Mi Confesión NO es como yo quería

Capítulo 13: Un día.

Kuro no pudo dormir toda la noche, pues ahora estaba seguro de sus sentimientos, él estaba enamorado de Hanako. Pero se odiaba a si mismo siquiera por pensarlo.

Y se molestaba aún más por pensar solo en eso. Hasta que recibió una llamada de su mejor amigo del salón, Koji.

-Kuro ¿Dónde estás?

-En mi casa- dijo mientras aplastaba su cara en la almohada

-Ven con nosotros, vamos a salir

-¿Por qué deberí­a?

-¿Por qué? ¡Pues porque es fin de semana tonto! y dijimos que irí­amos al karaoke con unas lindas chicas Sasuke, Takumi, tu y yo ¿Qué ya lo olvidaste?

Kuro recordó que hace más de un mes habían planeado esta cita.

-Diablos lo habí­a olvidado

-¿Lo olvídaste? ¿Cómo pudiste? - dijo el molesto, pero después comenzó a molestar a Kuro- ¿No será que tu novia se enoja si te ve con otras chicas?

Kuro trago saliva instintivamente pero después se molestó consigo mismo por pensar en Hanako.

-No, esta bien mientras ella no se entere- mintió, la verdad es que si ella lo viera le daría igual lo que él hiciera.

Y pensar en eso le dolí­a más que engañar a su supuesta novia

Después de eso hablaron sobre donde serí­a la reunión y todo lo que se necesitara saber entre hombre, cuando van a ver chicas lindas.

Kuro se presentó en el lugar y hora indicada encontrandose con sus amigos rápidamente y no mucho después con las supuestas chicas invitadas.

Y ellas se veían encantadas con ellos cuatros, y claro, por qué no hacerlo si ellos eran los chicos más populares de la escuela.

Una de las chicas hizo obvio que se había enamorado de Kuro por completo, y el mostraba inocencia, aunque él ya lo habí­a notado. Así­ que él se le acerco para poder comenzar a hablar hasta que simpatizaron.

Sus amigos estaban viendo al mismí­simo Kuro casanova, haciendoseles raro su actitud, pues él ahora tenía novia, pero no parecí­a importarle en lo más mí­nimo.

Y mientras el grupo de ocho personas iba caminado en la calle, la chica tomó del brazo a Kuro y recargo su cabeza sobre su hombro, Kuro solo sonrió.

-Chicos adelantense al karaoke, Kuro y yo queremos comprar unas crepas- dijo la chica

-Esta bien - dijeron sus amigas mientras jalaban a los chicos y ellos solo veían Kuro con duda

Él sabí­a lo que le querían decir, pero el fingió no verlos.

Kuro y la chica caminaron a un parque donde estaba un puesto de crepas y se formaron para poder pedir sus crepas.

Ella comenzó a jugar en la palma de él mientras le susurraba cosas en el oído, y Kuro como todo un experto en el ligue, sabí­a que si se aplicaba en este momento podía besar a la chica.

Ellos sigueron cos su juegos de insinuación hasta que finalmente llegaron al mostrador y justo cuando él iba a pedir dos crepas, una voz bastante familiar sonó.

-Me da una crepa

- ¡Oye no te metas en la fila! - dijo molesta la chica

Kuro por su parte tenía miedo de girar hacia su derecha, pero no pudo evitarlo tenía que hacerlo.

Y así­ es, justo al lado de él estaba la ruda Hanako como si nada.

Ambos se quedaron inmóviles, era obvio que ella ni siquiera lo habí­a visto pero el temía por su vida en ese momento.