Al otro dia...

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Saber que traer a una chica desconocida a casa es algo no muy extraño para su familia, jamás dejó que una de sus amoríos entrara a la casa, por más normal que parezca (no era muy bueno con las relaciones), su madre piensa que es muy desordenado, y vaya que tiene razón. Su cabeza esta en otra parte del universo, hasta ya le había olvidado que día es hoy, no le pregunten.

Al despertar miro para la cama de su hermano, creyendo que es temprano podría mirarla descansar, quedó impactado por ver la cama intacta, ella ya no estaba. Creyó que podría estar en el baño, se quedó más tranquilo y esperó unos minutos, nunca apareció. Se levantó para la cocina creyendo que seguía aquí, no estaba. Su madre se tomó la molestia de preguntarle que me pasaba, estaba raro.
- Mama - No venías acompañado anoche!?? Por que no había nadie antes de irme a la cama yo también... No quise despertarte -
Tratando de entender lo que en el momento estaba pasando, su cabeza ya comenzaba a explotar, sentía algo en su estómago, un nudo en la garganta, su madre tenía razón, estaba raro.
- El, diciéndole con sarcasmo - Perdón mama! Te e hecho una broma. Pensé que no me creerías. -
- Mama - Eres un tonto, no me pidas más favores. -

Entró de nuevo a su habitación, ya creyendo lo que pasaba, seguro se fue sin avisar, capas que estaban todos dormidos. Demasiado prolija ella al dejar la cama como estaba, ningún rastro de su perfume, demasiado patético al acercarse a olfatear la almohada. Comienza a vestirse para salir a buscar una respuesta, otra vez frío en la ciudad.
Caminando por las calles preocupado sin saber por que, ¿cual fue el motivo de despedirse sin avisar!?, tampoco conocía a alguien que la conociera o que la haya visto pasar, justamente ni los pájaros querían salir a alimentarse por el clima frío en la ciudad. Caminando dando vueltas por las calles desoladas por el frío de a poco comienza a despreocuparse, se siente medio estúpido al buscarla por horas, creó que ya siente algo grave. Ya sin forma de entender lo que le sucedía volvió al parque donde la vio por primera ves sintió otra vez esa misma sensación de negatividad debajo de ese árbol, escalofríos por todo su cuerpo. Tomó su celular, trató de dar con sus redes sociales sólo con su nombre, tirando dados a la suerte para ver si encontraba algo útil, pero había fracasado en las dos búsquedas.

Era demasiado obvio que no iba a encontrar algo, el ya lo sabía,
- Que es lo que estoy haciendo, que me sucede, que me a hecho esta chica. -
Con un tono dudoso y agresivo a la vez, la primera vez que siente algo real. Es normal en la juventud sentir amor a primera vista, demasiado extraño para su forma de tomar las cosas.
Volvió a casa, con ese nudo en la garganta, esa preocupación y enojo a la vez, tratando de olvidarse un poco comenzó a completar sus cosas, contactarse con sus compañeros de escuela para que le pasen lo que habían hecho la noche anterior.
Su carpeta lista, no mucho faltaba para su partida al colegio, toma una ducha y algo de comer y hasta luego familia.
Caminado aún maquinando su cabeza pensado si estaría ella otra vez en el mismo parque donde la encontró, quejándose por haberse frenado a hablar con ella la noche de ayer. A unas cuadras antes del mismo parque se encontró con unas de sus compañeras, la cual una de ella estaba interesada en el, sus dos amigas Camila y Florencia también estaban allí.
- Camila - ¿Vas a la escuela Kodii!? Hoy tenemos prueba de física, no quieres faltar verdad!?
- Florencia - Es cierto, tu tienes floja esa materia, te vendría bien una buena nota -
La mujer interesada en el de nombre Candela también opinó de la misma forma.
- Candela - Vamos Kodan, si querés te puedo ayudar, soy buena en esa materia... -
- El, con calma - Yo iré un poco más tarde, estoy esperando a unos amigos. Voy en unos momentos -
- Candela, entre risas- Te voy a esperar okey!? jaja!! -

Al fin se fueron, tomó curso hacia la plaza, sin esperanzas que estuviera de la misma forma que la encontró la noche de ayer, escondida debajo de ese árbol oscuro y de muchas hojas, con una sombra tenebrosa y pasiva.
Al llegar alzó la mirada a todas partes, aún sin esperanza, dejando para el último el asiento y el árbol. El viento tranquilo que golpea la tapia que cubre la parte de atrás de la plaza, se escucha de fondo una pequeña vos que cantaba una canción de Guns n' Roses. Atraído por la melodía con las ancias de que fuera ella la que cantara esa hermosa canción, se tropezó con la el pedazo de cemento que sobresalía del suelo. Sin tiempo para caerse camino en menos de cinco segundos la mitad de la cuadra, y no era ella. La mujer que cantaba era la madre de mi compañero, la cual no tenía idea que vivían en ese lugar.

Ya sin más que esperar, la luz del sol desapareció del cielo y ya iba tarde otra vez a la escuela, caminando lentamente por el parque, sin ganas de irse. En verdad creyó que era su canto, pero estaba demasiado mal como para cantar ese tema, que se repetía como la alarma de los autos en las playas de estacionamiento.
- Pss. Olle. Eii. Olle -
Su corazón sintió una satisfacción inexplicable, lo cual la primera vez ella lo llamó de esa misma forma. Al girar, explotó en silencio su emoción, allí estaba, sentada abrazando sus piernas, de la misma forma que ayer...

Tan AsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora