Movió frenéticamente el pie mientras esperaba el tren, le pareció raro que se estuviera atrasando. Eso no pasaba nunca.
Una semana había pasado desde que Yoongi supo el nombre de Park Jimin, pero lamentablemente las cosas no cambiaron.
Intentó volver a llamar su atención, hasta pensó en ponerse un poco de maquillaje junto con un labial rojo (Yoongi realmente estaba desesperado), pero Hoseok se lo prohibió diciendo que él tenía que demostrar lo activo que era frente a todos.
Subió al tren y ahí estaba el chico, suspiró y se sentó frente a él.
El ruido de su celular lo sacó de sus pensamientos y atendió la llamada confundido.
- ¿Qué pasa Hoseok?
- ¿Ya subiste al tren?
- Sí, ¿por qué?
- ¿Le hablaste a Chimin?
- Se llama Jimin, Hoseok. - Lanzó una mirada rápida al chico. - Y no.
Siguió discutiendo con su mejor amigo ya que éste prácticamente quería obligarlo a que hablara con el chico.
- H-Hyung.
El corazón de Yoongi latió más rápido y miró al chico que ahora estaba observándolo tímidamente.
- Hoseok, yo... uhm, debo irme. - Cortó la llamada mirando avergonzado al pelinegro. - ¿Escuchaste todo?
Jimin quitó la mano de su bolsillo y de éste mostró el cable de su auricular. El rubio tardó en reaccionar.
- Entonces... - Balbuceó. - ¿Nunca estuvo conectado? - Negó. - Rayos.
Una risa se escapó de la boca del pelinegro y el corazón de Yoongi volvió a acelerarse.
- Bueno... uh, Dios esto es vergonzoso. - Confesó acalorado.
- ¿Puedo llamarlo hyung? Tengo diecisiete y usted parece mayor que yo. - Habló sin tartamudear, al parecer había perdido la timidez rápidamente haciendo sentir a Yoongi más cómodo.
Asintió. - Yo tengo dieciocho.
Se quedaron un rato en silencio sin saber qué decir, Yoongi observaba al pelinegro mover sus pies tranquilamente.
- Eres realmente lindo. - Confesó sin saber de dónde había venido esa valentía.
Las mejillas de Jimin se encendieron fugazmente y Yoongi se sintió orgulloso por provocar eso.
- H-Hyung~ No diga esas cosas. - Abultó su labio mientras colocaba sus manos en sus mejillas.
- ¿Por qué? Es la verdad. Eres hermoso, y demasiado adorable para mi salud. - Realmente Yoongi no sabía cómo logró decir esas cosas.
Jimin sonrió sintiendo sus mejillas calentarse el doble.
- U-Usted es muy guapo, Yoongi hyung.
Bien, adiós confianza.
Los nervios llegaron y Yoongi miró hacia todos lados sin saber qué decir, aquel chico había logrado hacerlo sentir así con un par de palabras.
Volvieron al silencio y el mayor ya tenía que bajarse.
- Uhm, yo... debo irme. - Dijo levantándose. Jimin asintió lentamente mirando el suelo, demasiado avergonzado como para mirarlo.
Entonces, cuando el tren se detuvo y Yoongi estaba por poner un pie afuera, el menor corrió hacia él para darle un beso en la mejilla en modo de despedida.
- Hasta mañana en la noche, hyung. - Sonrió, sus ojos se hicieron dos líneas negras y movía sus manos en un ademán despidiéndose.
Yoongi se bajó todavía en un trance y quiso subir de nuevo.
La sonrisa de aquel chico quedaría grabada durante mucho tiempo, al igual que el roce de sus labios en su mejilla.
Las semanas habían pasado y aquellos dos chicos empezaron a conversar intentando conocerse aún más. Lo que más amaba Yoongi de todo eso, era que Jimin siempre se despedía con un beso en la mejilla prometiendo verse la siguiente noche.
Algo había sucedido una de esas tantas noches, y la otra y la otra. Jimin no se había subido al tren.
Una semana había pasado pero el menor seguía sin aparecer, Yoongi esperaba impaciente, deseando que en alguna estación subiera él. Pero no sucedió.
- Hey, hyung. ¿Has visto al niño hoy? - Preguntó Hoseok en cuanto el mayor llegó a su apartamento, negó con una mueca decepcionada. - Tal vez está enfermo.
Yoongi ladeó su cabeza. - No lo sé, espero que sea eso. La última vez que lo vi se veía muy bien, incluso afirmó que nos encontraríamos la siguiente noche.
- ¿Crees que le sucedió algo?
El rubio se tiró en el sofá metiendo su rostro en uno de los cojines y soltó un grito frustrante.
Entonces las semanas siguieron así, y el camino a casa volvió a ser interminable para Yoongi. Ya no estaba aquel pequeño frente a él, con su mirada perdida en sus zapatos y los auriculares que nunca habían estado conectados.
Pero dos meses después, Jimin regresó.
Cuando Yoongi bajó del tren en la misma estación de siempre, a la misma hora de siempre, él estaba ahí sentado.
Movía sus pies impaciente mientras mordía su labio inferior observando todo el lugar. ¿Lo estaba buscando?
En cuanto sus ojos se conectaron, Jimin corrió hacia él. ¡Lo estaba buscando!
- ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Hyung! - Exclamó llegando hacia él.
- ¿Jimin? - Preguntó el mayor confundido, todavía sin poder creerlo. - ¿Q-Qué haces aquí? Tú... pero... ¿qué?
- Yoongi hyung lo siento muchísimo. Aquella noche, cuando lo vi por última vez, mi madre se enfermó y tuve que internarla en el hospital. Como todavía soy menor de edad me mandaron a vivir con mis abuelos. - Contó mientras caminaban sin darse cuenta.
Yoongi escuchaba atentamente, un alivio recorrió su cuerpo al ver al menor bien.
- ¿Y qué haces aquí entonces? - Preguntó cuando se detuvieron en una banca de la estación, sentándose al mismo tiempo.
- Y-Yo... uhm, n-no pude d-dejar de pensar en usted y... y-ya sabe, le dije que nos veríamos y n-no pude despedirme... - No paró de tartamudear y mover sus pies impaciente, y Yoongi creyó que era la persona más adorable que existía en el planeta Tierra.
Luego de eso, el mayor sonrió y le preguntó a Jimin en dónde vivía. Hizo una mueca desagradable al darse cuenta que era mucho más lejos que antes y los trenes que lo llevaban a sus casas eran diferentes.
- H-Hyung... enserio me agrada muchísimo, me gustaría seguir viéndonos. - Abultó sus mejillas formando un puchero y un suspiro salió de los labios de Yoongi.
Rascó su nuca nervioso, no sabía qué hacer.
- Jimin, creo que eso es imposible. - Confesó sin saber qué más decir, el menor tampoco dijo nada.
Se quedaron en silencio durante unos segundos hasta que Jimin saltó de la banca emocionado y lo señaló.
- ¡Cumpliré dieciocho en un mes y entonces tendré libertad para vivir solo! ¡Espéreme hasta entonces, Yoongi hyung!
Lo miró, el menor tenía los ojos brillosos y lucía emocionado por la idea que su cerebro había ingeniado, entonces sonrió.
- De acuerdo, pero no dejaré que vivas solo. Comparto mi apartamento con un amigo, pero creo que será divertido tener a alguien más... - Comentó mientras la sonrisa de Jimin se agrandaba cada vez más.
- ¡Prométame que me esperará, hyung! - Tendió su dedo meñique.
- Lo prometo. - No tardó en enredar su meñique con el del menor en señal de promesa.
Quién sabe, tal vez dentro de un mes el camino a casa dejará de ser interminable.
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comeback home [ym]
FanfictionYoongi solo quiere llegar a casa, pero el camino se le hace interminable. |T W O S H O T S |