Capitulo 1- Ex-novio convicto

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Leslie:

—Joel, te pido por favor que me dejes de una vez.

Le rogué una vez más al chico que tenía en frente de mi. Se formó una sonrisa cínica en su cara.

—¿Por qué? Creía que disfrutabas.

—¿Cómo voy a drisfrutar? ¡Eres tú el único hijo de puta que disfruta!

Antes de decir otra cosa, Joel me endiñó un golpe en la cara para que cayase y caí al suelo.

—No digas eso, hombre... —se agachó para tenerme más cerca, ya que yo me encontraba tirada en el suelo. —aquí nos divertimos los dos.

Rió cinicamente.

—Asqueroso —murmuré.

Joel es un cínico narcisista que maltrata a chicas como yo, no sé en qué momento pude fijarme en él..., lo hice cuando tan solo jugaba su papel para ganarme.

—Eh, Leslie, vamos a jugar a un juego mucho mejor.

Esto suena a mierda.

Joel llegó al salón, yo me levanté del frío suelo y al levantar la vista pude divisar a Joel, que me miraba con una sonrisa mientras sostenía un cuchillo con su mano derecha.

—¿Q-q-qué vas a hacer con eso? —dije señalando lo que sostenía en su mano mientras temblaba de miedo.

—Cocinar pavo —dijo sarcástico. —¿Tú qué crees, bonita?

No podía creerlo, Joel iba a matarme, Joel quería matarme.

Salí corriendo hasta la puerta pero Joel fue más rápido y me bloqueó la salida.

—¿Dónde ibas, Leslie? —dijo aún con una sonrisa satisfactórica.

Corrí escaleras arriba y pude escuchar los pasos de "mi asesino" a mis espaldas, siguiéndome. Me metí en uno de los cuartos de la planta alta y cerré la puerta con pestillo.

—¡Sal de ahí! Venga, vamos a divertirnos. —Gritó desde el otro lado de la puerta mientras daba golpes a esta.

No respondí y saqué mi móvil del bolsillo, marqué el número de la policía y rápidamente me contestaron.

Les conté qué ocurría y dónde, luego se escucharon más gritos por parte de Joel, que seguía luchando contra la puerta del cuarto en el que me encontraba, estaba aterrada. Es cierto que Joel siempre me ha agedido de diversas formas, pero jamás pensé que llegaría a cometer un homicidio.

—¡He dicho que salgas de una mdita vez de ahí! ¿¡Es que quieres hacer las cosas por las malas!? —Exclamó.

En cuestión de segundos, un grupo de patrullas se escuchó acercarse hasta mi casa.

Escuché maldecir a Joel.

—¡La casa ha quedado rodeada, salga con las manos en alto! —gritó un policia desde un megáfono.

Escuché a Joel salir corriendo escaleras abajo. Salí del cuarto y al bajar las escaleras, salí hasta la calle, donde se encontraban un grupo de coches policiales en frente de mi casa, apuntandome con sus armas. Quedé asustada.

Un policía venía con Joel. Exposado y comentó que yo era inocente y que Joel era el culpable, todos bajaron sus armas y yo me acerqué a Joel.

—Idiota inmaduro, te lo mereces —le escupí.

—Vas a pagar por esto, que no te quepa duda —dijo Joel mirándome con rencor y odio.

— Usted tiene derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga podrá ser usada en su contra ante un tribunal. Tiene derecho a consultar a un abogado y/o a tener a uno presente cuando sea interrogado por la policía. Si no puede contratar a un abogado, le será designado uno para representarlo —se escuchó decir por parte de un policía quien metió a Joel en el coche patrulla.

Joel me miraba como si quisiera matarme.

Un policía se acercó a mi y empezó a hablar.

—¿Se encuentra usted bien?

—Sí, muy bien, gracias.

~~~

Dos días atrás de la detención de Joel Marin, mi ex-novio convicto, mis padres decidieron en hacer una mudanza para que, así, cuando Joel pudiese andar en libertad, no pudiese encontrarme.

—¿Están listas las maletas, hija? —preguntó mi padre.

—Sí —respondí.

No nos mudamos muy lejos, ya que tendríamos que ir al juicio entre Joel y yo.

—Pues venga, chicas, todas al coche.

—¡Papi! —reprochó mi hermano pequeño de cuatro años, Ian. —yo soy un chico, no soy una chica.

Todos reimos ante su comentario.

Mi hermano pequeño es muy adorable y gracioso. Ahora mismo se encontraba con sus mejillas inchadas, aguantando el aire y con sus brazos cruzados. En pocas palabras: en posición de enfado.

—De acuerdo, entonces, chicas y —miró a mi hermano —chicos. Todos al coche.

Mi hermano sonrió alegremente y todos nos encaminamos hasta el coche.

Nuevo hogar, nueva vida.

Todo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora