Capítulo 7: "Lo dije"

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Los días pasaban rápido como de costumbre, y ahora eran días incómodos, tanto para Sowon como para Eunha. Ambas tenían claro sus sentimientos, pero ni siquiera sabían cómo decirlo y con cada conversación que tenían trataban de decir todos sus sentimientos pero era inútil, era como si un nudo en la garganta se les formara automáticamente.

Para Sojeong era aún más difícil, ya que era la mayor y se suponía que con su madurez debería de decir las cosas con más naturalidad y de golpe. Pero esto es difícil para ella, jamás ha confesado su amor por nadie. Ni siquiera por Im Nayeon, su ex compañera de clases que tuvo que irse a vivir a Japón por cuestiones de trabajo de su padre. Fue duro despedirse de ella y nunca decirle lo que sentía, pero ahora tenía a Eunha y no quería echar las cosas a perder las cosas.

—Sojeong, tengo que decirte algo importante.— La chica gato sacó de sus pensamientos a la mayor haciendo que la mirara dejando lo que estaba haciendo.

— ¿Qué pasa?— Preguntó dejando a un lado su libro.

—Yo...— Suspiró, sus ojos brillaban demasiado al ver a la alta. — ¿Puedo ir con Sinb? Ya sé dónde vive, no me perderé esta vez.- Sonrió.

Sojeong se burló ante su cara con un pequeño puchero y aceptó.

La pequeña se paró de su asiento, tomo un abrigo, una gorra y una pequeña bolsa y abrió la puerta para salir de ahí no sin antes dedicarle una linda sonrisa a la mayor y decir unas breves palabras que dejaron sin habla a la mencionada.

—Me gustas Sojeong.— Fue lo que dijo y salió corriendo de ahí riendo. Riendo feliz de que por fin lo dijo y no fue tan difícil como pensó, pudo sacarse un gran peso. Estaba demasiado feliz y quiere compartir su alegría con su mejor amiga.

[...]

— ¿Estás segura de que escuchaste bien?— Yerin decía sorprendida desde el teléfono.

—Estoy cien por ciento segura de lo que escuché, jamás miento y tú sabes eso... Además, ¿por qué mentiría con eso?— Suspiró del otro lado del teléfono.

Yerin soltó una pequeña risa por lo confundida que llegó a estar su amiga y no lo pudo contener.

—No te rías en estos momentos, Yerin. ¿Qué hago?— Pedí una vez en la vida un consejo que fuera serio a la menos indicada y esperaba que fuera bueno.

—Dile lo mismo.— Se encogió de hombros.— Dirás que soy una boba pero...— La mayor la interrumpió.

—Lo eres Jung Yerin, lo eres.

—A lo que voy es que, si ella ya te lo dijo, ahora es tu turno. Ella ni siquiera sabe que le gustas, por eso salió corriendo de casa después de decirlo.

Sojeong se quedó en silencio por unos momentos.

Tal vez tenga razón, Sojeong ni siquiera ha dado una mínima señal de que le gusta.

Lo hará, le dirá igual que le gusta.

El problema es ¿cómo?

—Yerin, eres la de buenas ideas. Algo estúpidas, pero buenas. Dime.— Pidió su ayuda por segunda vez.

Estoy rompía el récord de jamás pedir ayuda a alguien. Sojeong acaba de perder uno de sus récords más preciados.

Eso significa el gran amor que le tiene a Eunha.

[...]

—Que bien que por fin se lo dijeras.— Dijo Sinb mientras comía un panecillo sin prestarle demasiada atención.

— ¡Sí! Pero salí corriendo de ahí, después me moriría de la pena.

—Así como te morirás de la pena cuando regreses a casa y la veas.— Se encogió de hombros.

Eunha asintió y después entró en razón.

Es verdad, morirá de vergüenza cuando llegue a casa y vea a Sojeong. Ni siquiera será capaz de dirigirle la palabra.

Pero ya lo hizo, ya habló y no se arrepentiría de eso.

Creía.

Gatitas y Collares (Wonha) 𝙝𝙮𝙗𝙧𝙞𝙙 𝙖𝙪!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora