Park Min Ho lo tiene todo, dinero para gastar en todo lo que desee, una familia que lo ama, una empresa exitosa y tantas mujeres como quiera tener, lo único que no tiene es a la mujer de la cual está enamorado, Rowan Mason, su asistente.
La oficina es un ajetreo a todas horas, demasiado trabajo, demasiado dinero, demasiado bullicio eso nunca lo ha detenido de hacer su trabajo pero hoy no puede concentrarse, Rowan no está en su puesto de trabajo y el impecable sobre blanco con su nombre escrito en él no le da buena espina.
Tomando aire sujeta el sobre y lo inspecciona para finalmente abrirlo.
Querido, Señor Park.
Me gustaría empezar diciendo que trabajar con usted ha sido un inmenso honor, me ha enseñado muchas cosas, el trabajo en equipo, el reconocer los errores, el esfuerzo y el verdadero valor de las cosas. Ha demostrado ser un gran jefe y puedo decir hasta un gran amigo, le agradezco todo lo que me ha enseñado pero ya no puedo seguir en mi puesto de trabajo. Tengo una hija que siempre pregunta porque su madre llega tan tarde a casa y aunque el sueldo es excepcional no quiero perderme esta etapa de su vida.
Se despide, Rowan Mason.
Jodidamente no.
Me encierro en mi despacho durante la siguiente hora pensando en que hacer. Es la mejor asistente que he tenido, además que estoy enamorado de ella. Tengo que hacer que regrese. Ha sido leal a mí desde que empezamos a trabajar juntos, es querida por sus compañeros de trabajo y por mis padres.
Por ti también, muy querida de hecho.
Mi mal humor no ha hecho más que crecer desde que leí la carta, toda la oficina ha recibido órdenes de no molestarme y todas mis reuniones han sido canceladas. Mi teléfono suena y con la tonta esperanza que sea ella me lanzo a contestar.
–Park Min Ho, ¿me quieres explicar porque todas tus reuniones han sido canceladas a último minuto?–La voz de Tae me desinfla como globo y con un gruñido retengo las ganas de colgarle.
–Rowan Mason es la razón de eso. –Digo dando vueltas en la silla ejecutiva.
–Oh, ya te lo dijeron. –Murmura por el otro lado de la línea.
– ¿Lo sabias?–En este punto la vena de mi frente está por estallar de la cólera.
–No seas idiota, claro que lo sabía. Alguien tenía que firmar su liquidación. –Habla rápidamente. – Te tengo que dejar, Min Ho. Te conseguiré otra asistente, si no la convences de volver.
¿Qué puedo hacer para que vuelva? Según dijo en la carta se fue por su hija, si mejoro sus condiciones de trabajo, agrego una que otra reforma a su contrato y le doy unas semanas de vacaciones quizás, y solo quizás aceptaría volver.
Tomando el teléfono hago un par de arreglos para poder presentarle un nuevo trato a Rowan.
Rowan Mason.
La expresión de felicidad en el rostro de mi pequeña hija no hacía más que estrujarme el corazón, con apenas tres años no es justo que la vea solo por una hora y luego duerma y al día siguiente la dejo con mis padres para poder llegar a tiempo al trabajo. Esa rutina me estaba matando, ni que decir de los viajes de negocio. El señor Park es un hombre muy amable e inteligente, pero muy demandante, tuve que dejar mi puesto de trabajo y ahora estoy como asistente administrativo de unos amigos de mis padres. Es cerca de casa, medio tiempo, buen sueldo aunque no tanto como el que tenía anteriormente, mis compañeros de trabajo son agradables, es un buen trabajo.
Luego de la hora del almuerzo me retiro a casa, donde en la puerta está mi pequeña niña esperándome.
– ¡Mami!– Sus pequeños bracitos se entrelazan alrededor de mi cuello y me pone feliz. Su cabello castaño está atado en una coleta en lo alto de su cabeza y su vestido azul esta impecable, a mi hija nunca le ha gustado ensuciarse.
–Mi pequeño abejorro. ¿Te portaste bien hoy?–Pregunto agachándome a su altura.
– ¡Si! La señorita Higgins me dio una estrella dorada porque me porte muy bien. –Dice mostrándome la estampita adherida en su vestido.
–Eso es genial, cariño. Vamos dentro con los abuelos. – Digo sacudiendo mi pantalón mientras Noah tomándome de la mano me hala adentro de la casa.
Mi hija va parloteando mientras dejo mi bolso en el recibidor, contándome de su día y diciéndome que tiene una nueva amiga. Noah es muy energética, desde bebe ha sido así, habla por los codos, siempre está saltando de un lado a otro, es un torbellino de energía que arrasa todo a su paso.
– ¿Mami, tu amigo se quedara a comer?– Pregunta Noah mientras pasamos al recibidor de la casa.
– ¿Qué amigo, cariño?–Pregunto extrañada y paso directamente a la sala donde encuentro a papá y mamá hablando con el señor Park Min Ho. –Jefe, digo, señor Park.
Mamá y papá se levantan y llevan a Noah con ellos, mi hija al pasar por un lado de mi anterior jefe sacude su mano y se despide rápidamente. Ambos quedamos estáticos en medio de la sala, yo por la sorpresa y el esperando mi reacción.
Inconscientemente le hago una reverencia por la costumbre, todos los días en la oficina al darle los buenos días le hacia una reverencia; tal como lo hacían en su país de nacimiento, Corea.
–Rowan, no son necesarias las formalidades ahora. Ya no es mi empleada. –Habla en tono acusador.
No me gusta para nada ese ton acusador, es como si yo le debiese algo.
–Tiene razón, no. No lo soy. ¿Qué hace en mi casa?–Inquiero aun de pie, por mis modales le invito a tomar asiento en uno de los sofás individuales.
–Quisiera hablar sobre tu renuncia. Más específicamente sobre el hecho de que no la acepto.
– ¿Disculpe? ¿Cómo que no la acepta?–Pregunto tratando de no perder la paciencia. Sabía exactamente como se ponía le hombre cuando algo se le salía de control.
Como un jodido niño caprichoso.
Park Min Ho.
Ha quedado callada desde mi declaración, por lo cual lo tomo como mi oportunidad de hablar y proponerle un nuevo trato.
–Tomando en consideración la carta de "sugerencias" que dejaste agregaríamos algunos beneficios a tu contrato, aparte de los que ya están establecidos, por supuesto. Tendrás un mes de vacaciones, para ti y tu hija a algún lugar de tu elección, un departamento para ustedes cerca del trabajo y el distrito escolar, trabajaras 8 horas diarias y las horas extras se te pagaran el doble, además que se implementara una guardería para todos los empleados de la empresa. Si aceptas te esperare mañana en la oficina, si no apareces firmare tu renuncia y enviare tu cheque por todo el tiempo que trabajaste codo a codo conmigo. Eres mi mejor empleada, la mejor asistente que he tenido y probablemente mi única amiga. Te dejare para que pienses que decisión tomar. –Digo levantándome del sofá y caminando a la salida de la casa.
Camino hasta un parque cercano y me siento por unos minutos mientras espero que Hank, mi chofer venga por mí.
Ya comenzó el plan, conquistar a Rowan Mason.
***
Hola, criaturitas de Dios. Aquí Rox reportándose después de algo así como dos años, como pasa el tiempo jajaja. Como les comente, Jefe, tendremos un hijo sera renovada totalmente, desde el titulo (a partir de ahora Sweet Boss) hasta la trama en su totalidad. Una nueva historia.
En unos días estaré subiendo el reparto de la historia y los horarios en los que publicare. Espero les guste, un beso.
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Sweet Boss.
ChickLitEl primer beso no se da con la boca, sino con la mirada. Esa frase tan cliche tomo sentido en cuanto te vi. -Park Min Ho. ------------------------------------------------------------------------------------------ #7 EN CHICK LIT. 12/11/2017 #8...