C A P Í T U L O °18

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—¿Qué estas haciendo lucien?—Dijo Peter desde la cocina.

—Nada papi—Respondió un pequeño niño.

Lucien, era el nombre de aquel pequeño niño. Un niño de tez blanca como la porcelana, de unos ojos azules como el cielo y de un pelo rubio intenso.

—Estas haciendo travesuras ¿cierto?

—Me has descubierto—Contestó el niño entre risas.—¿A que hora vendrá papá? prometió llevarme a la playa.

Peter y wade habían conseguido tener una pequeña casa en Los Ángeles, para ser más exactos en Santa Mónica. Pensaron que sería un buen lugar para vivir y en efecto no se habían equivocado en ello. La casa tenía una vista espectacular hacia el mar. Era perfecta en todo sentido.

—Pronto, pero ahora ve a lavarte las manos, que vamos a comer.

Lucien hizo caso a lo que su padre había dicho, subió las escaleras mientras las contaba en voz alta. Cuando hubo terminado de hacer aquello bajo con una gran sonrisa, por que había visto que el carro de tony se había estacionado fuera de la casa. Corrió a abrir la puerta y sin pensarlo se lanzó a los brazos de tony.

—Abuelo—Dijo emocionado. Cuando tony le confesó a Peter que era como un hijo para él, benjamin había decidido tratarle como a un padre.

—¿Que tal campeón? Adivina a quien he traído.

—¿A quién?—Respondió con una sonrisa. Mientras miraba a la persona que salía del carro de tony—¡Capitán América!—Dijo eufórico el niño.

—Lucien. ¿Como estás pequeño?—Dijo steve revolviendo el pelo del niño.

—Pensé que no vendrían—Interrumpió Peter desde la puerta.

—Es un día especial, no íbamos a perdernoslo.—Respondió steve mientras le entregaba un obsequio a Peter.

Tony y steve habían descubierto que se sentían atraídos el uno del otro. Al principio Tony no quería admitirlo pero conforme los días lo había aceptado. 

—¿Charles y Eric, también vendrán?—Dijo Tony entrando a la casa seguido por steve.

—Tal vez, quieren convencer a wade de que se una a los X-Men. —Contestó Peter entregandole una copa de vino a tony.

—Hace dos años le propuse ser un vengador, y lo rechazó, Charles pierde su tiempo—Bufo tony.

—¿Steve puede jugar conmigo?—Pregunto lucien al nombrado.

—Sí—Respondió steve para después ser llevado de la mano del pequeño a su habitación.

Wade al haber llegado a su casa deseo no haberlo hecho. Pues vio el auto de tony estacionado fuera de esta. Decidió estacionar el suyo al lado del otro, sin darse cuenta le había dado un pequeño golpe. Tal vez fue intencional, o tal vez no. Sólo wade lo sabía.

—Amor, llegaste—Dijo peter dándole un beso a su pareja.

Tony aún no podía soportar esas muestras de afecto que se daban. Siempre que lo hacían el decidía mirar a otro lado.

Niño tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora