best of me ; lee jeno

imagination ;;

Ella era tan tímida, callada, insegura, entendía las cosas algo lento y tenía mil defectos, pero aún así Lee Jeno siempre la ha visto perfecta, ama su estatura, sus mejillas, sus ojos, ama que use lentes y la manera en la que usa sus dedos para acomodarlos, ama que a veces no entienda las cosas y no sepa a quien acercarse para resolver sus dudas, ama que se acerque a él para resolverlas.

Ama mucho a Min Hayley y ama aún más que lo amé.

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Ella los observaba en silencio a todos desde su lugar, casi nunca hablaba y sólo se dedicaba a estudiar.

Él la observaba a ella, la miraba atentó en todos sus movimientos.

Nunca se hablaban, ni se miraban en la escuela, eran totales desconocidos.

Pero todo cambio un sábado.

Hayley salía todos los sábados por la mañana a caminar con su pequeño hermano, siempre a la misma hora, la misma hora en la que Jeno se levantaba y abría su cortina. Hayley era muy tímida para hablar con las personas, simplemente le costaba trabajo hablar y lo peor era con los chicos.

En un sábado aburrido, fue cuando Jeno se dió cuenta de que todos los sábados la veía a las diez de la mañana pasar por en frente de su casa. Algunas veces, cuando la mamá de Jeno arreglaba su jardín, Hayley y su hermano la saludaban  de manera amable.

Pasaron al rededor de 10 sábados.

Ese día era un día soleado, no había ni una nube en el cielo, el aire estaba cálido y acogedor.
Jeno se levantó una hora antes de las diez, desayuno y volvió a su habitación para esperar a ver a Hayley, a estas alturas Jeno no negaba que se sentía totalmente atraído por ella y no sólo era por su físico, su forma de ser era hermosa. Dieron las diez de la mañana y ahí iba ella, de nuevo y como cada fin de semana Jeno sintió ganas de gritarle su nombre, para que ella volteará, pero Jeno no era lo suficientemente valiente como para hacerlo, también quería decirle que siempre se veía preciosa.

Ese día la mamá de Jeno estaba arreglando las plantas, cuando Hayley la saludo.

—Hayley, necesito ir al baño—. Le dijo su hermano.

—Cielos, estamos muy lejos de casa Jae, ¿no puedes esperar un poco más?—. Lo miró preocupa. —En el parque hay baños.

—Hola Hayley, hola Jae ¿necesitas ir al baño?—. Preguntó la mamá de Jeno, pues iban pasando justo a lado de ella.

—¡Sí!—. Respondió Jae.

—¿Nos podría dejar entrar a su baño?—. Jeno vió como se sonrojo.

La situación la hacía sentir un poco avergonzada, no por su hermano, sino porque le daba vergüenza pedir las cosas.

—Por supuesto que si, anda vamos a entrar—. La mamá de Jeno los llevo y ahí Hayley espero a Jae.

Jeno tomó valor y decidió bajar, sí no se apresuraba y lo pensaba demasiado Hayley se iría y probablemente perdería la oportunidad de hablarle. Jeno no quería hablarle en la escuela por temor a que la molestaran a ella o que simplemente Hayley lo rechazará en frente de todos, si lo hacía en su casa o cerca de ella, no habría ningún problema, incluso, podría dialogar mejor con ella para convencerla, en el caso de un rechazo y sí es un rotundo no, también respetaría su decisión.