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Areli🌸

Apenas cumplí los 18 años ingresé a la universidad a estudiar lo que realmente me apasiona, la música. Todos decían que no tenía futuro, y puede que tengan razón. Pero no pienso estudiar algo que no me gusta y pasar el resto de mi vida lamentándome por tener un trabajo que detesto y convertirme en la loca de los gatos o algo así. Aunque me gustan los gatos irónicamente. Todo ha ido bien en la universidad, me manejo con las clases y todo. Aún no conozco a nadie, y la mayoría de mi tiempo libre lo paso sola y aburrida. Seúl es una ciudad grande y solitaria. Y sobre todo esta universidad, todos parecen conocerte y bueno... Luego estoy yo. Hoy el profesor de composición nos dio un trabajo. Como la mayoría tiene amigos en clase, quedé sola. Me acerqué al profesor para comentarle que no tenía pareja cuando un chico de cabello verde (sí, verde menta) llegó diciéndole lo mismo.

—Listo, problema solucionado—exclamó el profesor con poco interés.

—Hola, mucho gusto... Me llamo Areli y...

—Suga.

—¿Entonces hacemos el trabajo juntos?

—Así será.

Nos sentamos a hablar sobre el tema del trabajo. Él no prestaba mucha atención, y dirigía su vista hacia otro lado. Supuse que tendría que hacerlo todo yo, como en los viejos tiempos.

No sabría decir con exactitud en qué momento cambiaron las cosas entre nosotros. Pasar a ser unos compañeros que se unieron para hacer un trabajo a lo que somos ahora. Al principio, me agradaba su compañía, su simple presencia, puesto que ambos éramos tímidos y no decíamos mucho. Pero luego fue más que eso. Cuando no lo tenía cerca, lo extrañaba. Jamás creí que sería mutuo, pero así fue, y aún lo recuerdo.

******

—Voy a cambiar de carrera—dije mirando el suelo.

—¿Qué estudiarás?

—Pedagogía en Música.

—¿Tendrás paciencia con los niños?—preguntó a carcajadas.

—Si la tuve contigo porqué no.

—¿Significa que ya no nos veremos?

—Sí, me cambiaré de universidad también porque está me queda muy lejos.

—Pero...

—Tranquilo, rey del Swag, aún tengo tu número, podremos vernos de vez en cuando.

—¿Sigues diciéndome así?

—¡Tú fuiste el que guardó su contacto así!

—Y tú no lo haz cambiado.

—No, me parece gracioso, a ver y ¿cómo me tienes a mí?

—Areli la loca de los gatos.

—Y te quejas de cómo tú mismo re pusiste ¡Yo ni siquiera tuve el derecho de elegir mi nombre!—grité golpeando suavemente sus hombros.

—Eres muy escandalosa, no es para tanto.

—Bueno, ya me tengo que ir... Mañana haré el papeleo para cambiarme de universidad, nos veremos... Cuando nos veamos supongo.

No recibí una respuesta de su parte, sólo asentía mirando hacia otro lado. Me retiré y caminé hacia la parada del bus para ir a casa. Al llegar a casa ya era de noche. Vivía con unas amigas así que traté de no hacer ruido. Me coloqué el pijama y me acosté, aunque no tenía sueño, inevitablemente seguía pensando en Yoongi y en cuanto lo extrañaría. Me acompañó todo este año de universidad. Además de que acabé dándome cuenta de que lo quería... O más aún, quizá lo amaba. Pero no podía decirle si de todas formas no estaríamos juntos. La puerta de mi pieza sonó, me levanté a abrir y era mi amiga diciéndome que un chico me estaba buscando. ¿A estas horas? Bajé las escaleras y al abrir la puerta principal me encontré con un Yoongi sudado, y con un ramo de flores algo roto en las manos.

—Se supone que esto sería romántico, pero me perdí en el camino, y tropecé con unos ladrones que por suerte no me hicieron nada.

—YOONGI GRANDÍSIMO IDIOTA QUE COÑO HACES AQUÍ.

—Tú siempre tan romántica.

—Ay perdona es que ¡mírate! ¿Te duele? O sea... ¿Estás bien?

—Sí, te digo que no me pasa nada ¿me dejarías pasar y así no hacer él ridículo?

—¡Claro! Disculpa— le abrí la puerta dejándolo entrar, me entregó las flores, las cuales agradecí. Me sujetó de la cintura y me besó repentinamente.

—Woooooooooow eso no me lo esperaba—dije separándome bruscamente.

—Y no será el último.

Yoongi terminó dándose una ducha en mi baño. Agradecí tener baño propio y no molestar a las chicas a estas horas.

Y ocurrió, aquella fue nuestra primera vez juntos, y Yoongi tenía razón, no sería la última. Terminó convenciéndome de que no me cambiara de universidad, sólo de carrera, y así podríamos seguir juntos. Mi gran problema sería nuevamente viajar, me quedaba lejos y no tenía suficiente dinero. Y de ahí nació la idea de vivir con él, idea que él mismo propuso.

Y aquí estamos.

Choke me daddy- Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora