Gays On Ice || Yuri!!! On Ice-OS ||

Los gatitos también se sienten solos. || Yuri x Otabek

          

​>> Después del capítulo 10<<

-Son anillos de compromiso, nos casaremos cuando Yuuri gane el oro. ¿Cierto, Yuuri?

"gane el oro"

Aquellas palabras quedaron en la mente del resto de los demás patinadores con quienes los "novios"  compartían  mesa.

A Yuri Plisetsky no le generó sorpresa alguna de que ese par hiciese de las suyas por Barcelona, pero, si le generó cierta presión en el pecho de que Viktor confiara más en el Katsudon que en él, siendo obvio quien sería el ganador, o al menos de eso se intentaba convencer.

-¡Alto!, ¡Quién ganará el oro y se casará seré yo! –Jean Jacques Leroy acababa de entrar al local junto con su estirada novia. 

A penas terminó con su monologo egocentrista, todo el mundo se puso de pie alegando que ya era tarde y que debían estar listos para el día siguiente, dejando solos a JJ, su novia y su gran ego.

Yuri veía como todos se iban rumbo al hotel, ya que además de ser tarde, estaba comenzando a bajar la temperatura; cosa que a él no le afectaba, pues en Rusia llegaban a grados sub-cero todos los días. Barcelona era un lugar muy cálido para su sangre fría.

-Yuri, ¿Te irás al hotel con nosotros? –Preguntó Viktor, tocando suavemente el hombro del menor para captar su atención.

-¿eh?, ¡No! –Exclamó Yuri con enojo, llamando la atención de los demás patinadores que se encontraban en el lugar. –Vayan a hacer sus cochinadas solos, par de ancianos.

La voz de Yuri dejó a todos bastante helados, en especial a Yuuri, estaban acostumbrados a sus reacciones molestas y a su mal humor, pero que reaccionara así de un momento a otro les pareció bastante extraño.

-Yurio, ¿Estás bien? –Yuuri se acercó al menor mientras lo miraba con una preocupación equivalente a la de una mamá.

-¡Estoy Bien!, tsk, que molestia. –Yuri dio media vuelta ignorando así a los demás, mientras se preguntaban qué le pasaría al joven.

Yuri comenzó a caminar sin rumbo alguno, solo quería caminar para enfriar un poco su mente, la cual se encontraba aún perturbada; y para que negar, un poco asustada. No sabía lo que pasaría en la competencia, al inicio se tenía bastante fe, pero luego vio el eros de Yuuri y Chris, la gran Performance de Otabek y para qué negarlo, JJ a pesar de ser un engreído sin remedio, tenía un talento de puta madre, al igual que todos los demás.

¿Será él, el único en cuestionarse en último momento cuando no queda casi nada para el fin? ¿O los demás patinadores se enfrentaran a tal dilema como él? No, no, ellos ya habían llegado hasta acá, ellos ya habían pasado por todo esto. Y el ya había observado las lagrimas de fracaso, las mismas lagrimas que vio en la cara de Yuuri el Grand Prix pasado, ya vio lo terrible que eran, y no las quiere sentir cayendo por sus propias mejillas. No quería sentirse tan inútil, como el Katsudon se había sentido en aquel momento.

Caminó quizá durante horas; no lo sabía, pues había perdido la noción del tiempo mientras divagaba en sus propios pensamientos. No se dio cuenta donde estaba hasta que vislumbró a la sagrada familia, no había estado allí antes, pero la logró reconocer gracias a las fotografías que habían subido los demás patinadores a Instagram.

Se acercó más para lograr ver algo, o por lo menos a alguien a quien preguntarle cómo llegar a su hotel; ya que no tenía ni si quiera una idea de cómo había llegado allí.

Cerca de él había un mapa de la ciudad; sin embargo, estaba todo en español, idioma que el ruso no sabía. Trató de acercarse a alguien, pero todos se alejaban de él. ¿Cómo es que nadie logra reconocer a Yuri Plisetsky?