Mi mamá marcó para decirnos que ya había llegado a la casa así que Vic y yo nos paramos para nos dirigimos a la casa, en el camino noté a Vic muy nervioso, supongo que era porque mi mamá quiere hablar con él y nadie sabe de qué, más que ella.
Antes de entrar Vic me detuvo
-Linda, tengo miedo ¿Por qué tu mamá quiere hablar conmigo? -estaba demasiado nervioso-
-Vic, tranquilo, no te va a matar, nada teme el que nada debe y cualquier cosa estaré cerca ¿está bien? -El asintió y le di un beso- Anda, entra
Al llegar vimos a mi mamá en la sala sentada
-Vic, ¿crees qué ya podamos hablar?
-Si claro señora
-Pero no estés tan nervioso, no has hecho algo malo -dijo con una risa al final- ¿Quieres algo de tomar? Hayley, por favor déjanos a los dos
Así que yo me fui a la cocina para poder escuchar un poco de la conversación, pero mi mamá entró por unos vasos de agua y me dijo que me subiera, fingí subirme y me quedé sentada en las escaleras
-Vic ¿Sabes por qué quiero que hablemos? -dijo mi mamá mientras se sentaba en el sillón-
- ¿Por Hayley? -dijo Vic dudoso-
-Si, así es, demasiado obvio ¿No? -dijo con una risa al final- Ay Vic, no sé cómo empezar -se quedó callada un rato- Okay, no sé si sepas pero Hayley nunca ha sido de amigos, solamente he conocido una amiga de ella y no sé si ya te habló de ella, de Frida, Hayley se la pasó muy mal con su partida, cayó en depresión y estuvo medicada, bueno, hasta la fecha sigue tomando pastillas y no quiero que por eso pienses que está enferma, que está loca, también le afectó que su hermana se fuera a vivir a otra ciudad al otro lado de Estados Unidos, ya que cuando Jean se fue acababa de fallecer Frida y para Hayley Jean es todo, y bueno han pasado más cosas que ella te irá platicando -se quedó callada un momento- Vic, ella es alguien normal, la vida le ha dado golpes muy bajos pero no todo aquí es malo, de lo que más te quería hablar era que desde que está contigo la noto más feliz, más tranquila, antes llegaba de la escuela y se encerraba en su cuarto, nunca traía visitas, jamás pedía permisos, se la pasaba en su cuarto haciendo cosas que desconozco, pero espero que no sean malas, yo como su mamá te quiero dar las gracias, por empujarla a ser más ella y más social – se paró en frente de Vic y también le pidió que se parara para darle un abrazo- Haz sido un ángel en su vida, gracias en serio -por la voz de mi mamá parecía que iba a llorar-
-Señora, no tiene nada de que agradecerme, yo debería darle las gracias por tener a Hayley, es una niña maravillosa que vino a arreglar y alegrar mi vida, siempre la cuidare de eso no se preocupe -dijo Vic con un tono serio-
-Gracias Vic, en serio -dijo mi mamá con una ligera sonrisa- ahora Hayley ya puedes salir de tu escondite en las escaleras -dijo riéndose-
-¡MAMÁ! -dije bajando las escaleras- ¿Como supiste? -dije un poco sorprendida-
-Ay Hayley, primera porque ahí te escondidas cuando tu papá y yo hablábamos, segunda porque eres mi hija y te conozco y tercera se escuchaba como pegabas la pared con tu pie
-Ah, pequeños detalles -dije con una pequeña sonrisa-
-Bueno, ya los dejo solos, se quedan en su casa -mi mamá giró sobre sus talones y se subió-
- ¿Ves? No era algo malo, te dije que no tenías porque estar nervioso
-Siempre tienes razón -dijo con una pequeña sonrisa
Vic y yo nos subimos a mi cuarto, estuvimos un platicando un rato ahí
-Oye ¿Por qué no me habías dicho que estas medicada? -Preguntó Vic viéndome serio-
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