Letras y más

Atención

¿Qué me llamó la atención de ti?
Fue que sobresalías del resto de la gente común y corriente, tu independencia, la forma de ver y analizar las cosas, esa actitud frente a la vida, el cómo sabes hacer tierra en los momentos volátiles, poner paños fríos en momentos de tensión y la palabra correcta para calmar toda tempestad.
Desde el minuto uno, supe que no eras como el estereotipo que camina por las calles, todas iguales casi uniformadas. Eres única. Eso, dentro de tus otras cualidades son las que hicieron no alejarme de ti ¿Por qué ser como el resto? Si juntos podemos romper paradigmas y ser la mejor versión de nosotros mismos, generando choques y quiebres a quien nos vea, porque no seguimos el común de la norma. Somos nosotros mismos, felices. Ninguna historia romántica comenzó perfecta, ¿Cómo sería si lo fuese? Monótona.
Pero cuando las cosas cuestan, se valoran más, se arraigan más en nuestra piel y son más difíciles de desprender, aunque los brazos pesen, los ánimos decaigan o la fuerza se esté acabando. Siempre estará el otro, ese compañero de vida que estará ahí para darte la mano tantas veces como se las has dado para acompañarte en este hermoso camino.
De eso se trata, acompañarnos en momentos difíciles e incluso alentarnos a no decaer, esos momentos son los que más vamos a guardar en nuestro corazón tanto como todos los momentos alegres vividos. Los anotamos en nuestra bitácora de navegación por un mar lleno de sorpresas. Esperando llegar a un puerto y recalar para siempre 

- Joaquin Cea Salas