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Como diariamente pasaba... Me volteaba para acomodarme en mi mejor amiga, la mas confortable de todas, mi preciada cama, para escuchar en el dicho momento la canción irritante de mi alarma sonar justo al lado de mi oído.

Abrí los ojos lentamente y una vez mas, me maldije por haberme molestado en acomodarme.

Sabia que nuevamente me iba a venir un día pesado, así que decidí por primera vez levantarme al instante y alistarme, no quería que me regañaran una vez mas por mi tardanza.

Tome mis llaves, mi móvil y todo lo que creía necesario para meterlo dentro de mi mochila y cargarla sobre mis hombros. Así comenzaba mi día..

Comencé mi viaje hasta la escuelita, pero no tarde mas de tres cuadras de mi apartamento para detenerme al ver a una pequeña llorando desconsoladamente en una de las esquinas... Sus hombros temblaban y su llanto fino se podía escuchar perfectamente a pesar de la distancia que llevábamos.

Me acerqué con cautela para no asustarla mas de lo que ya lo estaba y me senté sobre mis rodillas en frente de ella.

Antes de subir mi mirada a su pequeño rostro, pude localizar como reflejo su delantal de la misma escuelita a la que yo me dirigía hacia ya unos minutos. Subí mi mirada y mis ojos se explayaron al notar quien era.

Era la pequeña Mía. La mas pequeña de la escuelita y la mas dulce... Ella había sido quien me había brindado confianza aun después de llevar un año trabajando de eso, su sonrisa pura basto para hacerme sentir comodidad y... felicidad. 

Me hundí en mis pensamientos por unos largos segundos y parpadee volviendo a la realidad en el momento que la niña volvió a soltar un llanto claramente desesperado.

_Mía... -tome sus manos y la niña tembló al notar mi presencia- Soy yo~.. Somi.. Tranquila 

Le regale una confortable sonrisa con intenciones de transmitirle calma y relaje mis hombros que yacían tensados al notar como mi serenidad la invadía, haciendo que relaje sus hombros de igual manera y sus ojos dejen de desprender lagrimas como dos cascadas.

_Eso es.. -Mantenia mi sonrisa dibujada en mis labios- ¿Que haces sola aquí? ¿Donde esta Mami?

Levante mi mirada y recorrí el lugar con mis ojos pero las calles se encontraban totalmente vacías, estábamos solo ella y yo.

Ante la pregunta y mi necesidad de encontrar a alguien al rededor o en algún lado provoco que la niña rompiera a llorar una vez mas

_Oye.. -Dirigí mi mirada únicamente hacia ella y pose una mano sobre su pequeña cabeza- Mama esta viniendo.. Solo dime que sucedió~ ¿Se fue? 

_Papi.. -Hacia el mejor esfuerzo por mantener una conversación en medio de las lagrimas que la ahogaban- Solo estaba.. Persiguiendo a Algodón.. Papa dijo que íbamos a sacarlo a pasear mientras me llevaba al jardín, pero el se escapo y intente agarrarlo.. y ahora no encuentro a Papá -La niña no tardo mucho mas en romper en llantos nuevamente-

_Ya veo.. ¿Algodón? -Incline mi cabeza hacia un lado con algo de confusión-

La niña solo se encargo de asentir con la cabeza, haciendo sonar su nariz y levantando su dedo indice hacia un punto de la vereda.

No había notado antes al perro que se encontraba tumbado hasta que la pequeña me lo enseño.

_Así que corriste por el.. Y Papa se quedo atrás.. -Metí mi mano en mi mochila para sacar el paquete de pañuelos y sostener uno- A la cuenta de tres, sonaras con mucha fuerza.. ¿De acuerdo? -Me limite a sonreír calmadamente y sacudí mi pañuelo para dejarlo sobre su nariz-

La niña soplo con fuerza y no pude evitar soltar una risa.

_Buen trabajo.. -Doble el pañuelo y lo metí en uno de mis bolsillos- Papa ira al jardín por ti.. Deberíamos ir allá, seguro esta esperando por ti~ -Sonreí ampliamente y me puse de pie. Tome la correa de Algodón con una mano y la pequeña manita de Mía con mi mano restante-

Me voltee con algo de brusquedad y me frené forzadamente al chocarme con algo. 

Di un pequeño paso de retroceso y note.. ¿Un hombre?.

Su cuerpo era apenas robusto pero tenia los suficientes rasgos masculinos como para lucir atractivo, sus hombros eran un poco fortachones, sus brazos lucían venas apenas sobresalidas y sus clavículas se veían perfectamente marcadas.

Subí la mirada a su rostro y solo basto una pequeña ojeada para notar quien era realmente, su rostro demostraba clara desesperación, sin embargo, en medio de su claro panico, pude notar pureza... Todos sus rasgos lucían perfectos y los ojos entrecerrados que tenia me recordaban a.. Los de Mía.

Claro, era el señor Chwe.

Shining Diamond 『Vernon / Somi』♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora