El cambio es bueno

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Era un día como cualquier otro, las flores de cerezo habían madurado y se veían hermosas, como si todo se llenara de paz y color rosa, me parecía muy lindas, nunca los había observado en persona; Japón, Tokio, una de las ciudades mas bellas a mi parecer. ¿Cómo llegué hasta acá? Debería contarles esta historia , de como yo, Valeria  llegue hasta el otro lado del mundo.

Soy de Venezuela, tengo 16 años, soy morena "clara" (es decir, mi color de piel no es tan oscura), de estatura un poco alta, uso lentes, mi color de ojos es café oscuro y mi cabello, rulo desde la raíz de color castaño oscuro con reflejos pelirrojos, mi cara, una cara de bebé adolescente adorable, o lo que dicen mis amigos, en especial Lucia y Greicy, son muy buenas amigas, nos conocimos en 4to grado de primaria, hicimos conexión de inmediato y nuestros gusto similares hicieron que nuestra relación se fortaleciera.

Venezuela, un país lleno de maravillas que explorar, sin embargo, la situación del mismo tuve que mudarme, aunque no lo crean Japón no fue la primera opción que mis padres pensaron para vivir. Pero fue la única mas accesible para nosotros pues me otorgaron oportunidad de estudiar allí. Recuerdo con claridad ese día, estaba en el aeropuerto con mis maletas, papeles y familiares, ¿cómo olvidar el doloroso adiós de alguien que te importa? Estaba segura que era el comienzo de un nuevo futuro pero con el recuerdo de otro. Mi vuelo salia a las 7:00 AM, tuve que estar allí a las 3:00 de la madrugada por todo el papeleo y las colas, pero aparte del desagradable momento que tuve al hacer más de 1 hora de cola más no haber comido en todo el día, sino cuando ya casi abordaba el vuelo, fue... No tengo palabras para decir todo lo que sucedió después; tan solo esto: nunca podría no llorar al ver las caras de todos los que quiero al saber que no podríamos compartir una reunión familiar otra vez, una navidad juntos, una salida con mis amigos y todo lo que logré en ese tiempo con ellos.

Fue un viaje largo y mi mente se llenaba de preguntas, ¿cómo será la escuela?, ¿le agradaré a los estudiantes?, ¿cómo es el primer mundo y su xenofobia/racismos?, ¿mis padres se acostumbrarían al japones?, ¿que tal será mi vida allá?, ¿buena?, ¿mala?, ¿habrá unicornios?, ¿habrá...? Ah, ¿por qué me molesto? Tan solo debí esperar. Nunca me imagine todo lo que pasaría en mi vida en Japón, una latinoamericana en oriente, ¿se habrá notado mucho que era la única no achinada y sin piel blanca? Pues, si, se noto mucho, en la escuela por un tiempo fui una "sensación", es gracioso, ¿no?

Tardé casi un año en ingresar a la escuela, me gusta mi casa, es moderna del estilo japones, parecía una fangirl con cada cosa que veía, en mi interior habían espasmos y en mi exterior gritaba un poco, ya que, siempre me ha gustado Japón, aunque la gente mi mirara de forma extraña, mi corazón de otaku no se quedaría atrás. Al principio no entendía muchas cosas, pero me acostumbre.

Ahora puedes entender la continuación de mi historia que es el actual conforme paso mi tiempo allí. 



¿El amor se encuentra a la vuelta de la esquina o del mundo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora