Cuando Gabriela tenía 14 años, conoció en su clase de instituto a un chico nuevo que llegó a la ciudad ese mismo año. Se llamaba Tomás, era alto, de pelo rubio y ojos castaños, con unas cuantas pecas y una personalidad que enamoró a nuestra Gabriela en cuestión de segundos. A los 4 meses de conocerse, empezaron a salir juntos. Gabriela era la chica más feliz cuando estaba junto a él.
Compartía con Tomás toda su pasión por el baile, y a Tomás le encantaba verla bailar (lo cierto era que lo hacía como una auténtica profesional) y verla tan entregada a algo.
A su misma vez, Valeria, después de más de 10 años soltera, dedicada a su hija y a su trabajo, empezó a salir con un vecino de su comunidad, Javier.
Los dos eran muy felices juntos y llevaban saliendo 1 año, así que decidieron que era buena ida que Javier fuera a vivir con Valeria y su hija. A Gabriela le pareció también buena idea, lo único que quería era ver a su madre feliz.
Javier no tenía hijos, pero le tenía mucho cariño a Gabriela y le ayudaba con su vestuario en cada actuación de ballet, ya que él había estudiado diseño y moda cuando era joven, aunque lo dejó para dedicarse al marketing, ya que no veía salida profesional en la moda a no ser que se marchara a las grandes ciudades y él no quería eso porque quería estar lo más cerca posible en todo momento de su familia y amigos.
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Ballet, un mundo complicado que solo los que entran en él entienden
Teen FictionEsta es la historia de una joven cuya pasión es el Ballet, aunque no todos entienden el porqué de dicha pasión, lo que conllevará a numerosos problemas e incluso...¿a un trágico final? A esto se le sumará el secreto de su padre, el cual abandonó a s...