capitulo 10

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Ya eran dos semanas enteras en las cuales Sebas  venía diariamente a la librería.

Cada dos días me traía un regalo, y al día siguiente me preguntaba que me habia parecido. Luego se iba despidiendose de esa manera tan particular que ya se le iba haciendo costumbre, ocasionando que mi corazon revoloteara tanto hasta causarme un mini paro cardiaco. Cielo insistía en convencerme de que era obvio que él sentia algo por mi. Y aunque es vergonzoso siquiera pensarlo, me hacia demasiada ilusion que lo que Cielo decia fuera verdad.

Sin embargo hoy entendí porque es que dicen que el enamorarse es un terreno peligroso en el que te condenas a esas sensaciones que duelen mas que una daga clavada en el corazón.

Hoy lo había visto en la esquina de el frente con una cajita pequeña pero llamativa en la mano, y su sonrisa, su tan única sonrisa tenia un brillo distintivo. El era Sebas, sin poder impedirlo mi corazón comenzó a alocarse. Mas todo se acabo cuando al cruzar la calle no vino hacia la librería sino que cruzo hacia la cafetería de enfrente,  saludo a una muy hermosa señorita y le entrego la cajita. ¿Saben cual era el regalo? Era el primer regalo que me dio, entonces ella lo beso...

  

un destino entre paginas (fanfic coleccionista de mundos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora