Leslie:
—Después tengo partido —comentó George —. ¿Iréis a verme, no?
—Claro, ¿por qué crees que no? —preguntó Tom.
—Yo iré —escuché decir a Lauren.
—Cuenta conmigo también —dijo Daniel.
Todos posaron sus miradas en mi esperando mi respuesta.
Si les decía que no, quedaría como la mala del grupo; si les decía que sí, me aburriría como una ostra ya que mi afición no es el fútbol, precisamente.
—Yo..., ¿fútbol? uhm... —Balbuceé.
—Vamos, Leslie, di que sí. Tan solo te cogerá unas horas de tu vida —Intentó convencerme Tom.
—Y después iremos a tomar algo —comentó Daniel.
Lo pensé por un momento, ¿qué más daba pasar un tiempo con estos chicos? Finalmente acepté.
—Está bien, iré.
—Así me gusta, Leslie, verás como no será tan aburrido —dijo George mientras pasaba su brazo por mis hombros.
~~~
Cogimos sitio y esperamos a que el partido empezara.
—Estoy algo nerviosa, llevamos una mala racha en los partidos —dijo Lauren.
—¿Sois malos en el fútbol? —pregunté.
—Eso, o que los demás son muy buenos.
Ambas reímos.
El partido comenzó y nuestro equipo no comenzó nada mal.
—¡Vamos, George! —gritó Lauren y yo me puse una mano en la oreja. Joder, si que gritaba esta chica cuando quería.
Alguien del otro equipo le puso una zancadilla a alguien de nuestro equipo e hizo que se doblara un pie.
El chico herido pasó al banquillo y el otro chico que estaba en el banquillo pasó a jugar al campo. El famoso Matt Thomson.
—¡Mira, es Matt! —exclamó Lauren.
—Creo que no soy ciega y mucho menos sorda, Lau.
Lauren hizo caso omiso a mi comentario ya que quedó muy entusiasmada con el partido, sobre todo cuando algunos de los chicos que jugaban se quitaron las camisas.
Matt marcó un gol, pero aún así estábamos perdiendo. Vamos 1-3, y el partido va a acabar pronto.
—¡Matt, Matt, la pelota, joder, la pelota! —gritó mi amigo Tom, quien Estaba a mi lado y gritaba mucho más fuerte que Lauren.
¿Me habré quedado sorda? No, aún no.
Matt cruzó su mirada con la mía y sonrió.
Rodé los ojos.
Y en los últimos diez segundos del partido, Matt volvió a marcar un gol.
El partido acabó y el marcador quedó en 2-3, nuestro equipo ha perdido.
—Siempre perdemos, joder —gruñó Tom.
—No te pongas así, que tan solo es un juego —Lo animé.
No mentí, yo siempre pienso que llorar o enfadarse por un partido era algo ridículo, tan solo es un juego, no se trata de tu vida.
Mi amigo bufo pesadamente y salimos allí.
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Todo o Nada
RomanceAiden Smith es un chico que ha tenido que sufrir bastante, no le encuentra sentido a la vida y odia prácticamente a todo ser humano. En cambio, Leslie Mabson es una chica que aprobecha cada segundo de su vida y es bastante amugable con todos, es dif...