Strangers

LOVERS

Jason aún recordaba los buenos tiempos.

Aquellos en los que era Red Hood, el solitario y sádico vigilante, aquel que era reconocido por hacer lo que Batman nunca se atrevió a hacer.

Pero ahora, eso quedó como buen recuerdo, todo cambio...

"Deberíamos de pintar la entrada de azul, o algún color brillante." Claro murmuró.

Todo había cambiado.

Jason suspiró resignado, como Carajos había terminado así, discutiendo con el hombre más fuerte del planeta acerca de color para su... ¿refugio? Si, hogar no suena como algo de Red Hood.

"Esto es estúpido. Son putos colores, porque debemos darles importancia." Jason casi gritó, empujando la estúpida libreta de colores.

"Jay... es algo importante, después de todo, este lugar será de ambos." Claro dijo mirando con tristeza a Jason. "Creí que te gustaba pasar tiempo conmigo... de esta manera."

Estúpido, mil veces estúpido.

"¡Vete a la mierda! Eres Superman, soy la Red Hood, tenemos muchas más cosas importantes que estar aquí, como unos idiotas, discutiendo por jodidos colores. Me importa una mierda como se vea esto. No entiendo porque darle importancia a algo tan imbécil." Jason gritó, mirando con asco su alrededor.

Iban a vivir juntos, bueno, después de un años y tres meses de relación, es normal. Pero esto, es aparentar lo que no...

"...Lo siento, es sólo que yo -- yo-- siempre soñe con esto, planear cada paso, cada color, las cortinas, los deberes, compartir todo eso con la persona que amaría totalmente. Como mis padres lo hicieron."

Jason bajo la mirada. "Tus padres Clark, pero los míos, a mi no me importa que color sea la puta casa, lo que importa... es tener un techo encima de mi cabeza." Jason murmuró lo último, como si se tratara del secreto más íntimo.

Ambos quedaron en silencio.

Clark comenzó a reír. Una risa suave e inocente. "Esto es ridículo, pero, creo que estoy tan enamorado de ti, de tu corazón débil pero determinado, tu compasión, tu amor... quiero darte de todo Jason. Sé que somos diferentes, pero quiero demostrarte mi amor. Llenarte del amor que tú familia, y Bruce te negaron. Deja compartir cada momento contigo. Mostrarte mi forma de amor honesto."

"Pero yo no soy así... esto-- me recuerda cuando Alfred me dio mi habitación. Le dije que podría quedarme allí para siempre..." Jason dijo con melancolía. "Ambos vivimos en un peligro, en cualquier instante podemos vernos... y lo último que quiero es un recuerdo al que no pueda volver. "

Clark río. "Yo quiero lo contrsrio, se que tú corres más peligro, pero si este lugar es de ambos... se que tendrás un lugar al cual volver, se que aunque te desangres pensarás en mí y este lugar." Clark sonrió. "Eres demasiado joven, pero Jason... tienes lo que Bruce nunca tendrá."

"...¿Que cruce la línea?"

Clark negó. "Tienes un corazón que siente más que cualquiera en la tierra. Lo se, porque..." Clark se acercó, inclinándose para que su odio quedará a la altura del pecho de Jason. "... porque puedo sentirlo cada vez que late."

Jason no dijo nada, no había nada que pudiera decir. Pero temía. Tenía miedo de que esto fuera solo un sueño.

Dios, estaba en una relación con Clark.

Después de una tortura, que el mismo Joker le hubiera encantado ver. Terminaron con la casa, era buena, tal ves la seguridad era demasiada pero no se podían arriesgar.