best of me ; lee jeno

best of me ;;

Salir del hospital había sido muy extraño y aún más por el hecho de que su mamá todo el tiempo estaba atenta.

—Mamá, ¿en donde está Jeno?—. La miró a los ojos.

—Jeno te está esperando en casa—. Tomo su mano.

Subieron al taxi y las llevó hasta su casa. Y era verdad Jeno, su mamá, Jae y dos personas más estaban ahí.

—¡Hayley!—. Jae corrió hasta ella y la abrazó. —Te he extrañado mucho.

—Yo también Jae—. Se agachó y lo abrazó.

La casa estaba cambiada, los muebles en otros lugares y se veía totalmente limpio.

—Hola, Hayley—. La saludó Jeno.

—Hola Jeno—. Jae se soltó y fue con el muchacho que estaba sentado a lado de la chica.

Jae estaba jugando con ellos.

—¿Qué tal estás?—. La abrazó por la cintura.

Su suave tacto era como estar en el cielo.

—Estoy bien, mucho mejor ahora que te veo—. Correspondió el abrazó de Jeno. Pasando sus brazos por el cuello de Jeno y parándose de puntitas para alcanzarlo.

Jeno era tan alto. Y tan hermoso.

—¿Esperabas verme?—. Le susurró al oído.

—Por supuesto—. Se separó y le sonrió.

Después de saludar a la mamá de Jeno, se sentó.

—Él es mi hijo Taeyong y ella es su novia Yerim—. Los presentó. —Taeyong es psicólogo, él te dará terapias y te va ayudar Hayley.

Taeyong la miró y le sonrió. Después miró a Yerim y ella le sonrió de manera cálida.

—Hola...—. Los saludó Hayley tímidamente.

—¿Te parece si después hablamos tú y yo?—. Preguntó Taeyong a Hayley.

—Seguro...

Comieron todos juntos, Hayley no se sentía con mucha confianza de hablar.

—Hayley, ¿estudias con Jeno, verdad?—. Preguntó Yerim al ver que Hayley estaba callada y distante.

—Ah... Sí, somos compañeros de clase—. Le respondió mirándola a los ojos.

Yerim le inspiraba confianza.

—Genial, ¿Jeno estudia bien? Él dice que sí... Pero quién sabe si sea bien portado—. Bromeó Taeyong.

—¡Tae!—. Refunfuñó Jeno.

Hayley sonrió.

Jeno sonrió.

Después de terminar de comer Hayley se sentía nerviosa. Y llegó lo que no quería que llegará.

—Hayley, ¿qué tal si me enseñas tus discos en tu habitación?—. Taeyong le preguntó. No tuvo de otra más que decir que sí.

—Seguro, vamos—. Miró a Jeno.

Y Jeno le sonrió con seguridad y le guiñó el ojo.

—Bueno, vamos.

Taeyong siguió a Hayley y después de haber entrado Taeyong cerró la puerta.