Definitivamente eso era cansado, lo juro. Quería dormir por el resto de mis días.
Yo no sirvo para trabajar, mucho menos para buscar trabajo por ahí, debería casarme con un empresario millonario que sea muy viejo para que cuando muera me herede todas sus pertenencias y así sea rica para siempre y no tenga que preocuparme por conseguir un trabajo.
Seguí caminando por este parque -que luce extrañamente pintoresco- de manera pesada mientras hacía pucheros lamentándome por esta miserable vida que poseo.
Vale, quizás no era tan miserable, pero estaba cansada; y cuando estoy cansada la fatiga me llega al cerebro y no puedo pensar con claridad, por lo que pienso sólo en idioteces como una miserable vida que, de hecho, no tenía. Es más, ni siquiera tenía una vida, mi vida consistía en buscar trabajo porque, por alguna muy extraña y desconocida razón, siempre me despedían.
Me senté en una banca que se me apareció, y decidí que me quedaría ahí por un buen rato, ya que llegar a mi departamento temprano no era una opción. No era mi departamento en sí, en realidad era de Charlotte, mi molesta mejor amiga, se lo habían regalado sus padres por su cumpleaños número dieciocho y me invitó a vivir con ella. No me gustaba llegar a él temprano porque de Lunes a Viernes antes de las 5:00 pm nunca estaba Charlotte, y realmente yo odiaba muchísimo la soledad.
Así que yo estaba ahí, sentada en una banca de un parque muy bonito luciendo demasiado deprimente. Creo que si alguien hubiera pasado por ahí, se pondría a llorar conmigo. Aunque era muy poco probable que alguien pasase por ahí, porque ese era uno de esos parques que casi nadie conoce. Cada vez que había estado ahí, normalmente siempre estaba sola o con alguna pareja en una esquina haciendo algo indebido, alguna madre con su hija/o, y cosas así. Yo lo encontré por casualidad un año antes, cuando recién llegaba a L. A. Había decidido caminar para conocer el lugar, y terminé perdida. El parque estaba detrás de una zona donde había unas cuantas tiendas de antigüedades, sólo podías llegar a él por medio de una pequeña calle y por ahí debías salir.
—No podría estar peor —susurré para mí misma.
Y luego, como por arte de magia, comienzaron a caer pequeñas gotas de agua mojada del cielo. "Esto luce de película", pensé.
Nota mental: No pensar en voz alta, porque tengo una asquerosamente terrible mala suerte.Me levanté y saqué de ese enorme bolso que siempre usaba -aunque fuera la cosa más difícil de cargar- ese horrible impermeable del que nunca había podido deshacerme. Mi madre siempre me obligaba a usarlo y eso era bastante frustrante. Lo había usado en contra de mi voluntad desde que tenía seis años, no importaba que tuviese que arremangármelo porque me quedaba volando, no, aún así cada vez que llovía tenía que usarlo.
Era realmente feo, tenía ese vomitivo color amarillo chillón... Está bien, lo admito, con unas botas rojas y algo que combine lucía genial, pero sino era simplemente asqueroso.
Me lo puse encima a regañadientes, abrí el paraguas que llevaba gracias a que Charlotte miró en las noticias que llovería y lo coloqué encima de mi cabeza, para después comenzar a caminar al departamento solitario. Odiaba caminar, pero eso es a lo que una persona sin dinero ni auto tiene que recurrir, claro que tampoco era como si mi destino estuviese lejos, de hecho estaba bastante cerca, pero soy floja y listo. Pero todo eso se terminaría, y de eso me encargaría yo. Le había estado rogando un auto a mi padre, y cuando digo rogando me refiero a tirarme al suelo, hacer pataletas y llorar, por lo que realmente esperaría tenerlo pronto. En fin, con un puchero me dispuse a caminar hasta que ví un grande y seductor charco de agua. Juro que me estaba llamando.
"Ven, ven, dulce Lily. Sáltame encima y empápate de la cabeza a los pies, sé que lo deseas" me decía.
E hice lo que me pidió de la manera más infantil que sólo yo era capaz de hacer. Salté de un lado a otro, empapándome hasta el pecho. Vi otro charco a unos cuantos metros y tambien corrí hasta él. Lo siento, cuando me sale la niña interior no puedo parar, me estaba divirtiendo como nunca.
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yellow raincoat. || jb
FanficMe pondré mi impermeable, mi impermeable amarillo. Cariño, me mantiene seco. Me pondré mi impermeable, mi impermeable amarillo. Sabes exactamente por qué. Cuando el viento sopla, el sol se oculta y la arena cae, un día de tormenta, es un destructor...