👅Daddy👅

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***Alerta de contenido +18***
Ante el caliente tacto que estaba recibiendo por parte de mi Maravilloso Adán, sentía mi cabeza dejar los pensamientos atrás, dejándome totalmente en blanco, cegada por la excitación del momento.
Intento acercarme más al cuerpo de aquel conocido hombre, queriendo sentir cada parte a otro nivel.

JiMin:Vamos, preciosa, tenemos un asunto que resolver.

Tomó mi muñeca y me llevó a mi cuarto, el cual no sé cómo supo que era aquel. Al llegar, apegó mi cuerpo a la pared, mis piernas subieron a su cadera, enredándose en esta. Comenzó a besarme apasionadamente, transmitiendo un calor a mi cuerpo impresionante. Si esto no era estar excitada, no sé qué era.
Sentí como poco a poco mi mente dejaba atrás la cordura y dejaba entrar sólo los pensamientos impuros que llevaba dentro.
JiMin de a poco me llevó a la cama, dejándome acostada en ella, con el entremedio de mis piernas, dejándome sentir su cubierta erección.  Comenzó a simular pequeñas y rápidas embestidas, haciéndome delirar, ¿A caso hay algo que este hombre no haga bien?.
Mi boca automáticamente se entreabrió, mis ojos se cerraron y mi cabeza se fué hacia atrás, esto era demasiado placer contenido en dos personas.

Yo: Dios, Papi. Tu princesa necesita el pene de Papi en su vagina, porfavor, Papi, te lo ruego –Lloriqueo entre gemidos, desesperada por sentirle dentro mía–.

Como Si de un diablo se tratase, JiMin atacó. Soltó un gruñido, sacó sus zapatos, sus pantalones y a sólo bóxers, pude sentir como su miembro estaba más "feliz" que nunca, demostrándolo al dar un pequeño "salto" en este.
Di vuelta nuestros cuerpos, quedando esta vez yo encima de él. Beso su cuello, dejo marcas como se me de la gana, y dónde se me de la gana. Su cuello fue víctima de mordiscos, chupones y lamidas.
Poco a poco bajé, dejando marcas por variados lugares, hasta llegar a la tira de su bóxer, la cual juego y termino sacando con mis dientes. JiMin me observaba con lujuría, me hacía sentir deseada y eso me encantaba.
Al ver su miembro liberado, sonrío  satisfecha y tomo este con ambas manos, comenzando una lenta masturbación. Metí lentamente su grueso, latente y deseable miembro en mi cabidad bucal, disfrutando como este entraba cada vez más en mi boca.


Comencé con un Vaivén lento, atenta a cada expresión que hacía su rostro.

JiMin: Dios, princesa, no sabes lo loco que comienzas a ponerme –Entre sus manos tomó suave, pero firme mi cabello, comenzando a marcar un ritmo más acelerado–.

Esto realmente era la gloria, ver al chico que con cosa de unas semanas logró volverte loca, tomando tu cabello y diciéndote cosas lindas mientras hay un momento tan caliente. Con la intención de hacer delirar a mi hombre, aumento considerablemente mi Vaivén, a los segundos JiMin se tensó, sentí su miembro latir dentro de mi boca. Dios, esto era tan excitante,... Ví a JiMin tirar la cabeza hacia atrás mordiendo su labio, su agarre se volvió más firme que antes. Se nota lo difícil que se le comenzaba a hacer el contener los gemidos que deseaban salir.

Jimin: Pequeña, Papi está cerca, B-Ah~. ¿T-Tomas la leche de Papi?–Sus ojos se entre cierran–.
Yo:–Saco lentamente el grueso y duro pene de mi boca para contestar– Quiero lechita, Papi, ¿Me das mi lechita?.
Hago un puchero y vuelvo a engullir todo de golpe. Al tenerlo dentro, delineo con mi lengua todas las venas que encontraba en mi camino, hasta que siento a JiMin soltar un ronquido fuerte y su miembro se tensó

JiMin:¡Mgh!, ¡Princesa!~–Gruñe–.

Deja salir su escencia, llenando mi boca de esta, causando que unas cuantas gotitas escaparan por mi labio. Lo mejor que puedo, trago todo, volviendo a meterlo y tragar los últimos rastros de su orgasmo.
JiMin se incorpora y va a un bolso, del cual saca unas bolas (Si, Las bolas Chinas), al llegar a mi, me acuesta en la cama sin cuidado alguno, abre mis piernas y comienza a tocar mi clítoris rápidamente, haciéndome tocar el cielo. Sin darme cuenta, mete las bolas, haciéndome encorvar mi columna.

Yo: Mh~, Papi~ –Gimo por la introducción. Mis manos se van a los brazos de jiMin, donde entierro mis uñas sin mucha fuerza–.
JiMin:Eso es, pequeña, disfruta –Se levanta y veo que comienza a vestirse, rápidamente me levanto, olvidando las frías (hace un momento) bolas chinas dentro mía.– Espero te gustase, mi amor, lamentablemente, de me ha hecho tarde–Sonrie travieso–.
Yo:Ah~, no, P-Papi, no me hagas esto~ –Gimo caminando hacia él–.
JiMin:Lo siento, mi princesa–Toma mi cintura con firmeza y me acerca a él con brutalidad –Si sigue moviéndome así, terminaré llegando al orgasmo–, pensé.–.

Sin más JiMin me beso frogosamente, agarro mi trasero, golpeo una de ellas, moviendo mi cuerpo, causando que se volvieran a mover, haciéndome sacar suaves gemidos.
Cuando JiMin separó nuestros labios, no pude evitar gruñir de molestia

Yo:¿Me harás llegar a un orgasmo sola?–Hago un puchero, intentando no moverme–.
JiMin:Lo haré, eres una niña mala, ¿Sabías?–Agarró mi cadera y me movió un poco– Es un castigo, bebé, nunca desobedezcas a Papi. Me perteneces. –Con una mirada oscura besó mis labios cortamente, se separó y termino de irse–.

Diablos, JiMin, te odio, ¿Por qué me haces esto?
Al sentir la puerta, veo que no quedó de otra que comenzar a tocarme yo.

“«Las pagarás, Park»”

-Mine-||Park JiMin y tú||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora