Una vida sin rumbo

Bajo la lluvia

*Hace unos años*

Sólo recordame como la mejor amiga que tuviste-Dijo Vane con su dulce voz.

-Claro que lo voy a hacer boba- Contesté dándole un puñetazo en el brazo.
-Siempre recurri a mi Anne, si?-Escupió en su mano.
-Y vos siempre a mi Vane- Le dije mientras hacia lo mismo que ella y sellabamos nuestra promesa de niñas. La música clasica inundaba el lugar junto a nuestras risas.
Afuera estaba lloviendo.

*Ahora*

Afuera estaba lloviendo. La música clasica inundaba el ambiente junto a los llantos.
Mis lágrimas caían lentamente acompañando las gotas de lluvia, el petricor de la tierra se escabullia por mis fosas nazales. Era el día más abrumador que había tenido, más que los otros.
No lloraba por tristeza, lloraba por la ira, ira de saber que si simplemente hubiera estado ahí para ella, si simplemente la hubiera ayudado...
Todo esto sería distinto y en estos momentos tendríamos un día lluvioso como los de siempre, con dos tazas de té y risas acompañadas del sonido de la música clásica.
En este momento estaba odiando todo eso que me rodeaba. La música clasica, el olor a té, mi casa y la lluvia, en especial la luvia .Todo lo que me hace recordar a ella tiene un significado demasiado grande. No podía soportar más esto, por eso me aparte de la gente.
No podía creer lo que le había pasado, lo que se habia hecho a si misma. Nada justifica su pérdida, la pérdida de mi mejor amiga.
Cuando llamaron esta madrugada me negaba rotundamente a aceptarlo, la había visto hace una semana y estaba como siempre pero con un poco más de ojeras.

Tenía que hacerlo, tenía que leer la carta que me entregó su madre, la que había hecho antes de huir de este mundo.
Mientras mis dedos la sacaban del sobre comencé a darme cuenta de lo detallada que estaba, tenía el perfume que yo le había regalado cuando cumplió 17, era del color que más amabamos y estaba escrita con pluma, si, pluma. Esta vez, las lágrimas eran más bien de recuerdos.
A continuación la carta decia:
"Las cosas que nunca te dije"

Termine en un mar de lágrimas, los recuerdos se volvían a mi y lo hacían en mi contra¿ Cómo pudo ser tan egoísta? ¿Cómo nunca me dijo nada? ¿Tan idiota fui al no darme cuenta lo mal que estaba? No hay soluciones a mis preguntas pero seguro había soluciones a los problemas que afrontaba. ¿Por que todo se ponía en contra de todos? Me siento tan enojada, estúpida, triste y confundida. Ella no pudo hacerse esto, esa no era mi amiga. No se animaba ni a saltar de una escalera, lloraba cuando se golpeaba el dedo meñique contra un mueble, comia la pasta cruda y me hacía reír tanto con cualquier estupidez que decía. Sentía como diez mil cuchillos entraban en mi corazón y punzaban al darme cuenta que era una persona con recuerdos, manías, pensamientos. Era una persona y de un momento a otro dejo de serla. ¿No podía siquiera verla una vez más? No, el tiempo se acabó y ella se fue para siempre.

No sabia que hacer porque ella no se justificaba, en lo único que podía plasmar mis sentimientos era en un papel.
Tomé la lapicera y no puede evitar llorar, aun así, con las lágrimas en la hoja prosegui a escribir:

Bajo la lluvia estábamos y nada nos importaba. El dolor que propaga tu pérdida es más que grande dentro de mi.Solo tenías 23 años, sólo eso cuando nos dejaste. Bajo la lluvia lloró con un sentimiento inestable. Siempre te voy a recordar por lo que diste y no cuando partirste, porque vos nunca partís, vos comenzas una nueva vida en el paraíso. Ahora y siempre te voy a querer. Abrazo tu recuerdo .
Atte: Anne "kimi".

Respire profundamente y ahí es donde me di cuenta de aquello: Vane me dijo en nuestra última visita- ¿Sabes Anne? Siempre fuiste un ángel para mi, espero un día ser el tuyo-