Capítulo 5: "Estás de vuelta"

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Ya era bastante tarde y Eunha se distraía viendo cada rincón del centro comercial, tuvo que salir rápidamente al ver que los locales estaban cerrando.

Había comprado una linda pulsera plateada para Sojeong, sabría que le encantaría, si a ella le encantó es obvio que a Sojeong le fascinará.

Al parecer por tantas luces de colores que había en las hermosas calles de Seúl, Eunha logró perderse fácilmente, y al no saber en dónde estaba entró en un ataque de pánico.

—¿Cómo haré ahora para llegar a casa?— Se preguntaba casi llorando sentada en una banca.— Sojeong debe de estar preocupada por mí, no debí salir, o más bien, no debí distraerme.— Hacía un pequeño berrinche.

Ya cansada de llorar, seguía sentada en la banca mientras pateaba sus pies contra el suelo, aún estaba nerviosa, podía notarse en sus ojos. Estaba haciendo frío, y es lo que la ponía de cierto modo más nerviosa, y comenzó a sollozar de nuevo pensando en lo preocupada que debe de estar Sojeong.

—¿Estás bien?— Una chica con voz dulce se acercó a ella al verla llorar.

La chica gato secó sus lágrimas y miró a la chica que estaba frente a ella. Eunha solo asintió.

—¿Estás perdida?— Preguntó con calma.— ¿Quieres que te ayudemos a volver a casa?

Eunha estaba confundida con "ayudemos" ya que no veía a nadie más ahí, así que supuso que estaba loca. No le confiaría su vida a una maniática.

—Estás sola...— Fueron las únicas palabras que lograron salir.

La chica solo emitió una leve risa, mientras le explicaba que su amiga estaba comprando comida en un puesto.

—¿Recuerdas en que parte vives?— Le preguntaba mientras caminaban con una chica alta.

—Bien, es un edificio café, y enfrente hay otro edificio igual donde venden flores.— Trataba de hacer memoria del lugar, con los nervios algunas cosas lograron olvidársele.

—En unos momentos estarás en casa.— Sonrió.

Esta chica le daba tranquilidad a Eunha, a pesar de que en un principio pensaba que era una loca.

🐈

—¡Eunha!— La alta gritaba desesperada por toda la calle, casi se cae por no fijarse en el camino.

—Ve con más cuidado, podrías lastimarte. —Yerin la tomó del brazo para que caminara bien.

—No puedo ir con cuidado mientras Eunha está en quién sabe qué lugar con personas raras.— Se soltó del agarre de Yerin y continuó con su búsqueda.

—Vamos en mi auto, será más fácil encontrarla.— Sugirió esperando una respuesta de la alta.

Esta solo suspiró y dijo. —Bien, pero es mejor que conduzcas con cuidado.

Recorrieron todas las calles cuidadosamente tratando de encontrarla, era inútil, pero Sojeong no se daba por vencida, quería encontrar a su pequeña.

Le tiene tanto cariño, que ahora no puede imaginarse una vida sin ella, simplemente volvería a la rutina de todos los días.

Ella le daba un giro a su vida, trayéndole problemas y alegría a casa.

-Sojeong, si sigues golpeando la puerta no me dejas concentrar.— Se quejó Yerin por el ruido.

—Lo siento, estoy nerviosa.— Suspiró y colocó sus manos en sus rodillas para tranquilizarse.

—Solo, mira por la ventana y trata de buscarla.— Sugirió y la chica le obedeció.

La noche fue tan larga y agotadora, Sinb se quedó dormida en el asiento trasero del auto, Yerin vigilaba el auto, y Sojeong estaba buscando a Eunha en un parque, sin encontrar nada.

Estaba cansada, con sueño y con hambre. No le interesaba eso, quería encontrar a Eunha a como dé lugar.

—¡Eunha!— Gritaba por todos lados.

Estaba casi obscuro y ya no había mucha gente.

🐈

—Muchas gracias por traerme a casa.— Abrazó a las chicas.— Pero creo que mi dueña aún no está en casa.— Dijo mientras miraba la ventana y estaban las luces apagadas.

—¿Tu compañera?— Se burló la chica alta que estaba junto a la otra chica.

—Más bien tu novia, ¿No?— Insinuó la chica de cabello castaño riendo un poco.

Eunha al escuchar la palabra "novia" se sonrojó demasiado y negó.

—No, ella es como mi familia.— Aclaró. —Aún no me han dicho sus nombres.— Preguntó tratando de esquivar ese momento vergonzoso.

—Yo soy Yewon, y ella es Yuna.— Sonrió amablemente.

—¿Quieres que esperemos aquí hasta que llegué tu dueña?— La última palabra fue un tanto incómoda de decir.

—¡Sí! No me gusta estar sola.— Sonrió.

🐈

—Listo, perdí a Eunha.— Dio una leve risa de decepción mientras miraba por la ventana.

—No te preocupes, por la mañana buscamos mejor.— Dijo Yerin para tranquilizarla.

Sojeong solo sonrió y seguía mirando por la ventana con una pequeña esperanza de encontrar a Eunha, pero fue imposible.

Cuando recobró el sentido del tiempo ya estaban llegando a casa.

—¿Quieres que esté contigo?— Preguntó Yerin antes de bajar del auto.

—No, tienes que llevar a Sinb a dormir, pero gracias. —Sonrió y bajó del auto.

Caminó con la mirada baja hasta llegar a su apartamento. No tenía ánimos de mirar bien el camino y casi se golpea con la pared.

—¡Sojeong!— Gritó de repente y sintió un gran y cálido abrazo. —Te estuve esperando, tengo hambre.

Era Eunha, el corazón de Sojeong de detuvo por un momento bloqueando todo lo que decía la chica gato.

—Eunha.— Interrumpió a la chica para volver a darle un gran abrazo, sus ojos estaban cristalinos.— Creí que no te encontraría, ¿Dónde estabas?

—Yo... Fui a dar un paseo y me perdí.— Sonrió.— Por cierto, ellas me ayudaron a llegar.— Señaló a las dos chicas que estaban detrás de ella presenciando el momento.

—¡Muchas gracias por traer de vuelta a Eunha! Yo... no sé cómo pagárselos, muchas gracias.

—No hay problema, fue un placer ayudar a esta linda chica a volver, se veía muy triste. —Habló Yuna y acarició el hombro de Eunha.

—Tenemos que irnos, fue un placer ayudarte Eunha. —Sonrió cálidamente Yewon.

🐈

—Eunha, prométeme que no volverás a salir sin mi autorización.— Dijo Sojeong mientras acomodaba su cama para dormir después de un día agotador.

—Lo prometo.— Sonrió.— Por cierto, te compré esto.— Le entregó una caja de terciopelo con un listón dorado.— Tomé un poco de tu dinero, pero te lo pagaré pronto.

Sojeong sonrió, estaba curiosa por saber que había, así que la abrió para llevarse una linda sorpresa.

Una pulsera plateada, muy hermosa por cierto.

—Es muy linda.— Miró a Eunha con una sonrisa.— Y no te preocupes por el dinero, lo importante es que estás de vuelta.— La volvió a abrazar.

—Y Yewon dijo algo raro. —Recordó una vez que estaba en su cama.

—¿Qué?

—Dijo que si eras mi... Mi novia.— Soltó rápidamente y sus mejillas estaban que explotaban.

—Eunha, deja de decir tonterías y duerme. Mañana tengo clases.— Evitó el tema y apagó las luces para finalmente dormir.

Gatitas y Collares (Wonha) 𝙝𝙮𝙗𝙧𝙞𝙙 𝙖𝙪!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora