A pasado un año desde que Naraku murio y la perla de Shikon fue usada para traer a la vida al pequeño Kohaku.
Todo seguia igual, solo por el pequeño detalle de que en vez de buscar fragmentos de Shikon no Tama (la pela de las cuatro almas) ayudaban a la gente de las aldeas cercanas las cuales eran facilmente atacadas por demonios debiles.
Kagome se habia ido a su epoca hacia ya dos dias y Inuyasha ya estaba perdiendo la paciencia.
Inuyasha: ¿Donde estara Kagome?, ya deveria de haber llegado.
Sango: Tranquilo Inuyasha, seguramente llegara hoy a la tarde, no la agobies. Ademas, ya no tienes ningun pretexto para ir a su epoca.
I: Solo queria reunir todos los fragmentos de la Shikon no Tama.
Shippo: ¿Entonces por que ahora quieres ir a traerla de vuelta? Reconocelo perro tonto, quieres que este aqui, donde puedas saber lo que hace.
Inuyasha gruño al son de la respuesta y corrio hacia el arbol sagrado.
YA EN EL ARBOL SAGRADO (GOSHINBOKU)
INUYASHA P.O.V.
Aunque no lo quiera reconocer , Shippo tiene razón. Quiero que este aqui para saber lo que hace a cada momento, quien sabe todos los humanos que tendra tras ella en su epoca.
Espera, ¿en que estoy pensando? La traigo para protegerla.
Sí, solo para protegerla, se lo devo.
Empecé a correr hacia el pozo devora huesos y salte a dentro siendo bienvebido casi instantaneamente por la tan conocida luz morada de esta.