Tender Love ∆{CHANSOO}∆

II

-Bienvenido a Tender Love ¿Qué puedo servirle?

-Le parecerá extraño pero me preguntaba si... ¿Kyungsoo ya no trabaja aquí? Es que los días anteriores no lo he visto.

-¿Ah? Ah sí, Kyungsoo sí, está en la cocina preparando unas recetas. ¿Quiere hablar con él? Puedo llamarlo. ¡Kyungsoo-yah!

Era la segunda semana que Kyungsoo ayudaba a Junmyeon con las recetas de los postres. No se quejaba, le gustaba cocinar y hacerlo distraía su mente. Siempre atendía a los clientes pero estar en la cocina le llevaba más tiempo por lo que que casi no había tenido turnos en la caja registradora.
Revisaba la receta de los encanelados cuando escuchó a Junmyeon llamarlo. Fue hasta dónde él estaba y sus ojos no pudieron dilatarse más por la sorpresa de ver a aquel desconocido que captó su atención hace dos semanas. El mismo hombre guapo estaba ahí mirándole. Esta vez no llevaba lentes, usaba un gorro de pesca color negro y su sonrisa con hoyuelo seguía siendo igual de cálida que la primera vez.

-Hola.

Saludó con su voz grave. Profunda.

-Hola.

Respondió Kyungsoo.

-Verás, tengo que trabajar en unas cosas en mi laptop y me preguntaba si podrías recomendarme algo de comer.

Junmyeon le cedió la caja registradora sonriendo de manera pícara tocando el hombro de Kyungsoo al pasar a su lado. Sabía que más tarde hablarían de esa situación.

Kyungsoo quería atenderlo como la primera vez que se encontraron pero recordó que él esperaba a un chico bonito la última vez y no le agradaba volver a repetir la escena en donde se siente como un tonto por semi coquetear con alguien no disponible.

-Hoy hay brownie de chocolate con helado de café o vainilla.

-¿Lo preparaste tú?

-No.

-Pensé que sí...- Tocó su nuca un poco apenado y Kyungsoo lamentó portarse así.

-Pero sabe delicioso, lo han pedido bastante.

-Es que el postre de arándano me gustó mucho y también a mi amigo, y por eso pensé que esta vez también lo habías preparado tú.

Amigo.

No se trataba de su cita. Era su amigo.Bajó la guardia de nuevo y propuso:

-En ese caso, puedo ofrecerle el pie de limón con galletas de vainilla que cociné hoy.

-Me gustaría probarlo

Confesó de inmediato.

-Y ¿Café negro?

-Por favor.

-Cuando esté su pedido iré a dejarlo a su mesa.

-Me llamo Chanyeol, por cierto.

Dijo de la nada, tendió la mano para hacer la presentación más formal. Kyungsoo tomó su mano completando el saludo pero estaba intentando parecer como si no se emocionara de saber su nombre (por fin) y por estar tocando su mano cálida.

-Ahora que ya sabes mi nombre y yo el tuyo, ya puedes hablarme sin tanta formalidad. ¿De a cuerdo?

-Bueno, lo llevaré a tu mesa.

-Perfecto.

******

-Espera, a ver sí entiendo.- Junmyeon dejó de comer el sándwich de jamón con queso que acaba de preparar para mirar a su amigo Kyungsoo que arreglaba su camisa, luego de quitarse el uniforme del trabajo. -¿Este hombre, Chanyeol, te invitó a salir hoy?

Kyungsoo asintió sin dejar de sonreír.

-Vaya, sí le gustaste. Pensé que tenía pareja.

-Yo también pero ahora dijo que se trataba de su amigo. ¿Crees que hice bien en aceptar?

-No le veo el problema Soo. Te gusta, tú claramente también le gustas y pues conócelo a ver si funciona algo más.

-Tengo miedo Hyung.

Junmyeon aún con su boca llena de comida habló, bueno más bien balbuceó.

-¿Qué?

Preguntó Kyungsoo mirando divertido a su amigo.

-Dije que, la única manera de saber si es bueno para ti es conociéndolo más.
Siempre que conocemos a alguien nuevo no sabemos que esperar, pero averígualo.

-Es que es extraño, no creí que alguien podría interesarse en mí.

-No seas ridículo Kyungsoo. Lo dices como si fueras un fenómeno o bicho raro. Sólo no te encierres en tu timidez para evitar darle la posibilidad de quete conozca. Además es guapo. ¿Por qué no seguimos hablando de esto con Yingxing, en la cena?

Accedió, porque en primer lugar, no le incomodaba estar como "la tercera rueda" cuando salía con la pareja de sus amigos. Y en segundo porque las salidas con ellos siempre eran memorables.

Ese día comieron comida china a petición del integrante chino del tercio. Yixing sabía a qué lugar ir y pedía los platos que más le gustaban y los otros dos solo agradecían comer platillos tan exquisitos, seleccionados por alguien nativo de ese país.