MALDITO PIRÓMANO

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#writober

¡Yo lo vi, te juro, lo vi! Ese maldito pirómano, lo vi a él y las llamas del incendio, la casa, la niña... vi a la niña cuando gritaba, también cuando la sacaron, su rostro desfigurado por el fuego, sus manos descarnadas, los retazos de su ropa, el carbón bajo sus ojos.

Yo la vi y también a las llamas, todas y cada una, avanzando y destruyendo todo a su paso, el jardín, el cuarto, los juguetes, el perro, la cama... y lo vi a él, ese maldito pirómano, en medio del incendio, no era la primera vez, lo sé, pero tampoco la última, te lo aseguro, lo dijeron sus ojos, ese infeliz disfrutaba cada instante, cada paso, sonrió entre el desastre, con la mirada perdida, casi desviada.

Era un espectáculo grotesco, enfermo y colorido, entre periódico quemado, sillones con la tapicería derretida, el color apasionante de las revistas en la sala, lo más hermoso de la destrucción.

Es impresionante lo poco que hace falta para los incendios... un poco de alcohol, un par de aerosoles, unos cuantos cerillos y un cigarro.

Pude sentir el éxtasis en él , lo presencié todo, ¡si lo hubieras visto tú! ¡Estuve ahí, inerte, frente a él, frente a todo! Y no hacía nada, sólo miraba, no supe si fue el miedo, no sentí si me consumía el incendio o la adrenalina me tragaba.

Ahí está otra vez, lo estoy viendo, te lo juro, ese maldito pirómano ¡Ahí está otra vez! Y aquí está otra vez, entre mis manos, éste fuego profano... y aquí estoy otra vez, maldito pirómano, en medio de los incendios.

OuijaWhere stories live. Discover now