"Contra mi voluntad"》BTS《》jhope y Tú《 [Terminada]

Cap 33.

➽ Narra JHope.

Me preocupé.

Me había cortado.

Dijo que recibió una visita inesperada..

Me sorprendí.

Mi padre estaba al lado mio, escuchando atentamente todo, lo miré y lo tomé del cuello de su camisa.

- ¡Se vengó de mi! - Grité.

- ¿Quién? -
Preguntó mi padre asustado por el grito inesperado que había pegado.

No le contesté.

Sabía del tema.

No me digne a volver a tocar ese tema, sólo salí corriendo de mi casa para tomar mi auto, subir e ir a la casa de Sayuri. Al llegar bajé rápido, no me importó no haber asegurado el auto, toqué la puerta como desesperado hasta que la sirvienta me abrió.

- Hola, buenas noches vengo a visitar a Sayuri, permiso, aquí ya me conocen -

Decía rápidamente mientras caminaba hacia la habitación de ella, me detuve en seco frente a esa puerta, sabia que si ponía un pie adentro mi relación estaría en riesgo.

- Mi amor.. -
Susurré con debilidad.

- ¡Largate! -
Gritó ella.

Suspire pasando mis manos por mi rostro.

- Permiso -
Dije en seco y abrí su puerta, me sorprendió que no estuviese asegurada, ella sabía que yo vendría por que me preocupo por ella.

- Sayuri tienes que escucharme, por favor -
Me acerqué a ella que tenía una reacción sorprendida ante mi reciente acción; Tomé ambas muñecas de sus brazos para levantarla y que quedara de pie, frente mío, claro que ella desistía de aquello.

Lo único que me decía era que la dejara en paz.

- No te dejaré en paz, no tienes que creerle a ella, por favor.. Ella sólo miente para llamar la atención -

Trataba de buscar su mirada con la mía, como ella hacía fuerza para que la soltara lo hice, la solté pero después tomé su rostro.

- ¿Ella? ¿Tu no quisiste llamar la atención cuando mataste a ese hombre? ¿Que tal si eso te hubiese pasado a ti? O peor aún ¿Y si me lo hubieses echo a mi? Eres de lo peor.. -

Ella lloraba.

Y lloraba.

No paraba de llorar.

Me rompía el corazón verla así.

Mi alma se apagaba de tanta tristeza que me transmitía verla así.

- Tenía que hacerlo ¡Jamás lo entenderías! Estábamos en grandes problemas, mi padre estaría en grandes problemas si ella hablaba -

Empezaba a enojarme.

- ¿Ah si? ¿Y si yo hablo ahora? -

Dijo soltándose.

Secando sus propias lágrimas.

Mientras que yo me sorprendía y sólo la miraba.

- ¿Tu me amas?.. -

Susurré en silencio bajando la cabeza.

Ella se quedó en silencio.

- Creo que mejor hay que.. Hablar después, con más tranquilidad.. -

Me di la vuelta y salí de allí para así irme cuanto antes de esa casa, me partió el corazón que no me dejase explicarle.

Habían pasado dos, tres días.

Y seguían pasando..

Una semana.

Estaba listo para hablar por fin con ella.

- No va a contestarme, no va a querer verme.. ¿Qué hago? -

Me dediqué a estar esa semana solo, salí de la ciudad para instalarme en una casa en el campo, por unos días. Estaba allí, observando el paisaje que me rodeaba, la tranquilidad que se escuchaba y los recuerdos de el brillo de sus ojos que me mostraba la obscuridad de mi odioso pasado.

— Sayuri, si supieras cuanto te amo y el dolor que me causaron tus palabras ese día.. —

Me coloqué serio nuevamente, como la mayoría de las veces en que pensaba en ella.

Con temor marqué su número, con nerviosismo coloqué el celular en mi oreja esperando a que contestara.

*En la llamada*

- Dame tu ubicación, estoy lista para hablar contigo sobre lo que pasó -

*Fin de la llamada*

No ha la ni nombrado la letra A y ya me había contestado.

Como era de esperarse, le envié mi ubicación y esperé allí.

Por varias horas.

No pasaba nada, el visto en el WhatsApp me llegaba al alma que aún estaba apagada.

— Carajo.. —
Suspire.

— Mejor entro a la cabaña, o me haré viejo esperando —
Susurré y así entré.

Encendí el fuego de la chimenea, me acomode en el suelo bien cerca de la chimenea, tomando calor en unos minutos.

Me quedé dormido con la calidez del momento.

➽ Narra Sayuri.

Encontré la cabaña de la ubicación que me había mandado J-Hope, entré con cuidado, sin hacer el mínimo ruido, lo encontré allí durmiendo y me pareció algo tan tierno.

No estaba enojada, estaba arrepentida, por que lo que haya hecho él en el pasado ya fue, es cosa de el pasado, quedó atrás.
Es por eso que me acerqué y tratando de no despertarlo me senté a su lado, acomode su cabeza con cuidado sobre mis piernas.

Me quedé allí, observándolo detenidamente, casi no pestañeando.