-Señorita Evans, ¿puede contestar la pregunta?
Todos voltearon a verme, me incomoda tanto sentir sus ojos mirándome fijamente con cara de extrañeza, seguro se preguntan "esta chica va en el curso", no me sorprendería, siempre paso desapercibida, así soy yo, la chica que nadie nota.
-¿Señorita Evans?
Estaba a punto de contestar cuando tocaron a la puerta; era la subdirectora Usher acompañada de alguien, un muchacho, alto, tez amarilla, de pelo negro, traía una playera negra y unos jeans.
- Profesor, ¿puedo robarle un minuto? - dijo la señorita Usher
- Con gusto - dijo el profesor con tono cínico.
- Muchachos - dijo la señorita Usher - les presento a su nuevo compañero, espero que lo reciban con los brazos abiertos.
Toda el aula estaba en silencio, todos mirábamos al chico nuevo, estudiándolo, aquí en Barton nunca pasa nada ni llega nadie nuevo, además; estamos a mitad del curso, porque alguien llegaría aquí a este pueblo en medio de la nada.
- Te dejo en buenas manos - le dijo la subdirectora al muchacho.
Al salir la señorita Usher del aula todos empezaron a murmurar, por supuesto yo no, ya que mis únicos dos amigos estaban en el salón de al lado.
- Preséntese - le dijo el profesor al chico, él lo miro con cara de odio, como si lo único que quisiera fuera llegar a un asiento y terminar esto se una vez por todas.
- Hola - dijo el muchacho - mi nombre es John, John Lancaster ; me acabo de transferir de - no había acabado de hablar cuando alguien detrás de mí le lanzo una bola de papel.
- Chicos, suficiente; toma asiento John - dijo el profesor señalando un asiento al lado del mío.
El chico, John; se acercó al asiento, con una cara endurecida, estaba enojado; tenía buen aspecto: ojos negro azabache, se le marcaban unos hoyuelos, aunque ni siquiera estaba sonriendo, pelo rizado. Por alguna razón no podía dejar de verlo, pareciera que me tenía hipnotizada; de pronto nuestros ojos de encontraron, me miro con cara de asco y luego tomo asiento.
- Hola - me presente - soy Charlotte, Charlotte Evans - dije estirando mi mano, se quedo mirándola un rato, espere a que la tomara pero la rechazo.
A las tres término la clase, fui en coche a Kingston con Nicole, Nikki y con Peter, mi mejor amigo desde que tengo memoria, es muy mono.
Llegamos y pedimos todos un capuchino, ya que, es lo mejor que hay en este intento de cafetería.
- Escuche que hay un chico nuevo en tu clase - me dijo Nikki con una sonrisa de boca a boca. Hay veces que en realidad me pregunto de donde salió ella; tiene pelo rojo carmín, pareciera que al tocarlo podrías quemarte, su piel es blanca como la nieve, y sus ojos color azulejo.
- Se llama John - dije con una notable falta de interés - se sienta al lado de mí.
- ¿Y? - me pregunto Nikki.
- Y, es un completo idiota, trate de ser amable con el y me trato como si fuera mierda.
- A lo que me refiero es que si esta guapo cariño, ¿esta lindo? - insistió Nikki.
- Es lindo, pero un idiota, te lo regalo si quieres.
- ¿Entonces? - dijo Peter con una notable incomodidad en su voz - ¿no te interesa?.
- ¿Celoso? - le pregunto Nikki - vale, que estoy bromeando.
No estaba segura que si quería algo con John, quiero decir, acabo de conocerlo, esta guapo hay que admitir, pero su comportamiento me pareció muy extraño, fue algo como odio a primera vista, pero no puedo negar que había algo que me llamaba la atención en el y moría por averiguar que era eso.
