Segundo Día.

3 0 0
                                    

Sigue doliendo. 

Nos seguimos reprochando el hecho de no juntarnos antes. 

La idea de volver a reencontrarnos todos no era está. El día que se supone que volveríamos a vernos no debería haber sido así. Tres años intentando juntarnos, y que lo pospusimos tanto, que todos se están arrepintiéndose de aquello. 

Hoy, en la colación, mi mamá me dijo que eramos únicos, que a pesar de los años, siempre estaremos juntos y nos recordaremos. Que es bueno que para un ocasión así nos hubiéramos juntado. Yo creo que fuimos tontos, porque esta junta debería haber sido antes. Todos sabíamos como te encontrabas y no hicimos ningún esfuerzo. 

Aunque minutos después, me reprocho de por qué no nos habíamos juntado antes. Lo mismo que había pensado anteriormente. Y como lo había pensado es verdad, somos unos malditos ingratos. 

Ahora, estando en mi habitación, todos los recuerdos de nuestra escuela se me vienen a la mente. Todas esas risas, esos enojos, esos llantos, esas burlas. Nos conocimos con solo 12 años, y te fuiste cuando tenía 18. Siento que ha pasado como un siglo. 

En estos momentos me arrepiento tanto de haberme alejado de ti, de nuestros amigos. Y siempre lo haré, yo sé que amigos como ustedes nunca en la vida tendré. Pero, todos saben que en la vida, nada se puede cambiar, que el pasado no se puede cambiar. 

Es el segundo día, en el que has dejado de respirar. No es fácil, para nadie. Todo se siente extraño, todo se siente tan irreal, como si fuera un sueño. Un sueño de mal gusto. 

No puedo imaginarme, como debe estar tu familia, tu madre, tu hermana. Aquellas personas que te apoyaron en todo, que no te dejaron sola. Ellos deben tener un dolor muy grande en su corazón. Pero, sabiendo que ahora eres un hermoso ángel, es bueno. Saber que tendrán un ángel junto a ellos, es bueno. 

Sabes, mañana es tu funeral, y yo nunca he ido a uno. Y creía iría a uno a tan corta edad. Aunque se murió un tío, yo no pude ir a su funeral; en mi habitación, no paro de llorar, parte porque no estás aquí y otra parte por culpa. Cuando estaba llegando a mi trabajo en la mañana, me dolió el pecho, el corazón. Fue raro, porque a mi nunca me duele, ni siquiera un punzada. 

Lo asumí a que tu partida, había dolido más de lo que pensé. 

Amiga, te prometo que solo te lloraré tres noches, pasada esas noches, sonreiré. Así como tu lo hiciste a pesar de todo lo que te pasaba, seré fuerte por ti, por mi, por los demás. 

Dios, se ha ganado un ángel. Otro ángel, debes estar feliz donde estás. Espero lo seas. 


Tres días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora