𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚘𝚗𝚌𝚎

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! STORY-WRITER ¡

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UNA VEZ MÁS ESTABAN ALLÍ , juntos como una enorme familia. Ya no era por eso, sino por el nacimiento de los pequeños gemelos de Richie y Loren Tozier. Si, luego de dos años de lo ocurrido, Richie le pidió su mano y ella con gusto aceptó, luego de lo de Eddie, iba a seguir su consejo y seguir aunque las heridas aun dolieran, lo haría por el.

 Richie estaba hiperventilando mientras Ben y Mike le ayudaban con la ropa para el parto.

Beverly sonrió y abrazó a Teresa Denbrough, mientras observaban a la mujer tomar largas respiraciones aferrada a las varillas de la camilla, en poco iban a trasladarla a la sala de parto. Estaban emocionadas, eran el primer parto donde serian testigos, puesto que estarían en una tarima apreciando el nacimiento.

— ¡Joder joder joder ya no puedo mas! ¿Porque diablos me embarazaste maldito Tozier? Te odio hijo de puta! —Grito Loren con desesperación mientras la guiaban en una camilla hacia la sala de parto. Risas se escucharon en el pasillo del hospital, el rostro de Richie se torno carmesí.

Los chicos le desearon suerte a Richie, el cual sentía una presencia, una bastante buena por cierto, sabia que era el, y en la vista sobrenatural, Eddie Kaspbrak se encontraba allí, apretando el hombro de su mejor amigo. Sabia que él terminaría teniendo entre sus brazos algún día a Loren, y se alegraba de que fuera él y no otro idiota.

Richie y Eddie entraron a la par a la sala de partos, donde Loren se encontraba. Su cabello castaño caía por su rostro sudoroso, sus ojos se encontraban cerrados mientras intentaba respirar normalmente, comenzó a maldecir a su esposo en leves murmullos, ganándose no solo risas del hombre fallecido si no también de toda la sala, exclusivamente del doctor. Eddie sin duda creía que Loren Tozier, era el ser humano mas maravilloso que podría existir en la vida.

—Bien Loren, vas a pujar una vez para dar comienzo al parto, recuerda que Eddie y Stanley tienen que salir sanos y salvos—Anuncio la enfermera, Eddie al escuchar su nombre sonrió, su rostro inconscientemente se ilumino, ellos tendrían gemelos y no solo eso, llevarían el nombre de los fallecidos integrantes del club de los perdedores, El apretó la mano de Loren y sonrió de oreja a oreja observando su hermoso rostro.

Tras una exitosa sesión de parto -que tardó casi cuarenta minutos-, los gemelos nacieron, muy parecidos a la bella mujer, cuando Loren se encontraba duchada y acostada con sus pequeños niños entre sus brazos, el club de los perdedores entro en la habitación. Eddie observo como sus amigos entraban con grandes sonrisas orgullosas y la vio; Castaña de cabello largo y flequillo, en su enorme sonrisa faltaban dos dientes y su vestido era de cuadros, venia de la mano de Beverly, y era seguro, que ella era su pequeña princesa.

—¿Porque les colocaron, Eddie y Stan, Mamá?-Pregunto la pequeña mientras se sentaba en la camilla con la ayuda de Mike, Loren miro a su esposo, pero su mirada se perdió en un lado de el, y pudo verlo, Eddie se encontraba apoyado en el hombro de su mejor amigo, mientras contemplaba a la hermosa mujer que acababa de dar a luz, ella sonrió y soltó pequeños sollozos, mientras una lágrima rodaba por su mejilla; Lo veía, claro que lo veía, y se encontraba igual de apuesto que siempre.

—Por tu padre cielo, su nombre era Eddie Kaspbrak, nuestro mejor amigo, Stanley Uris; Eran parte esencial en nuestro grupo, en nuestra vida —Respondió la castaña mientras alejaba su mirada de su fallecido marido para observar a la pequeña a los pies de su cama, Jade desde pequeña ha sabido que Richie no es su verdadero padre, aunque claramente jamas le fue nombrado a Edward Kaspbrak, a la pequeña le dolía pero comprendía que el las hubiera dejado, porque apesar de tener seis, comprendía que el ya no estaba con ellas.

—¿Mi padre...Se llamaba, Eddie? ¿Como era el?—Pregunto la pequeña abrazando a Bill, que tenia una sonrisa melancólica en su cara, la niña lo envolvió en sus brazos pero jamas dejo de observar a su madre con sus pequeños hermanos.

—Tu padre, Jade. Fue el hombre mas valiente que alguien pudo conocer en la vida, tenia sus defectos pero..era asombroso e inteligente, era mi perdedor favorito, claro sin ofender chicos — Espeto su otro padre, Richard. La pequeña sonrió y se acerco a su padrastro para abrazarlo, ella los miro a ambos, a sus padres.

—¿El me amaba, sabia de mi? —Pregunto la pequeña mientras observaba al pequeño Stanley siendo cargado por Mike Hanlon, y el pequeño y único Eddie por Beverly Marsh.

—La amo mas que nada en todo el mundo —Pronuncio Eddie sin emitir ningún ruido, Loren le comprendió, y acaricio el cabello de su hija mayor, que quito las lagrimas del rostro de su madre y acaricio su mejilla con ternura.

—Tu padre siempre me ha dicho que eres lo mas importante que tuvo en su vida, te amaba como anda en el mundo, no pudo conocerte o quizás lo esta haciendo y no lo sabes, pero estoy muy segura que el te cuidara siempre que el pueda, y lo hará para siempre— Hablo la mujer mientras le sonreía a Eddie, el cual se acercó a ella y el un ultimo momento le acaricio la mejilla y la beso, los chicos miraban con nostalgia como Loren estiraba los labios sin que nadie los tocara, ellos sabían que el estaba allí pero no lograron verlo, ya que el tiempo para el había acabado, volvería nuevamente al lugar en donde todos descansaban sin preocupaciones,

—Ahora dime, ¿como esta todo por halla? ¿Como están los chicos? —Pregunto Stanley en una forma emocionada mientras se sentaba en la misma banca blanca de siempre, Eddie se sentó a su lado y soltó un suspiro triste pero apesar de ello, sonrió.

— Tu sabes, quería verla y allí me llevo, fue el momento exacto, Stanley, Loren estaba embarazada, se caso con Richard y..Tuvieron unos hermosos gemelos, y ¿Puedes adivinar cuales fueron sus nombres?—Pregunto Eddie con una enorme sonrisa, recordando a los pequeños niños que le daba orgullo ver. Stan de manera desconfiada porque su respuesta fuera errónea, respondió.

—¿Los nuestros? —Pregunto mientras los apuntaba, Eddie le movió los hombros con algo de brusquedad, es que estaba contento para estar, muerto.

— Exacto y déjame decirte que contemplar el nacimiento de mis hijos fue lo mas maravilloso que pudo ocurrir y vi a mi hija pequeña, Jade, es tan hermosa y enorme, tiene mi nariz y mis ojos. Sabes...extraño mi vida Stan, lo anhelo tanto, extraño las charlas, las burlas y chistes malos de Richie, La inteligencia de Ben y Mike, El liderazgo de Billy, La simpatía de Beverly y la belleza y la rudeza de Loren, los extraño...a todos y todo —Murmuro Eddie moviendo sus manos, observo el anillo que aun se encontraba en su dedo anular y suspiro, Stan le acaricio el hombro y asintió dándole la razón.—Pero no me quejo de la vida que viví, tampoco quiero olvidar mi pasado apesar de todo porque me da orgullo decir que somos...

Y aquella frase iconica -que marco sus vidas- fue nombrada; los perdedores rodearon a Loren y la abrazaron con cariño y emoción, mientras que Stanley y Eddie sonreían mirando el cielo azul y las grandes y esponjosas nubes, eran una familia, ante todo, lo eran. Y eso jamas iba a cambiar, porque todos sabían que en algún momento nuevamente los ocho integrante del club de los perdedores volverían a reencontrarse. En algún momento lo harían.

—Somos el club de los perdedores, y eso...jamas hay que olvidarlo.

IT | terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora