IT | terminada

𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐮𝐧𝐨, 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚞𝚗𝚘

¡ LOREN MCKINNEY !

AL FIN ERA TERMINO DE CLASES, al fin a descansar de los patéticos insultos, entre ellos el que prefiero ante todos es el de come libros, realmente me interesaba la literatura sobre todo lo referente a historia, podría pasarme años leyendo un mismo libro sin aburrirme.

Me lavé las manos en el lavabo del baño y suspiré con alegría, el término de clases significaba que al fin dejaría de ver a Gretta y su grupo de bravuconas.

Y al parecer pensar siquiera en ella me jugó una mala pasada, ya que la rubia entró por la puerta del baño junto a tres chicas más, cerré mis ojos pensando que comenzaría algo en mi contra pero al no sentir su presencia frente o a mi lado, los abrí, claramente no venia a por mi ya que casi ni notó mi presencia, venía por otra persona.

Gretta golpeó con fuerza la puerta de un cubículo con su pie, aquello me hizo sobresaltar asustada, no me gustaría hacerla enojar, al contrario, cuando ella intenta insultarme lo mejor que puedo hacer es quedarme callada, solo para evitar malos ratos. Aunque ganas de responderle no me faltan, solo no tengo agallas para hacerlo.

—¿Estas ahí tu sola Beverly o con la mitad de los chicos de la escuela? ¿eh, zorra? Se que estas ahí pedazo de mierda, ¡te puedo oler! por eso no tienes amigos.

Grito Gretta de una forma despreciable, me parecía increíble que un niño sintiera tanto odio por cosas realmente patéticas o personas que no les hacía ningún daño. Gretta y Henry eran la prueba viviente de ello, la estupidez humana.

—Decídete Gretta. ¿Soy una zorra o un pedazo de mierda? Piensa bien lo que dices.

Exclamó Beverly dentro del cubículo, esto hizo enojar aún más a Gretta que les hizo señas a su séquito de chicas huecas.

—Eres un asco, solo queríamos recordártelo —Gretta le hizo una seña a una rubia de coletas la cual había llenado la bolsa de basura del baño con agua, que terminó dentro del cubículo de mi compañera. Las niñas se rieron ante aquel ataque—Vamos chicas, ten buen verano, Boberly.

Recién ahí Gretta me notó, me fulmino con la mirada y chocó su hombro contra el mío, y se fue junto a sus monos de circo. Saque mi dedo medio a sus espaldas y suspiré cansada, me ponía de los nervios cada vez que la veía. Al menos el resto del verano no tendría que sufrir por verle la cara.

Esperé a que mi pelirroja compañera de clases de literatura y ciencias saliera del baño, al hacerlo me miró por el espejo algo avergonzada y me entregó una sonrisa nada amistosa. ¿Pensará que soy amiga de Gretta? Abrí mi mochila y de ella saque mis toallas húmedas, suelen ayudarme en momentos críticos pues soy algo despistada para comer.