lo haría, y de no ser así se aseguraría de encontrarlo y hacerle pagar el daño en su corazón.

Por suerte para Kibum al llegar al restaurante, Jonghyun lo esperaba ya sentando cerca de un gran ventanal que daba a la calle principal. Con una gran sonrisa y un corazón latiendo a velocidad luz, Key retiró la silla que se encontraba frente al mayor, tomo lugar y solo pudo observar al moreno.

-Kim, por un momento dude que realmente fueras tú el del mensaje.

-Key, te he dicho que me llames Key. -bufó.-

El moreno sonrió asintiendo con su cabeza.

-Me he tomado la libertad de elegir una bebida para ti. -Señaló el vaso frente a él.-

-No bebo, lo siento Hyung. -Bien, esa conversación no estaba tomando el rumbo que deseaba, además eran plenas 2 de la tarde ¿quién en su sano juicio bebía alcohol un martes por la tarde? Peor aún ¡sin siquiera comer!- Y tú tampoco deberías hacerlo, al menos no a esta hora. -Arrebató la bebida del contrario y la alejo lo más posible de ellos.

Jonghyun sonrió, no corrección, Jonghyun se burló.

-Bien, no beberemos pero vayamos al punto ¿por qué me has invitado a comer?

-Si quieres ir al punto, lo mejor sería simplemente comer. El porque realmente no importa.

Su nerviosismo aumentó, como le confesaría sus sentimientos si tan solo Jonghyun no sonará tan frío, ¿qué sucedió con el chico tímido que conoció hace meses?

-Bien, ya que has elegido el lugar, porque no me recomiendas algo bueno y charlamos de ese "porqué que realmente no importa" mientras comemos.

Kibum comenzaba a irritarse, nada iba como lo había soñado. Jonghyun se estaba comportando como un patan cortante y pedulante. ¿Qué pasaba con él? ¿Por que sus ojos no mostraban emoción alguna?

-Hyung, está más que claro que no quieres estar aquí justo ahora. ¿Por qué viniste si realmente no te apetece mi compañía?

Con cada minuto perdía la esperanza de conquistar al moreno, pero siendo realista, por más que doliera Kibum prefería mil veces terminar con este mal rato que hacerse daño a él mismo al soportar ese trato indiferente que sin duda no merecía.

Jonghyun suspiró, agachó la mirada y murmuró cosas inteligibles que por más esfuerzo que pusiera no logro entender.

-¿Qué has dicho?

-Lo siento, realmente perdón si te he tratado mal. Me has tomado en el peor de mis días y la he liado contigo sin pensarlo.

-Gracias, al menos ahora sé que no es por mi. ¿Porqué no hablamos de eso que te molesta entonces?

-No es necesario, simplemente comamos y cada quien por su lado.

Kibum suspiró largo, esa frase le había quemado en el pecho. Sin duda prefería mil veces que lo hubiera plantado a qué tomara esta actitud con él. ¡No lo merecía! Por todos los cielos que no.
Cansado de eso y sabiendo que no llegaría a ningún sitio con el moreno, prefirió tomar sus cosas y marcharse.

-Toma, creo que en este momento necesitas más esa botella de cerveza que mi compañía, que te plazca.

Jonghyun quedó con la boca abierta y con un sentimiento de culpa y remordimiento que no lo dejaría. Debía estar loco, actuar así con el rubio de ojos hermosos solo por invitarlo a comer... Cualquier otro día habría sido amable e incluso lo podría invitar a por un helado como hacían antes, cuando trabaja en el álbum de Taemin, pero justo hoy su corazón dolía y se desquitó con la persona equivocada.

Qué culpa tenía Kibum de que justo hace un año a él le rompieran el corazón, que no pudiera superar esa ruptura y que se odiara a sí mismo por esperar que Onew se diera cuenta que lo amaba más que a su vida perfectamente fabricada.

-Lo siento tanto Key. -murmuró para si mismo y tomó lo que quedaba de su botella, pidió la cuenta y se marchó. No sabía que sentía justo ahora, no comprendía que pesaba más. Su dolor por su amor no correspondido o la mirada triste que le dedicó Kibum antes de marcharse del restaurante.

Ver a Kibum marcharse así realmente había hecho doler a su corazón, quizás un poco más que recordar a Jinki. Solo quizás.

Nuestro final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora