Cervampe, una historia de amor inigualable.

Capítulo 1

Cerva no entendió cómo un chico tan "guapo" podría tener un nombre tan ridículo, esto se debe a que Cerva está acostumbrada a ver dibujitos animados para niños de su edad mental, es decir -4. Le decepcionó un poco saber que el chico de sus sueños además de ser un delincuente, tenía un nombre más feo que pegarle a un padre. Cerva quería tener algo de conversación con Juan Pedro, pero ella no sabía sobre marihuana, cómo máximo conocía unas zarzamoras que se comió "por error" un día en el Bosque City.

Cerva no dejaba de pensar qué cosas podrían tener en común, y empezó a hacer una lista.

-Bueno... Entonces, ambos tenemos una boca, un booty, aunque yo a veces no sé si tengo sólo uno...

Cómo podéis comprobar, la chica no era la más espabilada de la clase, algunos dirán que esto se debe a la parte de ciervo de su cerebro. En contradicción a esa teoría, diré que el problema es su color de pelo, es decir, que es rubia.

Cerva escuchaba cómo Juan Pedro, al cual llamaremos Juanpe porque no me pagan lo suficiente por ser narrador de una cutre historia, hablaba con compañeros en clase:

-Primo, líate algo. -dijo Juanpe con tono de Dora la Exploradora yendo a la Colina más alta-
-Es tan mono cuando se quiere drogar... -suspiró Cerva-

Juanpe, que al parecer no vio a Cerva con cuerpo de friki, como su compañera 치구, de acercó a Cerva a formularle una pregunta que cambiaría la vida de ambos:
-Premah, ¿tienes fuego? -dijo con voz ronca-
Cerva no podía afrontar lo que estaba ocurriendo, él, Juanpe, le había hablado, era increíble, ya podía oír campanas de boda sonando, a pesar de que Juanpe había preguntado uno por uno a los demás alumnos de clase, Cerva se sintió especial y única.

-Socia, que te he dicho que si tienes fuego, ¿es que eres tonta?
-Lo-lo siento. No fumo. -dijo Cerva muy nerviosa, cómo si esa respuesta la estuviese dando en un examen del Forni para el cual no había estudiado-
-Bueno, le pediré a mi amiga el Troglo que me encienda una fogata, que sois unos ratas todos, agarráos. -dijo muy enfadado-

Cerva seguía sin poder creerlo, había tenido una conversación con Juanpe, era lo mejor que le había pasado desde que descubrió el tesoro del mapa de la zona infantil de McDonalds.
Cerva pensó que debía  conseguir a ese chico, y grabar un videoclip como la Pelopony. Es decir, se va a enterar de quien es la PeloCerva, prepárate a sentir

Cerva intentó socializar, pero cada vez que intentaba hablar con alguien se distraía mirando a Juanpe, hasta tal punto que este le dijo:
-Tia, ¿cual es tu problema? ¿Tengo monos en la cara?
-Lo siento, estaba mirando el gotelé de la pared. -dijo Cerva-
-¿Esta tía es tonta? -dijo Juanpe tratando de conseguir un parecido con Belén Esteban-
Lo que nadie se imaginaba es que dentro de la mente de Juanpe, corrían unos sentimientos hacia Cerva, y unos pensamientos de ligarsela al estilo cani, es decir, insultándola. Si preguntáis mi humilde opinión, creo que es estúpido, pero bueno, que cada uno hace lo que puede.

¿Sabéis qué corría en la cabeza de nuestra protagonista? La lista de la compra que tenía que hacer en Mercadona, es decir 400 sauccisones y 6 botellas de aceite por cada sauccisón. Pero a parte de esto, ella sí imaginaba lo que ocurría en la cabeza de Juanpe (desmintiendo el principio del anterior párrafo), pero hay algo que debería añadir, y es que, debido a el retraso que sufría Cerva, cada vez que Juanpe hablaba con ella, esta pensaba que él se le estaba insinuando. En fin, qué os voy a contar, estar en la cabeza de los personajes a veces es un coñazo...

El timbre sonó, ya era hora de ir al recreo, esos 15 minutos de sufrimiento para Cerva en los que estaría sola buscando un acompañante, o simplemente dando vueltas sobre sí misma cual planeta tierra.
Salió por la puerta y vió a Juanpe sentado en un banco fumando con sus amigos, ese era su momento, debía sorprenderlo. Se soltó el cabello (el cual no tenía), pellizcó sus mofletes para tornarlos rosáceos y levantó sus shorts lo máximo que su culo le permitió, unos 2 centímetros. Y se dispuso a pasar por delante para sorprenderlo con su espectacular físico heredado de la familia de su prima, Nicky Minaj.
Comenzó dando pasos nerviosos, pero a medida que avanzaba, sus pasos se convertían en los de una modelo estadounidense muerta de hambre que lleva entrenando el modelaje desde que salió de su madre. Casualidad o no, en los altavoces del instituto comenzó a sonar una famosa canción de su prima con su ídola Beyoncé "Feeling myself" la cual era perfecta para el momento.
Los ojos de Juanpe eran cómo platos, no podía creer lo que estaba viendo, ¿era esa la misma chica que antes? No pudo evitar exclamar:
-¡Que no me entere yo que ese culo pasa hambre, guapa!
Ante este comentario, Cerva fue una de las personas más felices del mundo, a pesar de que en realidad, más que una diva, parecía una pringada, y todo lo que he narrado exceptuando el comentario de Juanpe, el cual su fue real, era imaginación suya.
Decidió que debía contarselo a alguien, no podía afrontar ese comentario, para ella eso era más que haberse casado y tener 3 hijos. Y decidió llamar a su prima.

-Nicky, tengo algo que contarte -dijo Cerva bien emocionada-
-Tía, deja de llamarme, no te pongo una orden de alejamiento porque somos familia, pero por favor, déjame en paz, tengo cosas mejores que hacer. -dijo Nicky Minaj enfadada-

La rapera colgó el teléfono, pero cómo Cerva estaba más empanada que un filete de la madre del Seta en un burrito, habló sola durante todo el recreo, lo cual nos hace pensar que Cerva es de horóscopo Leo, porque es muy egocéntrica, dejadme decir que no lo es, sino que es Capricornio, o Capricoño, o Capricuernos, el nombre que vosotros decidais es el correcto.

El timbre volvió a sonar, y Cerva debía volver a clase, pero esta tenía un escaso sentido de la orientación, así que su plan era pedirle a Juanpe ayuda.

Este aceptó a cambio de un cigarro, el cual Cerva dibujó, digamos que cómo Juanpe no era tampoco muy inteligente, no se dió cuenta y lo fumó igual. Y así es cómo juntos, fueron a clase, en la cual ocurrirían nuevas cosas, pero para eso esperaréis al siguiente episodio, que tampoco es que sea mi imaginación aquí la fábrica de chocolate.