Maratón 2/4
Los vuelvo a abrir y ya no veo a Erin, si no que, en vez de eso veo dos cestas, una con un queso y otra con un cuchillo, observó que me encuentro en el comedor de el colegio, solo que sin muebles, siento frío, esta nevando.
-Elige- dice una voz
Entonces agarro el cuchillo, en cualquiera de los casos, serviría mas eso, estoy en lo correcto, un perro ladrando y gruñendo se dirige a mi, recuerdo que una vez a un amigo que tenia un perro, dice que investigó sobre él y dijo que mirarlo a los ojos es acto de agresión, supongo que, me gustaría que me viera a los ojos mi asesino, volteo hacia el perro que esta apunto de saltar hacia mi, volteo y lo observó directamente a los ojos, cuando lo hago algo espumoso se comienza a acumular en su hocico, suelta un breve ladrido antes de que le encaje el cuchillo en la nuca, borbotones de sangre salen de ella, me arrepiento de inmediato al hacerlo, jamás había matado a alguien y no pensaba que un animal sería el primero en mi lista de asesinatos.
Parpadeo y de inmediato estoy en un supermercado, todo esta vació pero al final del pasillo de comida hay tres manzanas y una botella de agua de 3 litros, giro mi cabeza y veo un cartel que dice "Provisiones agotadas hasta dentro de dos días" volteo hacia la comida y veo que ahí esta un chico, con ropa desgastada, cabello revuelto y pies desnudos; un abandonado.
-Hey! Tu no deberías estar aquí abandonado! - grito mientras avanzo a paso rápido hacia él, me mira extrañado y dice:
-Son tuyos veraz?-dice mostrando su sonrisa amarilla
-Si de verdad son tuyos, te los doy y si no, por favor ayúdame, mi familia no ha tenido comida por días, mi hermano pequeño tiene mucha sed- dice alzando la botella, si le digo que de verdad no es mía, se la quedara y yo me iré sin nada, y sin comida por un par de días, lo miró
-Si, son realmente mías-
