҉ • • ② • • ҉

2K 161 32
                                    

La carretera estaba tranquila, el beta iba escuchando algo de música, cantando las canciones que sabía e inventando letras a las que no, aunque no muchos lo supieran la música era algo que se le daba muy bien, era su secreto mejor guardado, aunque claro que Theo lo sabía porque muy idiotamente había olvidado que vivían juntos y había pasado la tarde cantando en casa hasta que escucho la risa del quimera tras él. Su secreto ya no era tan secreto, pero al menos no lo había compartido con nadie aún. De seguro su manada, o amigos, aunque Theo no era su amigo realmente, así que si manada. Bueno de seguro ellos estarían preocupados, se había marchado bastante temprano tanto que no fue a clases y ya era pasada medianoche, no había podido contactarse con ellos para decirles que iba de regreso pues todo el día fuera y su celular estaba ya sin batería. De seguro lo regañarían por ello. Pues la vez anterior que eso ocurrió había recibido un par de heridas algo graves por parte de Monroe quien incluso le había llamado débil y Deaton junto a Mason tuvieron que salvarlo.

Un fuerte golpe lo desconcentro, apenas unos segundos después sentía como daba vueltas por todos lados, no solo él si no el auto con él, y no supo más. Despertó luego de unos minutos con un fuerte dolor en el cabeza, llevó una mano allí y sintió la sangre caliente en ella. Mierda Malia lo iba a matar por chocar su auto, aunque no sabía cómo pues no notó en ningún momento que un auto viniera cerca. Intentaba moverse para salir del auto cuando todo se sintió peor, había caído en una trampa, lo que Monroe había dicho parecía verdad en aquel momento. Había caído como un tonto y débil beta en su trampa, una gran lluvia de disparos se escuchaba a su alrededor, los vidrios caían por su lado, tenía un par de cortes que estaban sanando tan rápido como la herida de su cabeza, pero sin duda las balas no sanarían tan pronto, menos si eran las típicas con acónito que la cazadora traía cada vez que los enfrentaba.

Las balas sonaban cada vez más cerca, no podía escapar, si salía del auto era seguro que no podría correr con facilidad, sentía al menos tres o cuatro latidos distintos, o sea estaba rodeado de cazadores. Lo que también significaba que pronto iba a morir y Monroe cumpliría con su objetivo sin siquiera estar presente, porque la exconsejera estudiantil, actual reina de los cazadores que odian lo sobrenatural y mejor alumna del muy hijo de puta de Gerard, que por suerte si estaba muerto, no se había molestado en ir a cazar al beta.

Ya sea dentro o fuera del auto, la cosa para él no iba a terminar nada bien. De seguro si Theo lo viera en ese momento terminaría por regañarlo, de seguro incluso recibiría algún golpe, acabarían enfrascados en una pelea, pero el quimera no estaba en aquel lugar . Además, lo había amenazado con decirle a sus padres que lo encerraran la próxima vez que anduviera solo cuando no habían logrado capturar a Monroe y sus cazadores, al menos se libraría de ser encerrado en el sótano, alias habitación de Theo, por una semana. Sin duda esa era exactamente el tipo de situación que sus amigos tanto temían, primero decidió ignorar a Theo y Nolan; porque sí, el humano también le había advertido de los peligros para un hombre lobo de andar solo; e igual fue con Malia y no solo eso, sino que además, después se devolvió solo porque no quiso irse con Chris y prefirió quedarse conversando con los chicos por un rato más, se había quedado sin carga en su teléfono por lo cual tampoco había avisado que se iba, es decir nadie sabía en ese momento donde estaba.

Ya había decido salir del auto, sus heridas estaban casi completamente curadas, lo que significaba que al menos iba a poder defenderse y vamos, apenas eran cuatro humanos contra un hombre lobo, uno que ya llevaba años convertido, aunque aún tenía algo de problemas controlando su ira. Pero no sería Liam Dunbar si no tuviera problemas de ira y eso todo el mundo lo sabía. Por lo que quizás si podría salir y llegar a Beacon Hills sin muchas heridas, por supuesto iría lejos de casa, no necesitaba un sermón de Theo, Mason y Deaton podrían ayudarlo. Siempre y cuando los cuatro fueran nuevos cazadores y no tuvieran de esas balas que tanto amaba usar Monroe contra sus lobos favoritos, es decir todos los que algún día habían vivido en Beacon Hills.

Su suerte había sido bastante buena, ninguna de las balas había dado ni siquiera cerca de él. De seguro si eran de esos cazadores nuevos, pero si habían logrado dejar el parabrisas casi por completo destruido. Lo empujó solo un poco y pudo terminar por destrozarlo, apenas unos cuantos vidrios lo dañaron, estaba frente a uno de los cazadores, al cual no le costó mucho derribar. Pues algo de suerte si tenía, pero solo un poco, en realidad muy poca.

-Liam Dunbar. - Una voz masculina y desconocida lo llamaba con una naturalidad que le dio un pequeño escalofrío y con razón, junto con su nombre una bala se estrelló directamente contra su muslo izquierdo. - Monroe estará de verdad feliz cuando sepa que el trabajo está hecho, no fue tan difícil atraer al pequeño beta de McCall después de todo. Solo basto con masacrar una pequeña camada de monstruos, por suerte nos aseguramos de dejar al menor vivo, así tu podrías volver solo a casa ¿No? - Y si, todo había sido una gran trampa, una en la cual cayó sin problemas, al igual que lo había hecho meses atrás el día en que vio morir a Brett y Lori.
_________________________________
Liam se mete en problemas. Monroe no tiene ganas de dejarlo en paz o al menos así lo pienso yo, ella de verdad está casi tanto o más obsesionada que Gerard o ¿Solo a mi me dio esa impresión?
Les dejo la seguda parte y espero que les guste. Gracias por leer, comentar y votar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 02, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Qué estás haciendo aquí? (Thiam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora