Capítulo 20 - ¿Quién le rompió el corazón a quién?

2.3K 179 64
                                    


No puede ser, se supone que yo ya superé todo ese estúpido e inútil enamoramiento de Ralph, ¿Por qué demonios me duele verlo con ella?

--Ken... ¿Me estás escuchando? – Me preguntó René al ver que una lagrima salía de mi ojo – ¿Estás bien? – la romántica pareja se acercaba a nosotros, no iba a soportar verlos así de felices, por alguna razón no me sentía capaz de estar junto a ellos mientras mostraban su gran amor.

--Me... Me debo ir...– dije con la respiración entrecortada, si me quedaba seguramente me iba a poner a llorar como nene de preescolar al cual su madre acaba de dejar en la entrada de la escuela. Como resorte me puse de pie y salí casi corriendo, con rabia limpiaba las tontas gotas saladas que emanaban de mis ojos, me sentía un completo idiota por seguir enganchado con ese heterosexual futbolero. A lo lejos pude oír como alguien mencionaba mi nombre, su voz era inconfundible, Ralph me llamaba.


Abordé el primer taxi que se me atravesó y le pedí con urgencia que me llevara a mi hogar. Minutos más tarde, gracias a que no había tráfico tan temprano, llegamos, le pagué la cuota y entré. Mi casa estaba vacía a estas horas, me resultaba mejor así, subí corriendo a mi cuarto, abrí el cajón de mi cómoda y volví a sacar la pequeña cajita roja, la estrujé contra mi pecho y sollozando le hablaba...

--Perdón... perdóname... esto no es correcto, pero...– el aire se me acababa y tuve que inhalar – Pero no puedo evitarlo... ¡Te lo juro que es más fuerte que yo! – por fin dejé escapar las lágrimas que desde hacía rato se reprimían en mis ojos.


°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


Mi corazón latía fuertemente cada vez que nos acercábamos al parque, algo presentía con respecto a la llegada tan inesperada de Cassandra, mi novia.

--¿Ya me puedes decir qué ocurre? – le pregunté a la chica, ciertamente estaba algo nervioso.

--Aguarda, tienes que esperar – mantenía ese misterio que ya me estaba desesperando.

--E... ¿Es algo malo? – le cuestioné mientras caminaba a su lado.

--En realidad ni yo misma lo sé, de verdad que no – lo último fue casi un susurro.

--Cassandra, yo...– sentí que era el momento adecuado para hablarle con la verdad.

--Shhh – me puso el dedo índice en los labios señalando que guardara silencio. Ya no hice ningún comentario, preferí callar hasta el momento en que debiera hablar.


Seguimos caminando, antes iríamos tomados de la mano, pero ahora ni ella lo intentó ni yo apetecía hacerlo, simplemente uno junto al otro avanzábamos. De repente ella miró a todos lados como buscando algo, la vi un poco confundido, descubrió lo que deseaba y me guio. Si antes mi corazón latía, ahora se me iba a escapar... ¡Ken! ¡Mi Ken se hallaba sentado junto a René! algo se traían entre manos, siento que mi compañero de facultad no me fue sincero, por tal motivo empezaba a caerme mal, hice una mueca que mi novia captó.

--Espero que seas maduro ante lo que pasará...– me sacó de órbita, ahora sí me estaba preocupando lo que venía.


Ya casi llegábamos a la banca de esos dos cuando vi a Ken poniéndose de pie y como si deseara huir se marchó prácticamente corriendo.

--¡Ken! – le grité pero no me hizo caso, siguió de largo y abordó un taxi. No hubiera podido alcanzarlo aunque lo hubiera querido. Me encogí de hombros y volví donde Cassandra – ¿Y bien? – le pregunté con seriedad.

Enamorado de un heterosexual... otra vez ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora