Capítulo 1

25 5 0
                                    

Hacía un par de horas que había anochecido y ya habían encendido todas las luces de la pista de aterrizaje, pero a pesar de ello el tránsito de personas no había disminuido.

Seguíamos sentadas en los asientos más cercanos a la puerta de embarque B1-8. A mi lado Astrid seguía escuchando música tranquilamente, sin embargo yo no podía dejar de pensar en lo que se nos avecinaba. Nuevo país, nuevos amigos, nuevas aventuras por vivir y, sobretodo, bromas por hacer.

Una gran sensación de vacío se instaló en mi estómago por lo que decidí avisar a mi amiga.

— As —la llamé, pero sin embargo no dio señales de haberme escuchado—, As —volví a repetir mientras le tocaba el hombro. Ella instantáneamente se quitó uno de sus auriculares y me miró.

— Dime —me respondió.

— ¿Vamos a comer algo? —le pregunté.

Ella dio un largo suspiró y por fin me respondió: —Estaba esperando a que me lo preguntarás —me dedicó una sonrisa bastante inquietante.

— ¿Qué quieres?

— No tengo ningún dollar, pero como buena amiga que eres podrías prestarme —me pidió.

— ¡As! Te dije que no cambiaras todo el dinero, ¡Te avisé una y otra vez! —le reproché

— Pero aún así me lo dejas, ¿no? —me limité a asentir.

Nos pusimos nuestras mochilas al hombro y nos dirigimos a la zona de restaurantes que quedaba a tan sólo unos metros de distancia.

— Elige tú, total eres la que va a pagar.

— Qué amable por tu parte —le dije con sarcasmo —. Vamos al McDonald's —sentenció.

Después de habernos comido unos raps de pollo y unas patatas volvimos a la puerta.

(...)

— "Por favor, pasajeros del vuelo 934 Lufthansa con destino a Oxford acudan a la puerta de embarque B1-8" —comenzó a sonar en todos lo altavoces.

Me levanté inmediatamente de las sillas en las que estaba tumbada y procedo a despertar a mi amiga también.

— ¡Despierta, As! ¡Qué vamos a perder el avión! —rápidamente se incorporó.

— Vete poniéndote a la fila, tengo que ir al baño, vengo enseguida —se dirigió hacia los aseos.

La fila va avanzando cada vez más rápido y aún sigo sin ver la rubia melena de mi amiga. En cuestión de minutos llega mi turno por lo que enseñó mi billete e identificación y me subo al avión.

En el interior me siento en mi respectivo sitio a la espera de As, que aún sigue sin aparecer.

Han pasado diez minutos desde que subí al avión, a mi derecha tengo una madre y su niña pequeña, la cual no deja de llorar.

"Vaya viaje que nos espera."

Un característico pitido me sacó de mis pensamientos y a continuación unas azafatas comenzaron a explicar todos los procedimientos en caso de accidente, seguidamente la señal que indica que se deben abrochar los cinturones se enciende.

¡Todavía no puede despegar! ¿¡Y As!? ¡Dónde se ha metido esa inútil!

Comienzo a hiperventilar, no sé qué hacer estoy entrando en una ataque de pánico.

— ¡Todavía no podéis despegar! —le grité histéricamente a la primera azafata que pasa por mi lado — ¡Mi amiga todavía no ha llegado!

La azafata me miró apenada y respondió —Lo lamento, pero no hay nada que yo pueda hacer, por favor siéntese y disfrute del viaje, se lo comunicaré a mis superiores.

Back AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora