Me encontraba sentada en el asiento trasero de mi coche, acompañada de las canciones que proporcionaba mi iPhone mientras miraba las estupendas vistas que había desde la ventana del coche. Mi hermano pequeño, Ian, se quedó dormido en su asiento especial, después de una larga sesión de canciones infantiles cantadas por él.
Mi padre cortó el silencio que hubo en el coche.
—Ya estamos llegando hasta nuestro nuevo hogar, chicos —dijo con entusiasmo.
Era cierto, en menos de un minuto ya estábamos estacionando en frente de una hermosa casa, muy grande y su exterior era de color blanco con ventanas adornadas de hermosas macetas donde había flores de diferentes colores colgando de ellas.
—Me encanta nuestra nueva casa —dije sorprendida mientras salía del coche.
—Me alegro que te guste, hija —comentó mi madre mientras cogía en brazos a mi hermano.
Cogimos las maletas y nos adentramos a nuestra enorme y nueva casa.
El salón era grande y espacioso, no estaba muy amueblado así que no podría explicar con más detalles como es. Su estado dejaba mucho que desear a la imaginación, pero con unos pequeños arreglos quedaría mucho mejor.
La cocina era pequeña pero justa. Me gustaba así, tampoco hay mucho que contar. El fregadero estaba a la izquierda y lo demás a la derecha.
Ahora sí, lo que de verdad me importaba: mi cuarto.
Subí las escaleras y tras un estrecho pasillo, se encontraban dos puertas. Al abrir una de ellas, se encontraba una especie de despacho, por lo que supuse que la otra debía ser mi cuarto, y así era. Mi cuarto era normal, ni muy grande ni muy pequeño, las paredes eran de color blanco y a la derecha se encontraba la cama. Arriba de la cama había una repisa donde colocaría mis libros. A la izquierda se encontraba un armario bastante grande. Dejé la maleta sobre la cama y la abrí para coger la ropa y dejarla en el armario.
—Hola hermanita —saludó mi hermano a mis espaldas, soñoliento.
—Hola Ian. ¿Te gusta la casa nueva?
—Sí, mucho.
—Me alegro.
—¿Esta va a ser nuestra casa para siempre?
—Sí, para siempre.
—¿Y por qué nos hemos mudado?
Me acerqué hasta mi hermano y me agache para ponerme hasta si altura.
—Para cambiar de aires —mentí.
No iba a comentarle a un niño pequeño el por qué de nuestra mudanza.
—¿De aires? ¿Hay aires diferentes? yo noto el mismo.
Reí ante su comentario, mi hermano no entendió aquello, bueno, era solo un niño.
Llegó la noche y, después de una ducha y una cena, me fui a mi cuarto a dormir. Mañana me esperaba un primer y agitado día de instituto.
~~~
No lo podía creer, iba a llegar tarde a mi primer día de instituto. Cogí la ropa y me la puse en menos de un minuto. No tenía problema en cuanto a ducharme, ya que me duché ayer por la noche, en lugar de ello, me eché agua fría en la cara para despertarme y me peine con una cola alta. Me puse eyeliner en nos ojos y una capa de máscara de pestañas para así, coger una manzana e irme al instituto después de despedirme de mis padres. Mi madre me dio unas indicaciones sobre cómo ir al instituto y las seguí.
Tan solo quedaban tres minutos para que empezaran las clases y ya llegaba tarde.
El primer día tarde.
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Todo o Nada
RomanceAiden Smith es un chico que ha tenido que sufrir bastante, no le encuentra sentido a la vida y odia prácticamente a todo ser humano. En cambio, Leslie Mabson es una chica que aprobecha cada segundo de su vida y es bastante amugable con todos, es dif...