LA CASA

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Caminé, caminé y caminé hasta llegar  un especie de buzo viejo que estaba tirado en el suelo lleno de arañas y demás bichos.
Se podía ver claramente los números "997".
Miré hacia el interior y vi un puente en medio del pantano que terminaba en una vieja casucha destruida por la tempestad y el tiempo.

-Esta es... mi nuevo hogar!??.- me dije impactado.

Sin pensar demasiado, abrí las viejas rejas que se terminaron por caer al suelo, y camine por el inestable puente de madera que conectaba la entrada hacia la casa.

En el camino sentí un chillido. Mire hacia la dirección del ruido y solo pude observar unos viejos columpios en medio del verdoso pantano.
Continúe caminando y juré haber escuchado una hamaca moverse.
Desvíe mi mirada y pude ver a un niño con grandes ojos verdes y cabellos dorados con aspecto de muerte mirándome fijamente .
Cuando comencé a ponerme nervioso, me dedicó una enorme sonrisa que provocó un gran temor en mi y termine corriendo hacia la casa.

Golpeé fuertemente la manija de la puerta, parecía trabada!.
Insistí rápidamente con el viejo timbre que resonó por todo el interior de la casa.

La puerta se abrió... Del interior salio una vieja arrugada, con verrugas y mal humor.

-COMO TE ATREVES A MOLESTARME A ÉSTA HORA!!???.- dijo gritando muy molesta.

-Disculpe señora,llegó esta carta al orfanato pidiéndome en este domicilio .- dije con voz temblorosa.

-Ahhh...tú debes ser Josh!.- dijo mirándome con deseo.

-Pasa, pasa...- Insistió.

-Georg!, ya llegó el niño!!.- Gritó.

Me introdujo en una habitación de la vieja casa. Parecía que no se hubiera usado en años!!
Comencé a acomodar mis cosas, cuando un olor a putrefacción comenzó a brotar del ropero fijado a la pared.
Lentamente abrí las puertas de aquél ropero donde provenía el olor, rápidamente las moscas salieron de allí. Había muchas cosas apiladas, antes de poder ver bien...

-Josh!, ven aqui hijo! -.

La voz de un hombre me llamaba.
Era el señor Georg, quería darme un vistazo.
Estaba pescando en su lancha, dentro de su barca había un balde lleno de peces en proceso de descomposición, un manjar para las moscas que estaban al rededor.

Cuando volvi a mi cuarto, habia marcas de arrastre desde el ropero ahora vacío, hacia la puerta en donde estaba parado.
En mi cama pude observar un pequeño anillo con una esmeralda incrustada. Rápidamente me lo guarde en el bolsillo.

Una sensación de ojos en mi espalda hizo que me girara hacia la ventana donde unos Grandes ojos verde esmeralda me miraban saltones, acompañados con una cascada de rulitos dorados sobre su rostro.
Fué un segundo que pude observar, luego desapareció.
Quité las sábanas amarillas y con manchas que parecían sangre seca muy vieja.

-Por suerte traje algunas de el orfanato.- me dije a mi mismo.

Acomodé un poco la almohada, tape la ventana por miedo a que vuelva a aparecer ese niño allí, y me dispuse a intentar dormir. Todos en la casa estaban durmiendo. Solo se escuchaba el sonido del agua chocando con el bote y la lluvia caer sobre el techo .
Era evidente que la casa tenia muchas goteras.
Estaba a punto de conciliar el sueño cuando escuche unos pasos por el pasillo que daba la puerta de mi dormitorio en donde yo me encontraba.
Rápidamente me levante y miré por el pasillo.
Aquel niño otra vez, estaba todo mojado,  sus pálidos brazos y piernas tenían moretones y hematomas por doquier.
Él se detuvo y giró hacia mi dirección,  sus ojos antes verdes, eran blancos y su piel se desprendía poco a poco por el suelo.

Pegué un grito y di un portazo trabando la puerta con llave.
Me acosté y tapandome la cabeza. Me quede dormido.

THE SWAMP HOUSE (LA CASA DEL PANTANO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora