Placer

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Entre tanto romance ambas tenían un lado muy perbertido  estas niñas no dejaron restaurante de comida rápida donde el baño no llevaba marcando placer sudor y gemidos que las llevaban a el punto máximo de ir a la luna y volver explorar el cuerpo de aquella piel tierna aun fresca de mi menora me hacia deleitar de placer amaba cada centímetro de su cuerpo como en cada beso su lengua y la mía llevaban el juego perfecto como unos simples dedos podían llevarme a un exquisito orgasmo como ambas nos llenábamos mutuamente de placer hasta quedar exhaustas ante aquel momento que tras perverso solía ser maravilloso , fuero diversos sitios en lo que repetían y se entregaban nuevamente pero jamas dejaba de ser especial.

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