Se escucha un susurro llamándole,
- Ella, con confianza - Eii.! Eeii.!! Tu. Olle!! -
- El, contesta con gran duda - Eii, todo bien.!? -
- Ella, pregunto abrazando sus piernas - ¿Te gustaría conversar conmigo!? -
- El, contesta pensativo - Voy de prisa a la escuela, pero... Unos minutos estaría bien...Mientras se acercar piensa en lo que estaría por decir, el es de las personas que le gusta dar la primera buena impresión, aunque no tendría mucho tiempo.
Al acercarse nota un pequeño rastro de negatividad en el ambiente, algo demasiado raro, pero no se a olvidado del lugar donde estaban.
Su rostro demasiado perfecto, con los ojos más hermosos que el ser humano podría presenciar, una bufanda roja que rodea su cuello, perfume a lavanda, una blanca y pálida piel al igual que su campera. Rasgos y pecas en su rostro acompañado de un oscuro cabello que resaltaba en la sombra de los árboles a su alrededor. Hermosa creación de la naturaleza humana, tan hermosa como las praderas y sus hierbas, como la tormenta y sus fuegos artificiales.Con un cigarrillo entre los dedos de la mano derecha, escondidas por el frío de la noche.
Al acercarse le hacía más difícil dejar de mirarla, que hasta parecía enamorado de ella completamente, mudó por no querer decir algo patético, tratando de no espantarla.
Un beso en la mejilla, tan lento y ruidoso que parecía el llamado a un animal, lento para disfrutar de su perfume atrapante.
- El - Dime, en que puedo ayudarte? -
- Ella, con una voz dolorosa - Estoy demasiado solitaria y nesesito gente en mi vida. Si estas apurado ve, no me molesta. -
- El, con su cálida sinceridad - ¡No te preocupes, esta bien. Tengo tiempo aún! -
- Ella - Seguro!? No quiero que tengas problemas por mi. -
- El, con una sonrisa - No ai problema, todo por una buena acción.7:40, 8:15, 8:40, 9:30, 10:40 y el seguia contando sus historias. Tratando de sacarle un sonrisa a ella, lo logró.
- El - Aún no me as dicho tu nombre, me mata la intriga.
- Ella - Mi nombre es Pamela, vivo en un campo de aquí a 15km. No es tan lejos de aquí.
- El - Y que haces aquí!? Aún no son vacaciones.!
Antes de que ella contestase, dio una mirada al suelo, y entre susurros dijo...
- Me e escapado de casa. Mi padre me a golpeado, mi madre no para de gritar. Decía cosas extrañas, gritos que desgarraban mis oídos. Y no quiero volver. Tengo miedo, escuché las sirenas cuando llegue a unos kilómetros de casa. Creó que algo paso, creó que le pasó a mama. El le hizo algo, estoy segura -La conversación se ponía más impactante a cada palabra que decía ella, se esfumaron las sonrisas de los dos. Sin pensarlo dos beses El se ofreció a resguardarla en su casa ya que esa noche no estarían sus hermanos otra vez, enfocados en lo que estaban haciendo antes de que partiera.
- El - Ven a casa, tengo lugar por esta noche. Mis hermanos no están. Puedes quedarte, no tengo ningún problema. Vamos, te daré de cenar.
- Pamela - Estas seguro?, no quiero ser molestia para tus padres. No quiero que tengas problemas por mi culpa.
- El - Vamos. Hace demasiado frío para que te quedes aquí sola.El viento pesado y los oídos y sus manos congeladas por el mal clima comenzaron a ser un problema, ya que el vivía demasiado lejos.
- Pamela, con vos muy alta - Cuanto falta para llegar!!?. Es muy fuerte el viento jaja.
- El - Aún queda un par un cuadras. Vamos más rápido. Corre!!!!!Sería demasiado infantil si lo vieras, pero por lo que ella paso es bueno que alguien le cambie un poco el estado de ánimo, aunque sea brevemente.
Al llegar a su casa, oscura y apartada de la sociedad, miraron sus caras y se reían por lo ocurrido minutos antes. El amable le ofreció un vaso de agua mientras hablaba con su madre para que ella se quedará con la cama de Diego. Aceptó la propuesta después de 3 minutos de llenarle la cabeza a su madre que ayudaba a su hermano más chico a hacer la tarea. Buscó un plato y sirvió lo que quedó del almuerzo, la suerte de ella que eran unas cuantas porciones de pizza. Su padre preguntó por quien estaba merodeando . - Soy yo!!. - Le dice con sensación de molestia gritando desde su habitación.
- El, nuevamente con esa sonrisa - Ponte cómoda. Mi casa es tu casa. -
- Pamela - Olle, agradezco todo esto. Eres una muy buena persona y te respeto demasiado - Con una voz tan dulce y llamativa hablaba, mientras el la miraba con tanto afectó, como si la amara desde niños... Aún no se atreve a pasarse un poco de listo, tratar de hacerla entender que le interesa más aún.
Se dice a si mismo - Tranquilo, no es un buen momento...
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Tan Así
Teen FictionInspirado por las melodías del viento, la humedad de la soledad y el humor de la noche.