Era una noche tranquila, como cualquier otra. Estaba sentado viendo en mi sofá viendo mí serie favorita, la cual era de terror, mientras posaba mis ojos en ella me ví en el reflejo de mi viejo televisor, de repente ví algo: una sombra detrás de mí, me alarme enseguida y con sumo terror mire hacia atrás, cuándo pude lograr captar lo que había, ví una fea máscara verde no pude evitar gritar a lo que el feo bicho grito conmigo, se me aclaro la vista gracias a la iluminación que proyectaba el dañado televisor
-Dios mío, Oliver James de la Trinidad, casi me muero del susto-.Dijo mi madre sosteniéndose el pecho indignada con la respiración agitada como si hubiese visto un fantasma, también creo que exagero un poco ya que yo solo soy Oliver James.
-Mamá yo solo está tranquilo viento tele y vienes tú con eso en la cara a asustarme-. Le digo con un tono de enfado y una mueca en la cara
-Vine solo para decirte que ya está la comida ¿Tienes algún problema con mi máscara anti edad?
-No mama, pero si la utilizas en la noche mientras veo mí serie si-. Le digo tomándola del brazo y dándole un beso en la frente.
