EL NOVIO CADÁVER

De acuerdo al plan

Se podía apreciar al pueblo de esa época teñido en una fina capa de nieve blanca y pura, el cielo estaba cubierto de  nubes grises.

Se podía notar tranquilidad, pero eso no era lo que pensaba cierto castaño que observaba desde la pequeña ventana de aquel carruaje el paisaje invernal con una mueca de disgusto y desinterés, la razón: un matrimonio arreglado.

-Kaname al menos finge interés... y ponte derecho jovencito que esos no son los modales de un Kuran-regañó una mujer hermosa de largos cabellos ondulados y castaños en tonos rojizos, ojos granates y piel blanca, lucía un vestido fino de color blanco,  largo y elegante.

-si, madre-dijo el joven obedeciendo a su madre con desgano.

–Vamos, Kaname no es tan malo, pero tu madre tiene razón, todo debe ir de acuerdo a lo que  se ha planeado-trató de animarlo un hombre de apariencia casi identica a la del menor, solo que con rasgos más maduros y cabellos lacios y cortos.

–si,padre...-murmuro bajo.

El silencio volvió a estar presentes durante largos minutos, hasta que  Kaname lo rompió.

–Pero como resultará?, nunca he hablado con ella-se quejó el único hijo de los Kuran.

Juuri lo miro con reproche y se cruzó  de  brazos.

–Al menos tenemos eso a favor-contraatacó molesta la mujer, dando a entender el fin de la discución.

El tenso ambiente que se había formado fue roto por una  tos que provenía desde el techo del carruaje.

  Juuri,que así se llamaba la madre de aquél muchacho puso una mueca de disgusto,tomando su sombrilla comenzó a golpear el techo desde adentro.

-ash!...Takuma!...Takuma!, ¡deja de hacer esos molestos ruidos o voy a despedirte!-amenazó.

Kaname al oír la amenaza sólo rodó sus ojos y suspiro.

El carruaje se estacionó en la puerta de una mansión, los tres se vajaron del veículo, caminaron hacia la entrada y se pararon en frente de la enorme puerta de  roble.

Juuri se volteó a ver si su hijo se encontraba presentable, llevándose la sorpresa que éste estaba parado de manera incorrecta y  tenia el ceño fruncido.

–Kaname, mejora tu porte, pareces bandido-regañó la mujer acomodando la corbata del menor, mientras tanto Haruka, el padre, golpeó la puerta.

Al poco tiempo ésta fue abierta dejando ver a un joven que aparentaba la misma edad que su hijo, o quizás un poco menos.
Tenía el cabello castaño cenizo y desordenado, ojos avellanas y vestía un elegante traje negro.

–Muy buenas tardes, Señores Kuran-dijo éste haciendo una reverencia y tomando los abrigos de los recién llegados con un deje de desprecio hacia ellos, esto  pasó de sapersivido por los mayores ecepto para Kaname, quien solo soltó un pequeño  bufido y miró con molestia al contrario.

-Kaname basta- dijo Juuri al ver el comportamiento de su hijo.

La familia  Kuran fue guiada  por aquel chico hasta el salón.

-ooh!! Llegaroon~-se escuchó una voz cantarina y un tanto  chillona e infantil.

Se pudo ver a un hombre de cabellos rubio cenizo largos, recogidos en una coleta baja, de expresivos ojos avellanas y llevaba anteojos. A su lado se encontraba una bella mujer albina, de cabellos largos amarrads en una media cola, ojos rosa cuarzo y tez blanca,vestía un hermoso vestido lila con blanco, largo.

-OHH!¿es usted la señorita Yuuki?-preguntó Haruka enbobado al verla -Es usted muy hermosa –alagó ,recibiendo un codazo disimulado de parte de su esposa Juuri, la cual mostraba su ceño levemente fruncido.