❝ Fluffy Day6 ❞ [ONE SHOTS]

ɪᴍᴘᴇʀᴛᴜʀʙᴀʙʟᴇ | ʏᴏᴜɴɢᴡᴏᴏɴ

Yoon Dowoon era ante los ojos de los demás un chico prácticamente perfecto, pues no sólo era inteligente, estudioso y  trabajador, además era atlético, muy racional y educado. Los únicos fallos de aquél joven idílico eran su timidez y su pereza.

Todas esas cosas que la gente asimilaba y decía sobre Dowoon estaban algo alejadas de la realidad. El chico si que poseía esos atributos que sus compañeros y profesores se dedicaban a comentar, alabar o criticar. Sin embargo,  se equivocan al asegurar que era tímido o perezoso.

Simplemente él no era partidario de participar en la sociedad estudiantil como lo hacían los demás, agrupandose y haciendo amigos inseparables para que los acompañaran durante su estancia en el Instituto, Dowoon era callado y reservado  y le gustaba ser así. Para él no tenía nada de malo guardar sus cosas para sí mismo  y el echo de no estar rodeado por una cantidad industrial de amigos no le hacía sentir sólo,  le bastaba con su familia y un par de amigos en su vecindario con los que hablaba tranquilamente de vez en cuando sin necesidad de estar pegados unos a otros como un ser parasitario y su huésped; él  disfrutaba de hacer cosas sólo.

Tampoco era alguien ocioso al que no le gustara hacer nada, tenía el semblante cansado porque estaba agotado. El cumplía sus obligaciones diarias, estudiaba, ayudaba en casa y acudía a sus entrenamientos, pero eso era lo que le provocaba el cansancio. Además de eso, tenía que soportar ser perseguido a diario  por un grupo numeroso de chicas, como toda una celebridad, lo cual consumía sus energías y le frustraba. No podía pedir a aquellas chicas que le dejarán en paz  de una buena vez sin hacerlas sentir mal y él  no quería  eso.

❝ Toda consecuencia tiene su causa. ❞

Dowoon se convirtió con el paso del tiempo en una pared imperturbable y nada parecía molestarle,  era como si todo chocara y rebotara contra una cúpula invisible que lo rodeaba, los demás  alumnos hacían su vida a un mismo ritmo, pero él no, él mismo marcaba su ritmo.

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Kang Younghyun era ese chico que se sentaba al fondo de la clase porque no le interesaba estar con los demás, no le agradaban sus compañeros, no le agradaban sus profesores, ni quería tomarse un tiempo para conocerlos. Para él su única obligación en el Instituto era estudiar, así que, simplemente lo hacía  y se marchaba a casa sin más.

Younghyun no era ningún adolescente rebelde e inconformista que expresaba su miedo a crecer con su actitud de lobo solitario. Él  no era ningún antisocial. Él no quería automarginarse o provocar temor entre sus compañeros con su aura oscura y misteriosa para sentirse respetado y subir su autoestima de ese modo. Todos esos sabios profesores y el estudiadisimo orientador escolar se equivocaban, pues el caso kang era algo más complejo.

A veces, cuando un alumno rechaza las invitaciones de sus compañeros, no disfruta los trabajos en grupo, se sienta sólo a escuchar música durante el recreo y la hora de la comida, no encuentra divertidas las cosas que hacen que el resto del colectivo se entretengan y demás cosas de ese tipo, se le tacha como la oveja negra del grupo: alguien que por ser mal educado, grosero y un completo asocial no puede ser del agrado de nadie. Esto ocurría con Younghyun, sus compañeros no eran de su agrado y él no era del agrado de sus compañeros.

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Una tarde Dowoon, al ver que tenía algo de tiempo libre decidió ir a jugar a unos recreativos que solía frecuentar siempre que podía. Younghyun tomó la misma decisión. Ambos chicos, en una misma sala, jugaban concentrados cada quién en su juego. Pero algo hizo que Younghyun desviara su atención hacía Dowoon: un tipo enorme que le amenazaba con pegarle si no le cedía el sitio.

El más bajo no se inmutó, ignoró a aquel hombre y eso lo enfureció. Cuando Younghyun vió que alguien evidentemente más fuerte iba a pegar al chico de la tez angelical y que este no movía ni un músculo, decidió levantarse a impedir el golpe. Tomó el brazo del agresor y vio a el defendido levantarse de su asiento y salir del lugar como si eso no fuera con él.  Rodó los ojos y suspiró de forma pesada.  Le tocó recibir un puñetazo en el rostro y que le dolieran los nudillos.

Unos minutos después de su afrenta con el gigante salió del lugar pensando en lo estúpido que se sentía. Y se encontró con un Dowoon sonriente sentido en una mesa que había la entrada del lugar. El más alto se acercó rápidamente con la intención de decirle que era un completo imbécil, pero cuando el aquél chico de linda sonrisa le tendió un huevo para que se lo pusiera en el golpe alegando que era lo único frío que tenían en la tienda aparte de bebidas, sólo  alcanzó a tomarlo y reirse mientras observaba como se formaba una pequeña sonrisa de lado en los bonitos labios del contrario.

Los dos chicos hablaron por un rato y,  para sorpresa del universo, no decidieron no volverse a ver sino que compartieron teléfonos para poder quedar más adelante.

Tiempo después de este gracioso incidente, quedaron en repetidas ocasiones para ir a los recreativos, para ir a la tienda de música, para cenar una pizzas y ver películas juntos o incluso simplemente para hablar o porque querían estar juntos. Descubrieron que tenían cosas en común y se empezaron a interesar el uno por el otro cada vez más y más.

Con el tiempo se creó una amistad bonita y más adelante algo más.

Como en cualquier pareja, existía un lazo muy fuerte entre los dos. Para Dowoon era algo así como la cinta roja del destino y cuando lo comentó con Younghyun este no pudo estar más de acuerdo.

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Younghyun y Dowoon eran dos personas parecidas vistas de forma diferente. Uno era el que encabezaba todas las listas negras de sus compañeros y el otro todo un referente para ellos: la oveja negra y el príncipe azul. Sin embargo, había sido Younghyun el único entre todos sus compañeros capaz de echar abajo la cúpula de Dowoon y Dowoon el único de ellos cuya compañía no le molestaba a Younghyun.

Esto nos deja una moraleja, igual que las fábulas o en los cuentos de hadas:

El malo del cuento no siempre es realmente malo y hasta a los príncipes encantados les afecta la presión; nadie es imperturbable.

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¡El más que esperado Youngwoon ha llegado!

Evidentementeestá inspirado en la escena de los recreativos de I loved you. Espero que os guste, aunque siento que no lo he hecho justicia a ese hermoso momento.

Por último, deciros que siento haber tardado en actualizar. Tengo planeados recompensaros con varias actualizaciones.

xoxo.