Capítulo 1: Advenimiento.

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Noah en foto Multimedia - Asa Butterfield ....Quiero decir que me inspire originalmente en sus ojos y recordando a un compañero de colegio (su personalidad) quise mezclar a ambos en el personaje de Noah.

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Para un amigo, un hermano y quien siempre ha esto allí: encuentra tus alas, no le temas a lo que dirán.

"La libertad es la condición ontológica de la ética;  pero la ética es la forma reflexiva que adopta la libertad" Michael Foucault.

11 años.

Vecinos nuevos significaban pasteles recién horneados de mamá;  mis preferidos eran esos que horneaba a fuego lento y que luego dejaba enfriar para colocar un poco de chocolate como relleno.

La casa desprendía un olor a recién horneado que hacia difícil no ignorar los rugidos de mi estomago.
Alexa, pedía con el ceño fruncido, que pusiera atención en ayudarla a dibujar , sin embargo no podía.  El delicioso aroma del horno me llamaba a gritos.

-Richard,  así no son los árboles -Alexa me miraba con el ceño fruncido y el pelo un poco desordenado producto de la frustración.

Mire atentamente el papel que reposaba en mi escritorio negro,  todo era perfecto ; el sol,  el auto de policía en donde estaba papá,  la bata blanca de mamá junto a ese aparato que usaba para escuchar los latidos,  nuestra casa y....

Oh, ese era el problema.

Un tronco perfectamente hecho, tenía en una de las ramas recién dibujadas una especie de pastel mal hecho y de color verde.

-lo siento, Al.  Estaba distraído.

-pensando en los pasteles de mamá... - dijo mirándome sería - y acabas de arruinar mi dibujo por ello. Si no lo arreglas prometo que le diré a tus amigos porque te llamaron Richard.

-lo haré, lo haré. -dije mirándola mal - solo... No le digas a nadie.

-está bien.

◆◇◆◇◆◇◆

Un niño de pelo azabache bien peinado, ojos de celeste suave y pecas esparcidas por su rostro miraba tontamente a Alexa.
Mi madre hablaba con los nuevos vecinos,  parecían ser buena gente.
La madre;  una psicóloga de cabellos rubios perfectamente lisos,  con pinta de estar en alguna clase hippie de yoga.
El padre; un veterinario que habia sido llamado en su trabajo y había salido corriendo apenas tocamos la puerta.
El chico;  un año menor que yo y un año mayor que Alexa. Al igual que su madre no vestía perfectamente bien,  se veían cómodos para la ocasión, exceptuando por su cabello engominado, todo lo demás era cómodo en ellos.

Nos habían invitado a pasar y mi madre gustosa de los buenos modales acepto sin rechistar. Se veía tan feliz de hablar de otra cosa que no fuera del quirófano y diagnósticos negativos,  que me dedique a pensar que podía hacer en una casa en donde no había nada, solo por ella.
Alexa y el chico parecían hablar animosamente por lo que solo atine a quedarme al lado de mi hermana, mirando la muralla color durazno a medio pintar y un par de papeles esparcidos en el suelo.
-oye tú - dijo el chico pecoso - ¿quieres venir con nosotros al estudio?

-claro - ni siquiera lo pensé,  solo los iba a seguir y jugar en lo que fuera.

-mamá vamos al estudio. -grito

-no rompan nada - luego del grito de su madre se reanudaron las conversaciones de nuestras madres,  escuchándose murmullos.

Alexa tomo mi mano, mientras ella seguía al chico,  ella se aseguraba que yo estuviera con ella.

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2018 ⏰

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