Misión

5.4K 471 99
                                    



Mientras Vision se dirigía a Wakanda, Anthony bebía su café pacientemente, esperando a que sus liebres salieran de su madriguera. Había una razón por la cual había enviado a RedWing 2.0, pese a ser todo un fanboy del Capitán América, Samuel Wilson era precavido y no tan ingenuo como para creerse indestructible como sus otros dos compañeros.

Fue así como su fiel dron RedWing salió en busca de su contacto. Para este momento, Sharon Carter ya no era un problema, por lo que suponiendo o imaginando que algo le hubiese ocurrido debido a su retraso envió al ave robótica a recolectar información.

–¿Debo interceptar a la avecilla? –habló FRIDAY.

–No. Deja que vaya y regrese con las noticias. Se verán obligados a salir. Solo hay que ser pacientes.

**

Habían pasado as 48 hrs de tolerancia que se habían dado entre Carter y Rogers. Este último comenzaba a preocuparse, debido a que no había ni siquiera un mensaje de estar "comprometida" por parte de la rubia.

–Es mejor suponer que la tienen –Wilson dijo finalmente después de una larga espera en silencio.

Wanda asintió tranquilamente, demasiada tranquilidad en ella le provocaba escalofríos por todo su cuerpo, además de que su mirada no presagiaba nada bueno. Él ya no podía hacer nada por nadie, ni por Tony ni por ellos, al matar a Clint, Tony se había ganado totalmente el odio de Wanda y no es que él estuviera muy feliz con Tony, pero una gran parte de él seguía amándolo.

–Esa era tu última jugada, Steve –le dijo sosegadamente Wanda. –Creo que es hora de que juguemos un poco más rudo. Al fin y al cabo ellos comenzaron todo esto –añadió con un ligero gruñido.

–Wanda, por favor, me gustaría esperar un poco más –pidió Steve.

–¡No! –gruñó ella. –Ese bastardo mató a toda mi familia y ahora también a Clint. Seguramente Carter también está entre sus víctimas o peor aún, bajo tortura –dijo en una dura inflexión, poniendo en palabras los pensamientos que tenían sobre el paradero de la Agente. –Steve –su tono de voz cambió a uno más suave –, sé que aún lo amas, pero él no es lo que crees que es. Estás enamorado de un espejismo, de algo que no existe y si existió... ya no más.

«Tú te encargaste de destruirlo» se dijo as sí mismo Rogers.

–De todas maneras debemos salir, necesitamos provisiones. Y este lugar ya no es seguro –habló Sam desde la mugrosa ventana.

Steve se acercó a otra, notando lo mismo que Wilson, había algunas cosas dudosas, entre ellos un mayor número de vagabundos y algunas otras personas que parecían demasiado sospechosas.

–Debemos movernos –urgió.

Furtivamente se acercaron a la pequeña puerta de la bodega, la cantidad de indigentes obstruyendo el paso fue desechada gracias a los poderes de Wanda, a quien ya no le importaba usar su poder en alguien más. Además dudaba que estos fueran simples vagabundos.

Steve hubiera preferido la noche, ir en modo oculto siempre era mejor cuando la luz del sol no estaba. Al menos hasta que llegaran a un lugar más habitado donde podrían camuflarse entre la población.

–Vamos –caminaron más a prisa, dejando tras de sí montón de personas confundidas.

Finalmente, cuando arribaron a una calle visiblemente transitada, fue que se relajaron. Tratando de pasar desapercibidos llegaron hasta un pequeño mart 24/7, tomaron lo necesario y decidiendo que Sam era la cara menos conocida, se acercó a la caja. Lo que no notaron fue a la cajera adolescente que les miraba con pánico, en especial a Wanda.

IraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora